El mes de junio había empezado y los alumnos de los últimos años empezaban a emocionarse.
Cada año, por la época de invierno, el instituto organizaba un campamento de dos semanas para los alumnos de cuarto y quinto de media. El Campamento Anual de Invierno, o CAI, era el evento más esperado del año. Eran dos semanas en El Bosque, un club afuera de la ciudad, a lado de un lago, con cabañas y animalitos. Los alumnos irían acompañados de dos maestros o adultos responsables por sección, o sea, irían ocho adultos y muchos adolescentes. Y, aunque el campamento estaba programado dentro de tres semanas, los alumnos ya tenían que ir consiguiendo sus permisos y confirmar al colegio quienes irían.
Dan estaba sentado en la entrada de la biblioteca con un libro de química en la mano y pensando en el campamento. Cada cinco minutos revisaba su reloj, ya iba una hora ahí esperando.
- Hey pequeña, llegaste -gritó Dan al ver llegar a una pelirroja de ojos verdes.
- Hola -dijo ella tímidamente sonriendo mientras se acercaba.
- Hey, ¿cómo estás? -preguntó animado.
- Bien -respondió ella más nerviosa aun-, ¿estás desde hace rato esperando?
- ¡No!, apenas llegue hace un par de minutos -mintió él.
- Oh, menos mal -dijo ella cambiando su semblante a uno más calmado-. Bien, entonces entremos, tenemos un examen de química que estudiar -dijo sonriendo y tomándolo del brazo hacia la biblioteca.
Ambos entraron y se dirigieron a una de las mesas. Dan no le quitaba la vista de encima, le encantaba esa chica.
Hace un mes que se habían conocido, ella estaba en un grado menos y necesitaba tutorías en química por lo que la profesora le pidió a Dan, que era uno de los mejores del curso, que la ayude. Dan al inicio no tenía muchas ganas, pero terminó aceptando cuando la conoció.
- Dan, ésta es Juno -dijo la maestra cuando los reunió a ambos por primera vez-. Juno, éste es Dan, él te dará las tutorías de química. Es uno de mis mejores alumnos, así que te enseñará bien. Bueno, los dejo solos para que se conozcan.
- Juno no es un nombre muy común, me gusta -dijo Dan cuando la profesora se retiro, causando que la chica se sonroje.
- Gracias -respondió ella agachando la mirada y tratando de no mirarlo. "Es muy tímida", pensó Dan al ver sus reacciones.
- Bueno, Juno, ¿empezamos hoy o prefieres mañana? -preguntó el chico.
- Creo... creo que mejor mañana -contestó ella.
- Entonces... ¿te apetece ir a comer algo?, en plan de conocernos mejor y ver en qué temas necesitas reforzarte -sugirió él.
- Claro -dijo ella mostrando una sonrisa tímida.
A Dan le gustó esa sonrisa. Ambos se dirigieron a un McDonald's cercano. Al llegar, pidieron un par de Big Mac, fueron a sentarse y comenzaron a charlar de su vida, a Dan le costó pero logró hacer que Juno hable. Ella le contó que era hija única pero vivía con la hermana de su padre, también le contó que amaba la música, los videojuegos y leer. Dan le contó que vivía con su padre y la novia de este, y sobre sus amigos, aunque trato de evitar hablar sobre Bella, no quería espantar a su nueva amiga con su antigua "obsesión" hacia Bella.
Desde ese día comenzaron a encontrarse las tardes que él no tenía practica se fútbol para estudiar juntos. Y ésta era una de esas tardes.
- Bueno... ¿qué tema nos toca hoy? -preguntó él.
- Tengo examen de química nuclear -soltó ella apoyándose en la mesa-. Es aburrido.
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Volver a empezar
Teen Fiction"Si todo pereciera y él se salvara, yo podría seguir existiendo; y si todo lo demás permaneciera y él fuera aniquilado, el universo entero se convertiría en un desconocido totalmente extraño para mí." -Cumbres Borrascosas