JADE
- Lo siento Ari, sabes que es superior a mis fuerzas - le digo a mi amiga mientras ella niega una y otra vez con la cabeza en señal de decepción.
- Que voy a hacer contigo Jad... -sonrío cuando me abraza. Aria es como una hermana para mí.
Y hablando de hermanos...
- Ay Dios Jade, ahí viene tu hermano con su grupo de amigos cachas. ¿Cómo puede ser que todos estén así de buenos?- dice Cindy arreglándose el pelo mientras yo sonrío triunfantemente en dirección a mi hermanito, yo ya sabía que él estaba bueno. Éramos una familia de guapos, él tenía tableta y yo un buen culo. Cada quién lo suyo.
- Hermanita - dice Jacob dejando un beso en mi mejilla.
-Hola Jay - dice Aria cuando le da un beso a ella también. Para él también es como una hermana.
-Señoritas -mi hermano hace un gesto de saludo con el mentón, haciendo que todas mis amigas suspiren. ¿De verdad era para tanto? ¿Esa era la reacción que provocaba mi hermano enserio? ¿A caso estaba más bueno que yo?
- ¿Pero que es esto Jad? ¿Es que ya tienes tableta y todo? -dice Jaiden, el mejor amigo de mi hermano, pasando su dedo por mi abdomen como si nada.
No me avergonzaba en absoluto; estaba tremendamente orgullosa de mi abdomen. Mi orgullo solo creció cuando vi a Luca lanzar una mirada fulminante a Jaiden. Sabía que Luca nunca había tolerado que nadie se acercara a lo que consideraba suyo, y en ese instante lo dejó más claro que nunca. La intensidad de su reacción me hizo sentir aún más segura de mí misma, disfrutando cada momento de su celosa protección.
-Deja de babear, mamón. Es mi hermana.
Y después de la torta que le propina Jacob a Jaiden en la cabeza, se marchan ambos con el resto de sus amigos a otra parte. Yo vuelvo a poner mi mirada sobre Luca, quién ya está restregándose con una zorra cualquiera sin ni siquiera dirigirme la mirada.Y enseguida algo se enciende en mí.
-Vamos a bailar - le susurro an Aria. Ella sonríe, sabiendo que la pista de baile es nuestro territorio. Uno de sus ex solía decir que vernos juntas era como una chispa de dinamita a punto de estallar. Y tenía razón. Cada giro, cada roce, se convertía en una mezcla irresistible de sensualidad y magnetismo. Era como si la pista de baile se transformara en nuestro escenario privado, donde cada movimiento tenía el poder de encender la pasión y atrapar todas las miradas.
-Vamos. -Las chicas nos siguen, y pronto estamos todas juntas en el centro de la pista rodeada de adolescentes con los ojos fijos en cada uno de los movimientos que hacemos.
- Eh, mira eso Jad.
Cuando dirijo mi mirada hacia donde Cindy me señala, veo a Luca mirándome con el rostro duro y la mandíbula apretada mientras la rubia de hace un rato baila a su alrededor. Sin embargo, él parece no prestarle la más mínima atención ahora.
Lucas cariño, que pasa. ¿Es que se te ha acabado el juego?
- Ahora vuelvo Cind - le digo cuando me doy cuenta de que Aria está bailando con un tipo y Kim besándose con otro.
Así eran nuestras chicas, ninguna santa, ninguna puta, ninguna mojigata.
- Jade, ya has escuchado antes a Aria. No queremos que vuelvas a estar como antes.
Miro fijamente la mano de Cindy sobre mi brazo, en un fracasado intento por detenerme.
-No te preocupes Cind, lo tengo todo controlado.
Bebo un trago de mi copa antes de alejarme de Cindy. Sé que no se ha quedado tranquila, hasta yo sé que no hay nada controlado cuando se trata de Luca en mi vida. Pero aparto cualquier pensamiento que pueda distraerme de mi objetivo, y paso por el lado de Luca y la rubia esa, dirigiéndole la mirada felina que sé que le va a volver loco.
Cinco minutos después, estoy en la terraza de la discoteca apoyada en la barandilla de cristal mientras miro a la luna esperando a que él llegue.
- Nena -susurra en mi oído. Fin de la espera.
- Luca, creo que - No me deja hablar, simplemente me gira con fuerza hasta hacerme quedar cara a cara con él. Se me corta la respiración. Es tan imponente.
- Está noche estás tan jodidamente guapa.
Ahí estaba de nuevo mi perdición: Luca de noche, con el alcohol elevando su magnetismo, su boca ardiente contra la mía y esas frases cargadas de promesas que me desarma por completo. Cada palabra suya es una provocación que deshace cualquier atisbo de autocontrol que pueda tener.
En esos momentos... el deseo se apodera de mí, arrastrándome a un torbellino de pasión que no puedo ni quiero controlar.
- Luca - vuelve a interrumpirme.
-Sé lo que vas a decirme, y la respuesta es no, Jade.
Sé que lo sabe. Y como ya tengo la respuesta que buscaba, me dispongo a jugar con él un poco.
-¿A sí? -digo rozando el lóbulo de sus orejas con mis labios - ¿Y como estás tan seguro de que hablamos de lo mismo?
- No juegues conmigo, Jade - dice pegando mi cuerpo al suyo bruscamente. Me excito solo con recordar lo dominante que es en la cama.
-No lo hago -susurro sin dejar de mirarle los labios. Sé que él tiene tantas ganas como yo.
- Me importa una mierda lo que te digan tus amigas, sé que no les caigo muy bien. Pero lo cierto es que no tengo ni la más mínima intención en cuanto a separarme de ti.
-A quien le importa lo que digan mis amigas.
Una sonrisa arrogante sale de su boca cuando me escucha, luego me mira fijamente. Se queda unos segundos observando el lunar de mi abdomen descubierto, y finalmente vuelve su mirada hasta la mía.
-No me pongas esa cara de inocente, Jade -me advierte.
-¿Qué cara es esa? -le digo mordiendo mi labio con una mezcla de desafío y satisfacción.
Me encanta verlo pasarse las manos por el cabello, frustrado, evidentemente deseoso. Hay algo increíblemente atractivo en saber que, aunque no pueda tenerlo completamente ni evitar que se acueste con otras mujeres, lo tengo tan enloquecido que no puede dejar de pensar en mí. Cada vez que está con alguien más, puedo imaginarlo casi deslizándoles en el acto con la imagen de mi cuerpo en su mente. El simple hecho de que su deseo por mí lo atormente y lo haga perder el control es una forma de poder que disfruto en secreto.
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VENENO EN LOS LABIOS
General FictionEstudiando desde pequeña el tipo de mujer en el que quería convertirse, Jade llega a su adolescencia como una chica bella y de cuerpo envidiable. Y lo sabe, sabe cuanto tiene, cuanto vale y cómo puede jugar con ello. ¿Conseguirá Jade todo lo que qu...