Preso del pasado (Parte 2)

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—¿Haddock? ¿Hiccup Haddock?

—¿A-astid?— Los ojos verdes del chico se abrieron sorprendidos. No esperaba ver a uno de sus amigos a esas horas por la calle, y mucho menos ahí en ese mismo momento.

—Hiccup, yo pensaba que no eras así. ¿Por qué nunca me lo habías dicho? ¡Pensaba que nos contábamos todo!— Su respiración se aceleró. Su voz mostraba preocupación y enfado —¿Ese alcohol es tuyo? No me lo puedo creer. ¿Cómo es posible?— su voz comenzaba a quebrarse. Siempre había visto a Hiccup como al chico inocente que se dedicaba a estudiar y en sus ratos libres leía o jugaba a videojuegos con los idiotas de los gemelos.

—Esto... yo-yo, lo siento, no-no es lo que crees, te-te lo puedo explicar— No encontraba las palabras adecuadas.

Astrid se calmó. —Soy yo la que tiene que disculparse. No tenía que haberte hablado así— Hablaba con un tono dulce y claro, con algo de tristeza en él. —Pensaba que te conocía pero resulta que no sé nada de ti— Estaba confusa. ¿Hiccup bebiendo? Eso no estaba en ninguna cabeza.

—Astrid, te lo explicaré todo. Solo prométeme que no dirás nada a nadie. Ni siquiera a Heather o Fishlegs.

—Esta bien— La chica simplemente aceptó. Quería saber la verdad, Hiccup no es de eso chicos que beben alcohol y se lo pasa bien con chicas a las que se lleva a su casa. ¿O si? —Será mejor que vengas a mi casa, hace un poco frío. Además te curaré la herida por el mordisco de Stormfly— Y así hicieron. Hiccup recogió todas sus botellas y se dirigieron a casa de Astrid.

Durante el camino no hablaron, apenas se miraron.

Llegaron a casa de la rubia. Condujo a su amigo hasta su habitación, donde ambos se sentaron en el borde de la cama. Astrid le ofreció un poco de agua que Hiccup aceptó únicamente por la cara de preocupación de ella. A pesar de haberse bebido dos botellas de alcohol no estaba borracho ni mucho menos. Se sentía como si no las hubiera bebido.

La chica de ojos azules curaba la herida del mordisco mientras buscaba las palabras para empezar una conversación. —No te quiero presionar ni mucho menos pero creo que me tienes que contar algo— No fue la manera más indicada pero por algo se empieza, ¿no?

—Tienes razón. Te lo debo. Tu has confiado siempre en mi, me has contado todo. Sin embargo yo... simplemente no he hecho nada.

—No, no me debes nada. Incluso si quieres no tienes por qué contarme nada...— Hiccup la interrumpió —Me sentiré mejor si lo hago— Astrid solo asintió.

Hiccup comenzó a contarte todo, sin saltarse nada. —Bueno, como ya sabes cuándo tenía cinco años mis padres murieron. Estuve dos meses en un orfanato donde, sinceramente, a nadie le caía bien y siempre estaba debajo de la cama— En su voz se reflejaba la melancolía que le causaba recordar todo aquello —Pasados los dos meses un hombre me llevó a su casa. Solo tenía una habitación, la cocina y el salón. Estaba viviendo con él pero no me cuidaba, le daba igual. Él solo se dedicaba a beber, fumar, drogarse y a follarse a todas las chicas jóvenes que encontraba por la calle. E incluso le llegaron a denunciar. Y nunca le llevaron a la cárcel, no se cómo se las apañaba. Siempre le compraba yo las botellas el tabaco, me tocaba robarlo, no tenía dinero. Por las noches, cuando él dormía, yo dedicaba el tiempo a hacer lo que quería, incluso algunas noches salía a dar una vuelta por la calle.— Respiró profundamente, quería contarle todo lo más rápido posible, sin embargo los recuerdos podían con el —A los diez años me dio a probar el alcohol, o más bien me obligó. Cada mes me tenía que beber una botella de lo que robara. También me obligaba a fumar— Astrid no podía creerse las palabras de su mejor amigo. Sujetó las manos del chico. Ante ese acto Hiccup miró a Astrid fijamente a los ojos. En seguida desvío la mirada y siguió hablando. —Cuando no conseguía robar nada me tiraba las botellas vacías que había repartidas por la casa— Lágrimas comenzaron a inundar sus ojos verdes —A los catorce me drogaba, no sabía lo que hacia, era su muñeco que hacia todo lo que él decía. A esas edad perdí la virginidad. No recuerdo ni como ella era, solo se que tenía veinticinco años o por ahí— Su voz comenzaba a quebrarse.

Astrid obligó al chico a levantar la mirada —Hiccup, mírame— Y así el hizo, miró a los profundos ojos azules de ella. Los suyos reflejaban tristeza y dolor, llenos de lágrimas que intentaba reprimir. —No puedo Astrid, no puedo— Su voz se desvanecía hasta ser un simple susurro.

No podía con eso, no podía ver a su mejor amigo de esa forma, mirando al suelo en busca de algo que le dijera que eso no había pasado. Le dolía demasiado ver a Hiccup así.

Se acercó a él y lo abrazo. El castaño devolvió el abrazo. Ya no podía aguantar más las lágrimas. Empezaron a desbordarse de sus ojos. —Sabes que siempre estaré aquí para lo que necesites— Astrid acariciaba dulcemente su pelo, tratando de tranquilizarlo. —No tienes por qué seguir...

Pero él hizo caso omiso a sus palabras y continua hablando —Ese año estuve en el hospital varias veces. ¡Me dio un puto coma etílico! Y a los quince me atropello con su moto, así fue como perdí parte de mi pierna. En el hospital fue donde me dijeron que había fallecido. Y Snotlout...

—No digas más, el resto lo sé— Se separó del abrazo. Acarició las mejillas del castaño y limpió sus lágrimas. —Tranquilo, todo eso ya ha pasado, no puedes hacer nada. Y bebiendo no solucionas los problemas. Te ayudaré con eso, no volverás a pasar ningún otro viernes bebiendo en ese maldito parque. Lo que necesites...— él la volvió a interrumpir.

—Gracias Astrid— por primera vez en todo el día Hiccup sonrió.



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En verdad quería haber publicado esta segunda parte una semana después de la primera, pero no he podido resistirme.

Sugerencias para futuras historias son bienvenidas, aún tengo un par más escritas pero la inspiración no está de mi lado, y para mi falta de inspiración el hecho de que esté a punto de empezar las clases no ayuda xd. 

Aprovecho para hacer spam ^^, a finales de mes (como fecha límite me he propuesto el día 27) empezaré a publicar un fanfic sobre Bungou Stray Dogs, anime que si no has visto te recomiendo porque es amazing, del que tengo cuatro capítulos ya escritos pero el querer hacer una ilustración para la portada me está retrasando demasiado.

Gracias por invertir un poco de vuestro tiempo en leer las cosas que se me ocurren <33

HTTYD: One Shots (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora