×Bésame×

×{55}×

×Marinette×

Despierto en los brazos de Adrien. Wou y sin mi traje.

Que novedad.

Intento levantarme pero todo me duele, me sostengo la cabeza e intento recordar que pasó ayer.

–– ¿Quieres que te folle? –– su mano sujeto mi cuello

–– si –– mi respiración se acompasa cuando siento su otra mano en en mis muslos

–– quieres que te toque aquí –– su dedo roza mi entrepierna y  jadeo en respuesta –– quieres que lo haga yo, justo ahora –– asentí en silencio, el esbozo una sonrisa –– expresate conmigo, no entiendo tus gestos –– sus manos jugaron con las correas que detenían mis mallas –– vuelvo a repetir, quieres que te toque justo ahora oh quieres seguir jugando conmigo –– sentí retorcerme del placer cuando sus dedos hicieron magia en mi entrada.

Tome aire

–– tocame como quieras ––  curvo sus labios y me miró divertido

–– eso no fue lo que te pregunte –– quito sus manos de mis piernas.

Lamí mis labios y suspiré pesado

–– quiero...jugar contigo...

Me incorpore lentamente del regazo de Adrien, hice todo el esfuerzo posible de ponerme de pie, busque su camiseta pero todo en la habitación estaba echo un revoltijo

Negué divertida y seguí recordando.

–– a-adrien.

–– me gustas de muchas formas marinette pero mi forma preferida es verte desnuda –– el estaba en la cama, su cuerpo inclinado ligeramente hacia atrás, mientras que yo me encontraba de pie frente a él.

Me sonroje de sobremanera y el curvo sus labios hacia arriba, sabía que algo le pasaba por la mente y más cuando me miraba detalladamente.

Su mirada en mi era como fuego, tenía ese efecto de estremecerse y encenderme en sentidos casi inimaginables.

Busque sus ojos y cuando lo hice el no dejo en ningún segundo su sonrisa cuando dijo:

–– modela para mi mientras tú te  quitas la ropa –– me mordí los labios, su propuesta era tan indecente. –– nadie más que yo va a verte en esta habitación –– hizo una pausa –– nadie va a mirarte como yo lo hago, así que nena, posa para mi.

Me sentí muy nerviosa y....

Al diablo...

empecé por quitarme las botas de cuero,las correas cayeron al suelo, luego las mallas negras...

me acerque a la ventana y pase mis dedos por mi cuello, cerré los ojos cuando lo hice.

–– eres mi deseo favorito ––

sus ojos se tornaron oscuros

No deje su mirada cuando el corsé cayó al suelo, quedé únicamente con la minifalda, los brazaletes y la diadema

–– ven aquí –– su invitación seguía siendo esa nota intensa y peligrosa, pero estaba tan perdida en el placer que no me importó nada en ese momento.

Me acerqué y el me tomo de la mano, se inclinó y paseo sus dedos por mis hombros desnudos, suspiré jadeante, su otra mano libre me acarició una pierna, mientras trazaba círculos por mi piel.