×Bésame×

×{18}×

×Marinette×

–– nos besamos –– dije desinteresada frente a mi amiga

–– y solo eso –– me miró incrédula

Asentí y ella entrecerró los ojos

–– sus besos saben cómo la gloria –– solté al fin emocionada

–– ja lo sabía –– me señaló

Esbocé una sonrisa, aún sentía sus labios sobre los mios.

  tan solo de recordar ese momento mis mejillas se encendían de rojo y mi cuerpo reaccionaba con cosquilleos eléctricos.

Su beso no fue gentil ni mucho menos suave, fue vehemente, con demasiado voltaje para volverme loca y no hablar de cómo mordió mi labio...

Dios....!

–– Marinette –– Alya golpeó mi hombro sacándome de mi transe

–– que... ––  Tomo mi mentón para que fijará la vista en la piscina.

Todo paso en cámara lenta. Como en esas películas que el protagonista camina con seguridad y ese aire sexy con música de fondo haciendo perfecto el momento

–– Madre de Dios.. –– murmuré  boquiabierta viendo el placentero panorama frente a mi.

Ahí viene el, adrien Agreste, modelo y soltero más codiciado del condado, luciendo tan despreocupado como siempre.

Su cabello húmedo estaba pegado en su frente y gotas descendían de el. El muy condenado venía sin camisa dejando ver su trabajado cuerpo. se lamió los labios y sus ojos fieros me miraron fijamente, no le quite la mirada de encima en ningún momento, era como alguna conexión entre nuestros ojos ya que no perdíamos ese contacto.

estaba hipnotizada viéndolo. No entiendo, porque no se convence de que aquí estoy yo, mirándolo estar tan solo, y yo aquí, también sintiéndome sola.

–– he visto caer a grandes y el no es la excepción –– murmuró Alya bebiendo de su refresco.

–– tan guapo y tan inexpresivo –– musite

–– si, pero te mira con ilusión marinette, tu de verdad le gustas no hay duda de eso

Suspiré y la vi

–– tiene novia –– Alya me vio incrédula

–– el te lo a dicho –– inquirio

–– no pero... Ella lo beso...

–– y? ––

Abrí la boca para responder pero entonces

–– el ceniciento viene para acá –– parpadeé perpleja y si era cierto adrien venía hacia nosotras

–– yo... Tengo que... Iré por jugo ––  me incorpore e hice mi huida hacia la casa.

Solté el aire acumulado y me fui por agua a la cocina, pero mi mente no paraba de pensar en adrien.

Nunca me sentí así por algún chico de mi colegio, adrien agreste era otro nivel con sus cambios tan fríos, su sonrisa tan gentil y sus gestos...no necesita de palabras, tan solo lo miras a los ojos nebulosos y caes en un especie de hechizo.

Suspiré

Porque nosotros los mortales preferimos lo prohibido y lo inalcanzable.

Tome una botella de agua y salí de la cocina en el proceso iba tomando un sorbo del agua y.. pare de caminar abruptamente.