Capítulo 27

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Ya habían pasado dos días desde que nos fuimos de Konoha, habíamos pasado ya por tres ciudades distintas y hasta ahora parecía que iba a ser un viaje tranquilo, algo que en cierta medida agradecía, después de todo ya tenía bastante con el entrenamiento para controlar mi propio chakra eso si es un problema, cada vez que estoy en el límite ero-sennin tiene que entrar en modo sabio para que tuviera completo control sobre la situación, admitiría que era divertido verlo con verrugas en el rostro, pero si esto sigue así, cuando este aprendiendo a utilizar más chakra de Kurama podría terminar lastimándolo.

- ¿Qué sucede Naruko? ¿Ya te cansaste? – Jiraiya pregunto haciendo que frunciera un poco el ceño.

-Sabes que puedo resistir por más de dos horas peleando sin parar – respondí con calma poniéndome otra vez en mi postura.

-No te preocupes por tu descontrol, solo atácame mientras mantienes el control sobre tu chakra.

Eso era lo complicado, mantener mi chakra bajo control y pelear con una cantidad que hacía bastante supero mi límite era difícil, no quería provocar daños irreparable, tome una respiración profunda y me lance contra Jiraiya, las reglas habían sido solo taijutsu y ninjutsu para reposicionarse, nada más, él quería que gastará la menor cantidad de chakra con el propósito de que me fuera acoplando a cada vez más chakra e iba a cumplir con lo que me pidió.

Él esquivo o desvió cada ataque con gran facilidad, a pesar de que en este momento me estaba moviendo más rápido, no importaba si con un shunsin aparecía detrás y al instante me posicionaba encima, su brazo interceptaría mi patada, luego su mano sujetaría mi pierna mi lanzaría con una fuera diez veces mayor a la que yo tenía en mi condición actual, apenas mis pies tocaron el suelo volví a embestir contra él, cada golpe era detenido y ni siquiera fui capaz de moverlo un solo centímetro, su fuerza y resistencia eran cosas que se encontraban a otro nivel, de repente salí volando estrellándome con un árbol.

Sangre salió de mi boca luego de que comprendiera que había sido golpeada en el abdomen, el daño no duro más que unos segundos pues pronto me cure, me levante del lugar donde me encontraba y volví a atacar, en este punto no tuve ni la más mínima oportunidad, acercarme significaba recibir un potente golpe que me dejaría en una grave situación de la que me recuperaría en un par de segundos, estar con la actual cantidad de chakra que emanaba de mi cuerpo como una pequeña flama aceleraba la mayoría de las funciones de mi cuerpo y por ende también el cansancio, no logró entender como nii-san puede pasar días sin dormir.

-Terminamos por hoy – Jiraiya dijo dejando salir todo el chakra natural de su cuerpo volviendo a la normalidad – oye ¿estás bien?

Normal que pregunte eso, fue escuchar esas palabras y dejarme caer agotada en el suelo, estuvimos peleando por cuatro horas seguidas, aunque tal vez lo mejor sería decir que solo fui golpeada a pesar de mis intentos por derribar a ero-sennin, me volví a poner de pie mientras soltaba un bostezo, esto de agotarme por estar curándome de manera continua es un problema, según los ninja médicos si se abusa podría terminar teniendo un cáncer o algo similar y de eso no existe una cura como tal.

- (No es necesario que te preocupes por eso) – Kurama dijo en mi mente llamando mi atención – (como jinchuriki, las células que empiecen un proceso descontrolado de división serán eliminadas por mi chakra)

- (¿Qué hay del envejecimiento acelerado?)

- (De eso se encarga tu propio chakra, el mío prácticamente no hace nada en tu cuerpo, por eso te agotas tan rápido)

- (¿Lograste entender por qué me vuelvo loca al usar mucho chakra? Ya sea tuyo o mío)

- (Es porque tu cuerpo todavía no se adapta a tales cantidades, primero fue el límite mental, tenias miedo de tu propia fuerza y en parte sigues teniéndolo, el segundo es el físico, tu chakra seguirá creciendo sin importar que hagas, pero tu cuerpo no es capaz de seguirle el ritmo, así que necesitaras encontrar una forma de hacer que tu resistencia sea mayor)

Ahora es su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora