-Deja de mirarme así y come para que puedas tomarte la medicina.
Annie estaba sirviendo agua en los vasos que había traído en el bolso que preparé en la tarde mientras yo aún no podía reponerme de todo lo que había pasado.
Me había transformado luego de años.
Había atacado a Annie casi de manera mortal, si no fuera porque ella era realmente fuerte y una loba de tomo y lomo, no lo contaría.
Y, por último, Annie, desde que pudo transformarse a los seis años, sabía que su predestinado era yo.
Me pasó el vaso, pero yo no estaba reaccionando, me sentía realmente horrible ante la situación, de por sí me dolía hasta respirar por las patadas que me había dado la rubia, ahora me dolía el pecho de la angustia.
-Lo aceptas o te lo tiro en la cara, Arlert, toma el vaso y come, por favor. -Dijo Annie frunciendo su ceño.
Tomé el vaso con cuidado para hacerle caso.
Nuestro destino estaba sellado desde que éramos pequeños, pero como yo no podía transformarme, no podía percibir nada de eso, ningún sentimiento o el famoso "hilo rojo" del destino, para mí eran cosas inventadas por la literatura, sin embargo, experimentarlo en estos momentos, sentir que tu lobo se sentía totalmente embelesado por su compañera de vida que estaba en frente, percibir sus sentimientos de tal manera que con solo mirarla sabía que estaba comenzando a perder la paciencia porque yo me estaba comportando como un miserable, era totalmente distinto.
Suspiré profundamente antes de beber del agua, sintiendo como el frío del liquido pasaba por mi cuerpo refrescándome luego de horas con fiebre. Annie sacó los emparedados que mi madre había preparado para ambos y me lo ofreció en una servilleta.
Comimos en silencio sintiendo como los primeros copos de nieve luego de dos días sin nevar volvían a caer.
Eran las cuatro de la mañana y no podíamos salir hasta pasada las ocho por cosas de protocolo.
Annie me ayudó a recostarme en las mantas y almohadas para estar más cómodo, tendría que regenerarme lentamente, ya que mis habilidades licántropas estaban comenzando a funcionar. La rubia guardo todo y apagó la luz del cuarto, se acercó a mi lado y se recostó, quedando frente a frente.
Ambos estábamos exhaustos, pero no podía permitirme cerrar los ojos sin antes hablar con ella.
-Perdón por ser tan imbécil y ser un lobo tan disfuncional -Comenté al tiempo que colocaba de lado con mucho esfuerzo.
-Si lo dices por el lazo y por tu criatura, créeme que no tienes culpa alguna -Dijo suavemente llevando una de sus manos hasta mi cabello para acariciarlo hacia atrás y peinarlo.- Pero lo bueno fue que el destino no fue tan mierda con nosotros.
Sonreí apenas por sus palabras.
-Sin embargo, ya te habías resignado ¿No? El que tu predestinado no fuera un lobo...-Dije con algo de vergüenza. Aun estaba asimilando que nuestros lobos estaban conectados de cierta manera difícil de explicar.
La mano de Annie se deslizó hasta mi mejilla donde me dio una suave caricia con su dedo pulgar.
-Cuando te comenzaste a alejar, puede ser, pero al ver que me evitabas sentía que me iba a morir si no me volvías a hablar o en tan solo pensar que me quedaba menos tiempo para hacerte entrar en razón y que no podías irte de la manada porque eres parte de nosotros. Pero al parecer mi destino era sufrir un poco antes de poder tenerte así frente a mí.
Llevé una de mis manos hasta colocarla encima de la ajena con cuidado.
-Si lo hubiera sabido, si me hubieras dicho-...
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Historias Únicas [AruAnnie]
FanficEspacio donde subiré historias que se me ocurran, los famosos llamados "oneshot" de nuestros rubios bonitos. Todos los derechos de los personajes son propiedad de Hajime Isayama, yo solo creo headcanon.