—Adelante T/n!!— escuché del otro lado de su auricular.
Rápidamente se apartó de mi y respondió girando hacia un lado.
— Adelante!!—respondio, y yo solo la miraba — Enterada, voy para allá... -dijo.
Cuando pude reaccionar, me giré en mis talones y evité seguir mirándola.
¿Qué acababo de hacer?— me pregunté en voz baja.
— Disculpe Mina-San, me llaman...
— Si, adelante...— dije sin despegar mis ojos del piso.
Levanté un poco mi rostro y la vi irse del lugar.
Me sentí aliviada, trataba de entender que acababa de hacer. ¿Qué me estaba pasando?, ¿Por qué me acerque tanto a ella?
Mi cabeza era un desastre, no tenía respuesta a ninguna de las preguntas que me formulaba.
Decidí ignorar toda lo que me abrumaba y bajar las escaleras para llegar hasta el jardi principal.
Ahí pude ver a Jonh, que al instante de verme tomó su distancia, sonreí satisfecha y me senté junto a mi madre.
Pasaron las horas, y el escuchar las mismas conversaciones se volvió cansado. Problemas frívolos y huecos era de lo único que hablaban estas personas. Mientras fingía escuchar, nondejana de dar vueltas en mi cabeza esa escena, una y otra vez... de verdad necesitaba el contro sobre los demás?? Pero algo en ella me hacía exigirlo, desear controlarla.
~•~
La noche ya había llegado y yo seguía ahí, fingiendo interés en los temas de personas que por no viajar, o no comprase cosas exclusivas sienten que el mundo se les viene ensima.
Me puse en pié y salí directo al jardín trasero, ese lugar era mi único escape de realidad, necesitaba respirar y desahogarme de todo.
Caminé entre la obscuridad, las luces de las lámparas del lugar apenas alumbraban. Jonh no me seguía, me aseguré de eso, no deseaba que nadie me siguiera quería un poco de soledad.
Me detuve frente al lago artificial que tiene el palacio y solo me dediqué a mirarlo, no pensaba, no quería hacerlo, solo me queria perder.
— Mina-San...
Me asusté al escuchar esa voz, era ella...
— Su madre la busca...— habló detrás de mi.
— En un momento voy para allá. — dije en seco sin girarme para mirarla.
Ya no escuché nada por unos segundos, y pensé que le había quedado claro mi respuesta, hasta que escuché que empezó a caminar.
Me puse nerviosa al escuchar que los pasos se aproximaban, pero continuaría en mi posición firme, haciendo como que no me había dado cuenta que se acercaba.
— Se va a resfriar, tomé...
Extendió su mano hacia mí, y me entregó su saco.
Volteé mi cabeza y solo la miré parada junto a mi, al parecer no sabe mi regla de oro.
No podía articular ninguna palabra. No debía aceptarlo, pero en el fondo, si lo quería tomar.
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¿Quién Eres Tú?// (Mina Y Tú) (En Emisión) ©
Romance¿Quién no quisiera vivir la vida de una princesa? Lujos, viajes interminables y un ejército de sirvientes listos para cumplir hasta el más mínimo capricho cuándo sean llamados? Está es la vida de Myoi Mina, la única hija del primer ministro de Japón...