Su corazón latía rápidamente y su respiración estaba completamente descontrolada. Miró hacia atrás, por dónde mina acababa de desaparecer y sintió una enorme impotencia.
Se había prometido no volver a caer, pero no lo logro, Lo que la llevaba a ceder, parecía algo más fuerte que ella, y lo peor, que ya había cruzado la línea, al punto de haberla besado.
De verdad no sabía que le dolía más, si el hecho de que será despedida o el no haber sido correspondida, y ese dolor verdaderamente era insoportable.
-Un disparo habría dolido menos mina... - dijo en silencio antes de dirigirse a la salida y tratar de controlarse.
Mientras caminaba hasta la puerta, pasó sus dedos a través de su cabello para peinarlo e intentar acomodar su ropa lo mejor posible, para tratar de disimular lo ocurrido y salir del salón. Pero al momento de pasar su lengua sobre sus labios por instinto, sintió aquel labial, haciendo que recordará el sabor de sus labios. Cerro sus ojos frustrada al recordar aquel beso que ahora lo sentía el peor error de su vida.
Con rabia, T/n pasó el dorso de su mano sobre sus labios para quitar aquel sabor que la seguía torturando, necesitaba borrar cada rastro de ella.
Cuando sintió que aquel sabor había desaparecido, volvió a acomodar su traje, dispuesta a salir, pero se detuvo rápidamente, su mente era un total caos, pensando en como podría solo fingir que nada había pasado, que solo fue un momento de confusión, cuando para T/n, fue como haber desnudo su corazón ante ella.
Se sentía usada, traicionada, no había otra manera, debía actuar como normalmente lo hacia, aunque por dentro, se estuviera derrumbando.
No solo sería difícil fingir, si no imposible esconder lo que sentía por la hija se primer ministro. Pensaba seriamente en renunciar al puesto, alejarse, sería menos tortuoso que permanecer a su lado, y peor aún, estando junto a ella cuando esté casada, era la mejor opción para T/n.
~•~
El gran evento había comenzado, de fondo se podía escuchaba una pequeña orquesta que hacia más amena la situación y pequeños murmullos que emitían los presente hacían en conjunto el evento. Los pocos invitados degustaban los bocadillos y vinos que ofrecían los meseros los cuales deambulaban por el salón principal. Esa escena parecía sacada de un evento de la realeza, aunque solo era un disfraz para esconder la esclavitud moderna.
T/n caminaba por un costado del salón mirando todo a su alrededor, cada rostro, gestos, el actuar de las personas que aguardaban el gran momento cuando la hija del primer ministro hiciera su gran aparición, porque claro, tenía que ser algo espectacular, y que mejor escena que Mina bajará de las grandes escaleras que se encontraba en medio del salón.
A T/n le llenaba de repulsión el ver a esta gente pretendiendo que no eran parte de esta venta, queriendo esconderlo con la idea de que solo eran temas políticos y de interés mutuo, así era como siempre lo justificaban.
- T/n!! Te necesito de inmediato a un costado de las escaleras, Mina-San aparecerá en cualquier momento bajando las escaleras.
- Entendido!- T/n respondió después de lo dicho por su superior a través del auricular.
T/n se abrió paso hasta donde le habían indicado estar, pero su atención fue robada al escuchar un cubierto chocar contra una copa de vino, haciendo que todos los que estaba en el salón, buscarán aquel sonido.
~T/n~
- Buenas noches a todos y gracias por estar aquí!!
El primer ministro dio la bienvenida y después de eso, hizo una pequeña reverencia ante los presentes.
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¿Quién Eres Tú?// (Mina Y Tú) (En Emisión) ©
Romansa¿Quién no quisiera vivir la vida de una princesa? Lujos, viajes interminables y un ejército de sirvientes listos para cumplir hasta el más mínimo capricho cuándo sean llamados? Está es la vida de Myoi Mina, la única hija del primer ministro de Japón...