"Soukoku"
"Chuuya"
Cuando le di aquella idea a Atsushi nunca que creí que su padre se portaría de tal manera, tanta fue su emoción que ahora nos encontramos todos en su casa, pues según dijo ese albino su padre quería celebrar la unión de los cuatros, no solo como amigos, sino por las parejas que se formaron.
—Lo siento mucho —murmuro Atsushi al abrir la puerta.
—No te preocupes, vale la pena el sacrificio —rio levemente el castaño.
—Claro, eres el único feliz en esto —reprocho Akutagawa.
—No es mi culpa que su padre cocine tan bien —argumento con emoción Dazai.
—Acabemos con esto rápido —suspire agotado y eso que aún no comenzaba la actuación.
En bien nos dieron entrada en la casa nos dirigimos a la sala, debo admitir que era un lugar bonito, todo se encontraba totalmente ordenando, lo que explica por qué Atsushi era tan minucioso a la hora de realizar algún trabajo manual.
—Me alegra que vinieran, no saben lo feliz que me hacen —saludo el padre de Atsushi.
—Buenas Noches señor Nakajima —saludamos los tres al unísono.
—¿Quieren algo de tomar? —preguntó.
—Un té en leche estaría bien para mí —respondió Dazai.
—Yo estoy bien así, gracias —respondí.
—Yo un vaso de agua —dijo Akutagawa.
—En un momento les traigo —sonriendo ampliamente se adentró a la cocina.
—¿Cómo termine metido en esto? —suspiro el azabache.
—Todo esto lo hacemos por un amigo —le recordó Dazai.
—Ese amigo me deberá mucho entonces —bufo en lo que miraba Atsushi.
—Los recompensare —murmuro Atsushi.
—Aquí tienen —pronuncio aquel hombre en lo que le entregaban las bebidas a Dazai y Aku—, espero les guste.
Tras una pequeña charla con el padre del albino en la sala, pasamos al comedor donde con ayuda del castaño me senté, vaya que se comportaba como todo un galán, lo que explicaba porque sus conquistas se apegaban tanto.
—Eres muy caballeroso Dazai —comento el padre de Dazai en lo que servía la comida en nuestros respectivos platos.
—Por supuesto, siempre hay que tratar con amor a tu pareja ¿no? —respondió, dando las gracias por la comida, para asi empezar a comer.
—¿Cómo van en la escuela? —cuestiono el mayor.
—Bien, la verdad las clases son muy relajadas y fáciles —contesto Dazai.
—Hablo el genio que no necesita ni estudiar —pronuncio con algo de molestia Akutagawa.
—Aku... —le murmuro Atsushi en forma de regaño.
—Entonces... puedo suponer que el novio de Dazai es igual de inteligente a pesar de su apariencia de delincuente —mirándome fijamente continúo hablando—, porque si no es asi, entonces solo eres una molestia o tal vez un simple juego.
Apreté mis puños con fuerza y dejé los cubiertos a un lado para asi mirar aquel sujeto a los ojos y sonreír con algo de superioridad.
—No mi señor, incluso soy mil veces mejor que él, no solo en la escuela sino en otras cosas más —pronuncie sin borrar la sonrisa—, y para su información si alguien estuviera jugando en esta relación, seria yo con él...
—Señor, con el debido respeto que usted se merece, pero no solo me está faltando al respeto a mí, sino también a mi pareja y eso es algo que no le puedo perdonar —pronuncio de manera algo molesta Dazai—, aun si Chuuya no fuera inteligente o no se vistiera asi, yo lo volvería a elegir... asi que le pido se disculpe con él.
—Siento mucho si lo ofendí Chuuya, no fue mi intención —se disculpó, causando una gran sorpresa en el rostro de Atsushi.
—Claro que lo fue —pronuncie para asi ponerme en pie—, gracias por la comida estuvo algo rica, pero no me quedare donde claramente no me quieren, asi que con permiso.
—¡Oye! El señor Nakajima ya se disculpó, no seas tan engreído —pronuncio Akutagawa.
—No soy engreído, simplemente me retiro para no seguir arruinando su cena con mi presencia —me defendí para asi salir de esa casa.
Ahora que lo pensaba ni siquiera sé porque acepte esa estúpida invitación, si desde que ese señor me vio en la casa de Dazai me tiene entre ojos, sé que no es solo por mi apariencia, ni por lo que le haya dicho el tonto de Akutagawa, en todo eso estoy seguro hay algo más...
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"Dazai"
Al ver que Chuuya había salido de la casa me puse en pie para asi ir tras él, pero la mano del padre de Atsushi me detuvo.
—No deberías de ir por él, déjalo, esto solo demuestra la poca educación que ese niño tiene y lo poco que vale... Dazai tu mereces algo mejor —pronunció aquellas palabras que solo hicieron hervir mi sangre de la rabia que me dio.
—Señor Nakajima, por el respeto que le tengo no lo golpeo, pero sí le advierto, si sigue hablando asi de MÍ Chuuya nunca más volveré por aquí o a dirigirle la palabra, él es la persona que amo, y con la quiero estar ojalá sea el resto de mi vida... asi que, con permiso, gracias por la comida.
Sin decir más, me solté de su agarre de manera algo brusca y salí en búsqueda de mi pelirrojo el cual divise a unas pocas cuadras, sin pensarlo le abrace por la espada y deje un beso en su cuello.
—¡¿Qué crees que haces?¡ —grito y un sonrojo decoro sus mejillas.
—Solo consiento a mi novio... —pronuncie sin soltarlo del abrazo—, creo que después de todo no debimos venir... perdón por el mal rato.
—Tú no deberías disculparte, simplemente no soy apto para estar contigo —suspiro quedito recostando su cabeza en mi pecho para asi mirarme fijamente—, dime Dazai, ¿tan malo soy? ¿Tan poco valgo como para ser aceptado cómo tú pareja?
—No eres malo, simplemente la gente se deja llevar por las apariencias —sonrió levemente sin quitar mi mirada de esos bellos ojos azules que tanto me encantan—, y claro que vales mucho, sin duda eres la mejor pareja que he tenido.
—Sabes que soy tu pareja de mentiras ¿no? —cuestiono con algo de burla.
—Eso que... podrías se mi pareja verdadera ¿No te gustaría? —pregunto de manera seria, causando que este se aleje un poco y gire quedando frente a frente.
—¿El mujeriego más deseado me está pidiendo ser su novio de verdad? —dijo con sorpresa—, ¿Es enserio? —pregunto.
—Asi es... ¿Qué dices Chuuya? ¿Quieres ser mi novio de verdad? —pregunto si ninguna pisca de duda.
—Yo... Dazai... —murmura para asi tomar mis manos—, ¿estás dispuesto aceptar lo que soy ahora en tu vida?
—Sí, te acepto con todo y tus problemas Chuuya —respondo—, entonces, ¿Qué me dices Chuuya? ¿Aceptas?
—Si... Te daré una oportunidad —respondió para asi esconder su rostro en mi pecho.
Me sentía feliz de que me aceptara, estoy más que seguro que desde pequeño este bonito pelirrojo me ha gustado, estando a su lado siento mi corazón cálido y lleno de vida, sé que mi padre me odiara por esto, pero no me importa, si debo enfrentarlo para ser feliz por una vez en mi vida lo haré.
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