🐺OmegaVerse🐺 (Parte #2)

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La noche era joven, una refrescante brisa hacía que las copas de los árboles se mecieran al compás de la misma, acompañando el ambiente un poco de neblina que apenas se percibía.

Tu Alfa exploraba junto contigo esa zona del bosque, bajo la justificación de que deseaba mostrarte algo.

Las hojas y las ramas secas crujían bajo sus pies, a medida que avanzaban. Y sólo lograban ver gracias a las luces de las linternas que ambos tenían.

----Dame la mano. No quiero que te caigas.---- Habló Taeyong con una amplia sonrisa en su boca, extendiendo su mano izquierda, esperando a que se la tomaras.

Inmediatamente la aceptas, y entrelazan sus dedos con mucha dulzura. ----¿Me puedes explicar de nuevo qué hacemos exactamente?---- Soltaste un tanto nerviosa, ante el extraño clima del bosque.

Taeyong ahogó una risita en su garganta. Toda tu piel estaba helada y tus manos sudaban gracias a los nervios. ----Tranquila cachorrita, cuando lleguemos verás.---- Usó un tono calmado, para lograr que perdieras tus miedos.

No tardó mucho hasta que de repente, apareció en su campo visual una enorme construcción abandonada, la cual tenía aspecto de una casa antigua.

Era imponente debido a su gigantesco tamaño. Las paredes lucían inestables, con manchas de humedad presentes. Columnas en el portal, sosteniendo lo que quedaba de la segunda planta. Y lo que hacía que todo se mostrara más hermoso, era la verde enredadera parecida a un traje verde, que cubría a toda la construcción.

----Vamos.---- El Alfa habló emocionado e intentó avanzar, hasta que lo detuviste inmediatamente.

----N-ni sueñes que voy a e-entrar ahí.---- Negaste repetidas veces con la cabeza y con los ojos bien abiertos.

----No tienes de qué preocuparte. Vengo aquí muy a menudo... es mi lugar secreto. Y creo que ya era hora de mostrártelo.---- Su tacto en tu mano hacía que te dieras cuenta de que todo estaría bien.

"Puedes confiar en él. Sabes que nunca haría algo para dañarnos."

Hiciste un puchero con tus labios y aceptaste a duras penas, gracias a tu lobo interior.

Tae te guiaba por el camino, aún tomados de la mano.

Subieron unas pocas escaleras, pertenecientes al portal, y tu contrario le dio un empujón a la gran puerta llena de polvo y humedad, logrando que la misma rechinara al ser sacada de su estado de reposo.

Hasta por fin escabullirse en el lugar.

Observabas absolutamente todo a su alrededor con ayuda de la linterna. Muebles de materiales clásicos y finos,
empolvados y en su mayoría fuera de su sitio, ya sea en el suelo o amontonados.

Se escuchaba el pausado sonido de un goteo que provenía desde la segunda planta, cayendo en un pequeño charco de agua.

----¿P-podemos regresar por donde mismo vinimos?---- Tragaste duro, al presenciar todo el interior escalofriante que alcanzabas a ver con tu preciada luz.

Luego te pegaste a tu chico, enrollando uno de tus brazos alrededor de su torso, para pedir protección.

Él deposita un beso sobre tu cabeza. ----Aún no te muestro la parte hermosa de este sitio.---- Cepillando con sus dedos, acomoda un mechón de cabello detrás de tu oreja derecha.

Volviendo a entrelazar sus dedos, caminaron entre los escombros y las telarañas, por un pasillo que conducía hacia el jardín trasero de la antigua mansión.

𝐓𝐚𝐞𝐲𝐨𝐧𝐠 𝐑𝐞𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬  /𝐍𝐂𝐓/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora