Los caminos del amor son un juego peligroso sobre todo para una preadolescente, al no comprender porque estos últimos meses ha sentido una cierta ¿Atracción? , Por cierto Dios travieso y alegre. Por lo visto en el único juego en el que no puedes gan...
| tienes un encanto peligroso...de esos que ni una alta dosis de sensatez puede vencer|
Había llegado al interior del palacio buscando con desesperación a su hermano mayor, abrió algunas puertas del castillo intentando llegar a la sala del trono. Pero nada , frustrada por no hallarlo se hizo bolita y comenzó a temblar levemente.
Recordando que no pueden estar separados mas de una cierta distancia.
_ sora_ susurro cohibida mientras se estremecia en el suelo. La pequeña femenina intentaba calmarse a si misma por medio de sus pensamientos, siendo opacada por los mismos.
<<sora... ¿donde estas?, n-no me dejes sola>> musitaba debilmente.
Fue entonces que unos pies se mantuvieron delante de ella.
_ ¿majestad?_ pregunto algo preocupado un castaño ojiverde.
La adorable reina alzo su mirar encontrándose con aquellos ojos brillantes y suaves.
_¿se encuentra bien?_ pregunto extrañado por aquel comportamiento tan peculiar.
Mas la contraria hacia caso omiso , como si todo su alrededor desapareciera.
El soldado a percatarse de que ella no lograba articular alguna palabra coherente , la tomo en brazos y la llevo hasta sus aposentos reales. Aquel anciano le había provisto de algo muy importante , una llave, con acceso a casi todas las habitaciones reales.
La acomodo en su respectiva cama apoyándola con delicadeza. La pobre femenina seguía prisionera de sus nervios y temblor siendo el soldado el mas consiente de ello. Por lo cual con sumo cuidado quito un pequeño mechón de su rostro para asegurarse de que no tuviera ningún mal estar.
— mi reina , ¿Como se encuentra?— pregunto sereno.
Más está no contestaba en lo absoluto, seguía absorta en sus pensamientos destructivos y dependientes al no tener a su hermano cerca.
— debo llamar a un doctor , aguarde aquí— más se detuvo en seco antes de alejarse de la cama— ...— un pensamiento fugaz recorrió su mente.
"Y recuerda , debes conseguir que la reina beba de este líquido sin dejar una sola gota , una vez lo haga , tendrá que caer rendida a tus pies".
Tan sencillo como estafar a un ciego. Pensó el oji-verde.
Volvió a la par de la cama y tomo una pequeña copa que se hallaba sobre la mesita de noche , vertió el líquido hasta la última gota y ayudo a sentarse sobre el colchón a la pequeña reina.
— majestad, beba , la hará sentir mejor...— más está simplemente repetía el nombre de su hermano una y otra vez.
El soldado un poco harto tomo con algo de fuerza las mejillas de shiro y las apretó un poco para que formarán una "o" y así le dió de beber a la fuerza.
~•••~
Aquel pequeño y simpático dios, se hallaba buscando a la mujer de la última vez. Intentaba encontrarla a medida que volaba sobre los diferentes negocios de la cuidad.
De pronto no muy a lo lejos encuentra una mujer barriendo un pequeño local.
<< Debe ser la mujer que me vendió aquella flor>> exclamó feliz y se apresuró acercarse a la señora.
— am, disculpe, señora?— dijo con una pequeña sonrisa detrás de ella.
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— ¡Ay! — la mujer dió un brinco soltando fuerte escobazo hacia la cortina, por lo cual termino golpeando al viejo que cruzaba y atendía el negoció.
Tet quedó pasmado observando con gran confusión a la mujer— ah , se-señor, ¿se encuentra bien?— pregunto preocupado.
— ay , no te preocupes cielo , él está bien — le dió un golpe amistoso en la cabeza desorientado al hombre.
El tipo gruño molesto y se fue a contar monedas a otro lado. Por mientras la mujer volvió la vista a tet quien acababa de llegar.
— Oye cariño, ¿Te conozco de algún lado?—
— ah de hecho , usted me vendí...—
— ¡No me digas! , ¡No me digas!—
— ah...—
— eres ... Eres ... Mmm — se giró a ver al hombre anteriormente golpeado— ¡Carlos! , ¡¿Yo conozco a este niño?—
— meh— dijo con mueca de asco y siguió en lo suyo. Realmente se había molestado por el golpe.
— viejo inservible— se quejo la mujer — mmm , ¡Ah! , Ya me acordé — lo miro nuevamente eufórica— Tú eres el niño que vino a comprar una flor para su noviecita, ¿No es así?—
Abrió sus ojos al tope— eh, bueno , no es mi novia es , u-una amiga nada más— extrañamente se puso muy nervioso al punto de que sus mejillas se tiñeron de un rojo carmesí.
— hijo , tal vez no vea casi nada con uno de mis ojos , ¡pero!. Se cuando un joven está perdidamente enamorado— dijo soñadora la mujer.
Tet río cortamente por aquello— bueno a decir verdad yo...— el hombre que anteriormente contaba monedas se metió en la conversación murmurando cosas sin sentido.
— ¿Que dices viejo estúpido?— dijo la mujer algo molesta— oh... Ah , cariño , él dice que le lleves algunos chocolates a tu noviecita—
— ah pero...—
— y otra flor — la mujer rápidamente busco aquello.
— pero señora , yo no tengo con que pagarle por ...—
— no te preocupes cielo , cuando vuelvas me contarás todo con detalles, ¿Está claro?— aclaro al final entregándole los chocolates y la flor.
— jajaja, de acuerdo , lo que usted diga — río nuevamente por la expresión de la mujer.
Pronto el pequeño dios se encontraba volando cerca de las ventanas del castillo.
"¿No le parecerá raro a shiro verme de nuevo? , Digo , apenas haces unos momentos nos habíamos despedido".
Pensó en lo alto ya en el interior de la habitación.
"Creo que , sería bueno dejar esto en su habitación, así cuando despierte podrá disfrutar de los chocolates".
Abrió la puerta de la habitación real con sumo cuidado , dejaría la flor a la par de la cama y los chocolates sobre la pequeña almohada de la habitación. Estaba sumamente feliz a la vez que nervioso , ojalá pudiera ver aquella expresión de felicidad en el rostro de shiro una vez viera los regalos.
Pero fue entonces que se percató de la escena una vez las cortinas de la cama se movieron.
El soldado de nombre kaminari se encontraba besando de forma dulce y soñadora a su amada.
Tet quedó completamente paralizado dejando caer la flor y los chocolates al suelo, mientras sentía como su corazón se encogía con el pasar de los segundos.
