Tercera Parte

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—Dime que estás bromeando.

Kojiro estaba escéptico, aún no podía creer lo que había escuchado.

—No, no estoy bromeando. Quiero casarme con Kaoru.

—¿Por qué? ¿Por qué te quieres casar con él?

Kojiro quería saber la verdadera razón detrás de todo esto. No se tragaba por completo el "me quiero casar por amor" que profesaba su hermano.

—Bueno... Soy consciente de que Kaoru tiene un crush conmigo. Es demasiado transparente en ese aspecto. Pero no me molesta. Kaoru es hermoso, un buen partido y una digna pareja de estar a mi lado. Y créeme, pequeño Koji, pocas personas han tenido el privilegio de estar a mi lado. —sonrió con soberbia.

Kojiro lo miraba incrédulo.

Su hermano era un completo idiota, sin duda alguna.

—Pero bueno, antes de pensar en el matrimonio, tengo que planear muy bien las cosas.

—¿Y qué tienes planeado? —preguntó, arqueando una de sus cejas.

—¡Oh, ya lo verás! —sonrió—Pero por el momento, debo irme. Aún tengo varios asuntos que resolver. Los negocios no esperan a nadie, pequeño Koji. —salió del departamento y se fue.

Kojiro suspiró.

Su día ni siquiera había comenzado y ya se había arruinado por completo.

•••

Eran las dos de la tarde y el restaurante estaba casi vacío.

Solo habían unos cuantos clientes.

Kojiro trabajaba lo mejor que podía, pero le era imposible.

Su mente estaba en otro lado.

Se sentía ansioso, frustrado e impotente. Creía que el trabajo le ayudaría a olvidar todo lo acontecido, pero se equivocó.

No podía dejar de pensar en todo el asunto.

Kaoru lo había notado, no era muy común que Kojiro tuviese la mente tan dispersa mientras trabajaba.

Kojiro siempre hacía su trabajo con dedicación y con una sonrisa en su rostro, pero hoy no parecía ser su día.

El calígrafo estaba en su hora libre, y como ya era una costumbre, almorzaba en "Sia la luce". La comida era prácticamente gratis, así que aprovechaba e iba al lugar en vez de almorzar solo en su estudio o en algún otro sitio.

Kaoru estuvo a punto de preguntarle a Kojiro sobre su estado de ánimo, pero fue interrumpido por la puerta del restaurante abriéndose.

Abrió los ojos sorprendido cuando se dió cuenta de quien se trataba.

—¿R-Ryunosuke...? ¿Eres tú?

Kaoru se levantó de su asiento y se acercó al hombre que estaba a pocos metros de él.

—¡Oh, Kaoru! No esperaba encontrarte tan pronto. Pero me alegra haberlo hecho.

Ryunosuke sonrió y tomó una de las manos de Kaoru para poder besarla.

Kaoru se sonrojó por completo.

—P-Pensé que estabas en Estados Unidos...¿Cuando llegaste?

—Llegue en la madrugada. Hay varios asuntos que debo resolver aquí en Japón. Pero quería verte primero.

—¿A mí? —Kaoru lo miró confundido, no entendía porqué Ryunosuke quería verlo.

—Así es —Ryunosuke lo observó detenidamente por unos segundos— Dime, Kaoru... ¿Te gustaría salir conmigo?

Kaoru abrió una vez más los ojos, no esperaba tal invitación. Era como un... sueño.

Un sueño hecho realidad.

—¿D-De verdad me estás pidiendo salir contigo?

—Así es —asintió— ¿Qué dices? ¿Aceptas mi invitación?

—¡Sí! ¡Por supuesto que saldré contigo!

Kaoru no lo dudó ni por un segundo y aceptó. Ryunosuke era el hombre de sus sueños, por supuesto que quería salir con él.

Ryunosuke sonrió satisfecho, sabía que Kaoru aceptaría.

—De acuerdo, entonces saldremos el próximo viernes. Dile al pequeño Koji que lo veré después, lo veré en casa de nuestros padres.

Ryunosuke antes de irse se acercó a Kaoru y le dió un suave beso. Uno muy cerca de la comisura de sus labios.

Kaoru se tocó esa zona y suspiró.

Se sentía en las nubes.

Kojiro, quien los pudo ver desde la cocina, solo apretó los puños y la mandíbula.

Se sentía tan impotente...

La situación empeoraba cada vez más. Tenía que hacer algo, no podía dejar que esto sucediera.

Pero... ¿Qué podría hacer para impedirlo?

Continuará...

¡¡No te rindas, Kojiro!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora