"Soukoku"
"Dazai"
¿Cómo fue que terminamos en un hospital con Odasaku y un Chuuya muy herido?
Todo comenzó en la mañana, desde que salimos de casa a la universidad me di cuenta que un tipo raro nos seguía, no quise alertar a Chuuya por lo que no le dije aquello, ingresamos a la escuela sabía que allí ya no podrían hacernos daño, las clases pasaron sin ningún problema, aunque mi pelirrojo estaba algo decaído trato en lo posible de sonreír cuando estaba conmigo. Yo la verdad no sabía qué hacer, esto era algo que me superaba.
—Dazai en la tarde iré a la casa de Fyodor, quedamos en vernos para poder adelantar algo del trabajo, por lo que llegare tarde —pronuncio.
—No, no hay problema —respondí, pero aun asi estaba preocupado—, solo avísame cuando vuelvas a casa, para ir por ti ¿sí?
—Está bien, aunque sabes que no es necesario —sonríe levemente—, oye que tal si hacemos hoy algo de cangrejo —propuso.
—Me parece una gran idea —dije con emoción para asi abrazarlo con fuerza.
Cuando íbamos saliendo de la escuela el tipo de la mañana estaba parado cerca de un poste de luz, al vernos se puso recto y se acercó a nosotros, miro a Chuuya de arriba abajo de una manera que me hizo hervir la sangre.
—Mi hermoso niño, definitivamente los años te sentaron bien —pronuncio y se acercó a Chuuya el cual le miraba con algo de miedo.
—Lárgate de aquí —dije de manera seria en lo que me ponía en medio de los dos.
—¿tú quién eres? —pregunto aquel tipo en lo que me miraba de manera seria.
—Su novio, y no voy a dejar que un tipo como usted le haga daño —mi mirada se tornó fría.
—Qué bonito... lástima que ese niño es mío —dijo con un tono de vos asqueroso, tono que me molesto aún más por lo que sin pensarlo le di un puñetazo en la cara, haciéndolo caer al suelo.
Tomando la mano de mi Chuuya quise volver a entrar al colegio, pero de un momento a otro nos vimos rodeados, dos tipos grandes y demasiado fuertes me cogieron a mí y me propinaron algunos golpes, podía ver como Chuuya también se defendía de su padre y otro sujeto. La verdad no supe que paso, de un momento a otro lo único que vi, fue al pelirrojo con una navaja a un costado de su estómago al frente mío.
—¡Dazai, Chuuya! —escuche gritar al profesor Oda.
Los sujetos intentaron salir corriendo, pero varios policías ya los tenían rodeados, por lo que no lograron escapar, cuando logre reaccionar Oda me estaba revisando de arriba abajo tal vez buscando alguna herida.
—¿Estás bien? —pregunto con preocupación.
—Sí, solo fueron algunos golpes... —respondí aun algo desorientado, pero el recuerdo de Mi Chuuya herido llego a mí—, Odasaku, Chuuya el sí está herido, revísalo a él —pedí en lo que miraba a todos lados, pero no lo encontré.
Salimos corriendo con dirección al colegio si había huido del lugar supusimos había ido a la enfermería, al entrar no encontramos a nadie, cosa que solo me preocupo más.
—¿En verdad crees que el entro de nuevo? —me pregunto Oda.
—Sí, él estaba herido, no creo se fuera solo a casa —respondí—, es mejor si nos separamos y lo buscamos ¿no?
—Debe estar en los salones de este piso, asi que solo abre puertas y ya —ordeno el mayor.
—¿Cómo supo que estaba conmigo? —murmure en lo que abría y cerraba puertas.