Es una cita...

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Era martes, Elle visitaba la casa de Bella esos días todas las semanas. Había pasado una semana desde que Alex se había mudado. Bella notó que él iba a nadar todos los días por las tardes. Lo observaba desde su habitación, tratando de no ser atrapada como cuando él llego. Se sentía acosadora, ese chico tenía algo especial y Bella no sabía que era. Pero no se había dado cuenta que Alex también la observaba de la misma manera.

Bella estaba con Elle en su dormitorio, observando desde la ventana al patio de los Grey. Alex se encontraba ahí como siempre, nadando. Elle se había emocionado cuando Bella le conto como había sido la noche de la cena, obviando un par de detalles, como el hecho de que "imagino" a Alex en su cuarto. Elle presentía que Alex sería alguien muy importante en la vida de su mejor amiga, y ella le ayudaría a darse cuenta de eso.

Esa tarde, Elle decidió ir al jardín, para solearse un rato y cambiar de ambiente ya que siempre paraban dentro de la casa cuando hacían pijamadas. O ese era el motivo que le dijo a Bella para que la acompañe.

-Vamos Bella, siempre estamos adentro de la casa, ¿no te cansas? -Reclamó Elle.- Por eso estas tan pálida.

-Está bien -dijo Bella sin ganas. Elle tenía razón, siempre estaban dentro de casa cuando ella venia.

-Yeeii -dijo Elle dando saltitos por el cuarto-. Corre, corre, corre.

Salieron al patio justo cuando Alex salía de la piscina. Elle aprovecho el momento y lo llamo.

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Alex practicaba natación en su casa por las tardes. Después se echaba sobre una silla para secarse. Realmente lo hacía apropósito, sabía que Bella lo observaba, así que trataba de lucirse frente a ella. Esa tarde no sería la excepción, pero cuando salía de la piscina la vio. Bella estaba con una chica y lo estaban llamando.

Alex se pregunto como la chica sabia su nombre. ¿Sera que Bella hablara de mi a otras personas?, se pregunto mientras se acercaba.

-Hola -dijo la chica, tenía una voz un tanto chillona, era un poco bajita y su cabello era rubio-. Mi nombre es Elle, soy la mejor amiga de Bella. Tú debes ser Alex, ¿cierto?

-Hola Elle -dijo él un tanto extrañado-. Sí, soy Alex, mucho gusto.

-El gusto es mío -dijo Elle con una sonrisa picara-. Moría por conocerte. Bella me ha hablado bastante de ti. Yo vivo a unas casas más allá, así que literalmente, también somos vecinos -continuo, sin parar. Habla mucho, pensó Alex.

-Ah, genial -dijo él, no muy interesado. Su mirada se fijo en la chica de al lado. La que le quitaba el sueño. No había dejado de pensar en Bella desde que la vio en su cuarto durmiendo. Ella estaba mirando hacia otro lado, hasta que cruzaron las miradas. Bella se dio cuenta, se sonrojo y miro hacia otra dirección en ese mismo instante. Alex regreso la vista hacia Elle, que lo miraba como si esperara una respuesta a una pregunta que no escucho-. Disculpa, ¿me decías algo? -dijo en un tono un poco avergonzado.

-¡Sí! - Afirmo Elle-. Te estaba preguntando si conocías el centro, donde se juntan todos los chicos de nuestra edad. Si quieres, te podemos acompañar y presentar algunos amigos.

-Sería una buena idea -respondió Alex.

-Genial, cuando desees, solo le avisas a Bella y ella me llamará. Podemos ir los tres y conocernos más. ¿Tú qué dices Bella?

-¿Ah? Sí, claro. Seria genial -respondió Bella, un tanto distraida.

-Entonces hablamos luego -dijo Elle, esta vez, dirigiéndose a Alex-. Adiós.

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