Mi Tesoro

10. Mark

-¿Estás listo Forth?.- La madre de Beam colocó su mano derecha en la frente y la izquierda en la nuca de Forth.

Beam se acercó a Forth y tomó su mano. Forth sonrió.

La madre de Beam asintió.- Todo lo que veas, Beam lo vera mientras sus manos sigan sujetas. Beam cariño, hay algo que nunca te dije y lo estas apunto de descubrir.- Beam asintió ante las palabras de su madre. Beam entendía, sabia a lo que se refería su mamá.

-Comenzare.- Forth y Beam asintieron antes de caer en un profundo sueño.

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(Escena Retrospectiva)

El llanto de un bebé despertó a toda la pequeña aldea. Había nacido el pequeño hijo del líder de la manda. Todos estaban muy felices por la pequeña criatura, sin embargo sentian lastima por ella, pues su madre no había podido sobrevivir. Perdió la vida al dar a luz.

El padre del pequeño estaba devastado. Había perdido a su mejor amiga hace solo un par de horas y solo quería el consuelo de alguien. La única persona que el pensó podría contar.

Llamen al señor Vongviphan, lo necesito.- hablo el líder de la manda, se había encargado de todo los detalles para dar la despedida final a su esposa.

-Forth.- lamento que no puedas conocer a tu mamá, sabes, ella te ama demasiado. Tanto que ella decide cuidarte desde el cielo.- El lide hablaba con su pequeño hijo, apesar de que el pequeño no entendía las palabras de su padre.

-Tae.- Su nombre resonó en la pequeña habitación. Cuando el mencionado giro su rostro sonrio. No se contuvo más y abrazo a la persona recién llegada. No lo soporto más, sollozo en su brazos. La otra persona solo consolaba al Líder que se veía débil y vulnerable como un niño en sus brazos.

-Tee...¿Por qué se tuvo que ir?.- Tae preguntó a Tee mientras seguía sollozando. Tee no dijo nada.

-No quería que ella se fuera.- Tae siguió con su habla. Tee lo sabia muy bien, Tae quería mucho a Mai, una mujer muy amable y hermosa, pero con un cuerpo débil y enfermo.

-Ella tomo la decisión, te amaba tanto al igual que este pequeño que no le importa dar su vida por la de él.- Tee acaricia la pequeña cabeza de Forth. Él bebé sonríe ante el toque. Lo que provoca a Tee una sonrisa.- Ella hizo un gran trabajo.

Tae se separó de los brazos de Tee y sonrió.- sí, ella lo hizo.

-¿Cómo está Nin?.- Tae preguntó tratando de cambiar el tema. Quería olvidar un poco.

-Ella esta bien. Nuestro pequeño también nacerá pronto. Espero que sea buen amigo de Forth.

Tae sonrió. Amaba la sonrisa de Tee.

Los días pasaron, así como los meses y los años. La relación entre ambos se fue acercando hasta que se volvió lo suficientemente íntima.