Capítulo 38

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- ¿Cuántos hay dentro Naruko? – Kakashi pregunto después de que quedáramos delante de cierta roca.

-Hay diez personas, tres de ellos se sienten tangibles, los otros siete es como si fueran solo proyecciones, pero de alguna manera son capaces de utilizar el chakra sin problema.

-Entonces debe ser una técnica del enemigo – Sasuke teorizo mientras miraba la roca – aunque nuestro problema actual es esta cosa.

-Déjamelo a mí – me adelante mirando el sello en el frente – tal vez quieran prepararse para entrar de una vez en combate.

Ellos solo se pusieron en pose mientras yo colocaba mi palma sobre la superficie de la roca, mi chakra se extendió por toda su superficie, un instante después, esta quedó convertida en polvo, dejándome ver lo que se encontraba dentro, si antes estaba enojada ahora estoy furiosa, simplemente no puedo perdonar a estos tipos por más pasados trágicos que tengan, los voy a destrozar, sintiendo como mis emociones se volvían locas comencé a avanzar con Kakashi llamándome, sin embargo, para este punto no soy capaz de escucharlo.

-Hola, Akatsuki – salude mirando la gran estatua que se encontraba absorbiendo el chakra.

- (Ten cuidado Naruko, esa cosa puede tiene la capacidad para robar mi chakra incluso si estoy sellado) – Kurama advirtió en mi mente.

- (Te voy a cerrar un rato, cuanto menos chakra tuyo haya en mi red de chakra mejor) – él solo dio un gruñido de aprobación.

Coloqué mi mano sobre mi estómago y la gire, haciendo que todo el chakra que estuviera en mi red de chakra fuera devuelto a Kurama, cuya presencia deje de sentir en mi mente, pero se que está ahí, viendo y escuchando todo lo que estoy pensando, bien, él es mi defensor, mi amigo, yo seré su escudo, la espada que acabará con todo lo que lo amenace, a él, a sus hermanos y a los que son mis hermanos jinchuriki, una vez deje de sentir el chakra de Kurama hice que cadenas de chakra bajaran desde mi brazo izquierdo.

-Kyubi – un sujeto proyectado dijo con un tono tal, como si pareciera un dios.

-Me devolverán a mi amigo – ignorando las miradas de los demás envié las cadenas hacia Gaara, les coloque un sello para que no absorba nada – te ves terrible.

Acogí a Gaara en mis brazos, su cabeza colocada sobre mi pecho mientras le envió un poco de mi chakra, cadenas nos envolvieron en una cúpula dorada, impidiendo que esos dragones espectrales fueran capaces de hacer algo, mire directo a la estatua, que mis cadenas pudieran ser transparente y el chakra azul que nos rodea también lo fuera me permitió observar los seis ojos abiertos, uno de los cuales tenía la pupila presente, me miraba con aparente ira, que patético, se enoja después de recibir chakra.

-Ustedes malditos malnacidos, no importa si son un dios o algo parecido, se han atrevido a lastimar a alguien importante para mí, así que los enviaré al lugar donde hallaran la paz.

El chakra estalló de mí en la forma de una inmensa llama que hizo retroceder a esos dragones, los cuales no eran capaces de morder mi morder todo el chakra que me encuentro lanzándoles, las cadenas los agarraron del cuello y los tumbaron contra el suelo, decapitándolos y deshaciendo la técnica de sellado, mire directo al sujeto de ojos morados platinados, un instante después atravesé un muñeco de arcilla con mi mano, electrocutándolo y evitando que explotará, para aparente ira del rubio que se encuentra en esta habitación.

-Te crees un dios solo por tener esos ojos ¿verdad? – dirigí mis palabras hacia el poseedor de rinnegan – bien, me aseguraré de mostrarte lo mortal que en realidad eres.

Su ira estalló y con ello un pulso de chakra que no hizo nada más que desplazar mi cabello, di un pisotón, el aire desplazado desvió las agujas senbon con veneno que viajaban hacia mi dirección, esto mismo provocó que hubiera un ligero temblor que deshizo las proyecciones de chakra, ahora solo quedan el marionetista dentro de la marioneta y el enloquecido por las explosiones, por muy enojada que estuviera, por mucho que quisiera acabarlos, comencé a correr hacia Suna, apenas pase al lado de Kakashi este realizó sellos manuales creando una pared de tierra que resistió las explosiones que aparecieron de repente.

Ahora es su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora