¡¡No te rindas, Kojiro!!

Quinta Parte

Habían pasado tres días, tres días en los que Kojiro se puso a reflexionar sobre toda la situación.

Había besado a Kaoru, lo había besado y le había encantado.

Pero él no era su hermano.

Sabía que no podía seguir con esta farsa para siempre, no podía seguir mintiéndole a Kaoru, tenía que ser honesto con él.

Kaoru, en cambio, se sentía feliz y enamorado. El beso que había compartido con Ryunosuke se había sentido demasiado bien, demasiado cálido...

Había sido una sensación inigualable.

Jamás hubiera imaginado que un beso se sentiría de esa manera.

Quería verlo de nuevo, quería volver a besarlo...

•••

Era martes en la tarde, Kojiro sabía que Kaoru vendría a Sia la luce, así que tenía que aprovechar la oportunidad, no podía postergarlo por más tiempo.

Le diría la verdad a Kaoru, sin importar qué.

—Muy bien, Kojiro... ¡Tú puedes hacer esto! —se motivó a si mismo.

De repente, la puerta de su restaurante se abrió, anunciando la llegada de un nuevo cliente.

Kojiro se volteó por instinto, anhelando que fuese Kaoru, y así fue, con la pequeña diferencia de que venía acompañado.

Venía acompañado de Ryunosuke...

Eso lo hizo palidecer por completo.

—¡Hola, pequeño Koji! ¿Me extrañaste? —Su hermano lo saludó animadamente.

Kaoru también lo saludó mientras tomaba asiento enfrente de la barra. Ryunosuke lo imitó.

—Pequeño, Koji... Trae el mejor vino de la casa, Kaoru y yo hemos venido a celebrar.

—¿C-Celebrar? —preguntó Kojiro, confundido, no estaba entendiendo nada.

—Así es, hemos venido a celebrar nuestro compromiso, ¿Verdad, cariño? —Ryunosuke tomó la mano izquierda de Kaoru y la besó con delicadeza, haciendo relucir su hermoso anillo de compromiso.

Kaoru asintió con el rostro ligeramente sonrojado.

Kojiro se congeló.

Estaba conmocionado.

No podía ser verdad.

—Lo hubieras visto, Kojiro. Ryunosuke llegó a mi oficina, fue inesperado, pero cuando me hizo la propuesta, no lo dude ni por un segundo y le dije que sí. Me sentí el hombre más afortunado sobre la tierra.

—Y lo serás aún más, mi amor. Cuando nos casemos, te prometo que te haré el hombre más feliz del mundo. Jamás te sentirás triste, teniéndome a tu lado, solo te espera felicidad absoluta.

—Lo sé, querido. Sé que tú me harás feliz. No como tu hermano, que solo me ocasionó dolor y sufrimiento.

Kojiro abrió los ojos sorprendido ante esa revelación. Kaoru se estaba refiriendo a su engaño.

Quizo decir algo, excusarse, oponerse a toda esta situación... pero no pudo.

Su voz no salía.

Se había quedado mudo.

Eso hizo que se asustara aún más.

•••

Kojiro se levantó de su cama asustado, sudando y respirando con dificultad.

—F-Fue una pesadilla, solo eso... Kaoru y mi hermano no se casaran... No si yo puedo evitarlo.

Y sí, había tomado una decisión, una estupida y arriesgada decisión.

Él pudo ser honesto con Kaoru desde el principió, pudo armarse de valor y confesarle sus sentimientos, pudo hacer muchas cosas antes de que Ryunosuke volviera aparecer, pero... no lo hizo.

Ahora solo podía seguir con el engaño.

¡Oh, pero que hombre tan idiota era!

Continuará...