Capítulo 44

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No estoy muy segura de si ese sueño había sido una premonición de lo que podría ocurrir estando aquí o alguna otra cosa extraña como las que suelen ocurrirme, dejando eso de lado, solo mire en silencio la entrada al templo, entrada que ya había visto en el mismo sueño donde vi por primera vez al tal Sora, oh bueno, no importa, después puedo encargarme de todo lo que sea que ocurra, pase lo que pase, haré que esto sea un éxito no importando el número de enemigos que a los que me enfrente, por el nuevo propósito que encontré y me fue encomendado haré lo que sea necesario.

Seguimos a Chiriku-san dentro del templo, cuyas enormes puertas se abrieron mostrando a otro grupo de monjes, los cuales comenzaron a explicar la situación, Sora no tardó en discrepar con las opiniones y las miras no tardaron en llegar, sí, él es visto como un jinchuriki, bien, eso en parte lo hace un tipo de hermano, incluso si solo es una parte del chakra de Kurama no importa, como la portadora del bijuu más poderoso de este mundo es mi deber cuidar de los demás, solo espero no llegar demasiado tarde, lo mejor sería pedirle ayuda a Jiraiya y su red de espías.

-Estas son las personas de Konoha que vinieron para cumplir nuestro pedido – Chiriku-san dijo mientras nos daba espacio a presentarnos.

-Hola, soy el capitán, Yamato – ¿Quién dice hola a desconocidos? En realidad, no importa – ellos son Sai, Amaru y Naruko.

-Konoha, eso me tranquiliza – el monje más anciano respondió sintiéndose realmente más calmado.

Lo demás no importo, Chiriku-san simplemente nos guiaría a unas habitaciones mientras esperábamos la llegada de los monjes shinobi, por mi parte, decidí quedarme metida en mis pensamientos mientras buscaba el chakra de Sora, tal vez, si le muestro que soy igual que él pueda hacer que deje de lamentar su estado como pseudo jinchuriki, apartando el tema un rato, debo concentrarme también en la misión.

- ¿Qué utilidad tendría un cadáver robado? – Sai pregunto, si la pregunta viniera de parte de otro lo miraría raro por no saberlo, también habría sido aceptable de Amaru.

-El cuerpo de una persona contiene información – Amaru respondió sacándome una sonrisa – algunas técnicas dependen de la sangre, en cierto modo es posible implantar la técnica, pero es complicado.

-Luego están otras técnicas – agregue haciendo que la atención cayera en mí – por ejemplo, el edo tensei, es una técnica de reanimación que trae al muerto a la vida, solo que siguiendo las órdenes del invocador.

-Si ese fuera el objetivo, debió significar que las personas enterradas fueron más que formidables, pero una técnica así requiere ser más poderoso que la invocación o retener parte del poder real del revivido – la experiencia de Yamato parece darle bastante conocimiento.

-Eran unas personas notables – Chiriku-san dijo después de detenerse, parece contento – pero, sobre todo, eran buenas personas.

No me gustan las explicaciones extensas, termine acostumbrándome a las abreviadas y centradas de nii-san, motivo por el que tendía a dormir en las clases de Iruka-sensei, dejando eso a un lado, justo ahora Chiriku-san se encuentra explicándonos lo básico que deberíamos necesitar para la misión, me sorprende como cada vez hay más información, se supone que los sapos me enseñaron mucho sobre el mundo en general, pero veo que a menos que no este en cada zona, experimentando y escuchando lo que ocurre no seré capaz de comprender a todos.

-Doce Guardianes Ninja – se de ellos, Jiraiya y los sapos me contaron un poco – su misión es resguardar al Daimyo ¿verdad?

-Así es, los shinobi protegemos el país, ellos al señor feudal – Yamato explico haciendo que Amaru pareciera anotarlo en su mente.

Ahora es su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora