Historias Únicas [AruAnnie]

LOSER

-Soy un perdedor.

-Ajam.

-En todo sentido.

-Mh.

-Lo digo en serio, no tengo arreglo.

-Claro.

-No sé que haré ahora ¿Cómo la voy a mirar a la cara?

-Oye.

-Además la tarea solo tenía cuatro palabras sin tilde ¿Cómo me bajó tanto en la evaluación?

-Ah...

-Oye, Annie ¿Me estás escuchando?

-Armin ¿Puedes mover tu maldito mando y avanzar? Vamos a perder el chance.

-Annie...

Apenas y pude mover a personaje en la partida en la cual estábamos participando de manera online en un servidor mientras esperábamos la campana del termino del almuerzo.

Igual perdimos.

-¿Qué me dices?

Annie era la típica chica que no tomaba mucho en cuenta lo académico, aunque tenía muy buenas notas, estaba dentro de los mejores diez promedios de nuestra sección, su falta de interés le tenía la etiqueta de chica problema para los profesores al no captar su atención en clases.

Y yo era el friki que nadie tomaba en cuenta más allá de mis cercanos, era muy intenso con todo, decían. Aunque yo me encontraba una persona muy normal.

Ambos nos habíamos conocido en una ayudantía compartida por la sección a la cual pertenecimos, compartimos todo un día, hablamos de muchas cosas. Era una chica muy divertida, inteligente, algo antisocial, pero conmigo era otra cosa, además... Era una chica muy hermosa, no podía negarlo, parecía un muñeca con estilo pop-rock.

Si, algo raro, pero era perfecta, todo lo que un amigo podía pedir. Si, amigo, no tenía esperanza con alguien como ella, solo éramos amigos.

-¿De qué? -Dijo Annie guardando el móvil luego de que terminamos de salir del servidor.

-¡Ves que no me estas escuchando! Ah...

La rubia se paró del césped sacudiéndose la falda rápidamente para después tomar su guitarra y colgársela en el hombro.

-No te sientas perdedor, no lo eres, la verdad es que si te escuché pero no le encuentro el sentido de tu mal estar, discúlpate con tu amiga la gótica y para el próximo trabajo esfuérzate más. -Comenzó a avanzar sin más, sin despedirse.

Claro, era todo así de fácil, pero al ser humano le gustaba complicarse la vida, y yo no era una excepción a la regla.

- o -

-Perdóname la vida Mikasa, jamás quise que esas fotografías se filtraran, créeme, tú eres mi mejor amiga.

-Armin, ya te dije que no me importa y que no tengo nada que perdonarte, nunca entendí porque me dejaste de hablar hace tres días solo en una de tus historias se veía nuestra foto en un maid café. –

Si, ese había sido el motivo de mi error.

Mikasa tenía la fama de ser la oscuridad en persona y yo, un especialista en cosas del mundo de lo paranormal, ciencia ficción y anime. El que nos sacáramos fotos con las maid en una tarde en la que le rogué a Mika que fuéramos a un maid café, terminó en una burla colectivo y quedamos aun más afuera del circulo social de la escuela. Todo siempre se trataba de eso, la popularidad infravalorada.