Shinonono Tabane la persona más inteligente crea los "Infinite Stratos" (IS). Exoesqueletos con una tecnología y habilidades de combate más avanzadas del mundo y que sólo pueden ser manejados por mujeres, hizo que el balance de poder entre ambos gén...
Después de clases, en la cafetería del comedor, Rin miraba a Kanzashi desde el otro lado de la mesa. Kanzashi no sabía por qué estaba allí, o por qué la estaban tratando así. Se echó hacia atrás en su asiento, por el interrogatorio y su timidez habitual.
"¿Por qué.... Por qué me tratan así...?"
No eran sólo ellas dos; Houki, Cecilia, Charlotte y Laura también estaban allí. Si Santiago llegara, estarían los siete de primer año que tienen su propio IS en un mismo lugar. Siete personas. Es decir, siete IS. Suficiente artillería para adquirir un gran poder.
-Vamos, Rin. Cálmate. Mírala, está aterrada.
Charlotte se puso de pie mientras intentaba calmar a todas con su amabilidad habitual.
-Retrocede, Charlotte. Si esto no funciona, tengo ganas de probar las cadenas o el Pentothal.
Laura, con los brazos y las piernas cruzados y con el ceño fruncido, no tenía nada de eso. Al menos no tenía un cuchillo o un Mauser en sus manos. Todavía.
[*Pentothal: Tiopentato de sodio es una droga derivada del ácido barbitúrico, más conocida por el nombre de pentotal sódico (en español). Tiene el efecto hipnótico en pequeñas dosis del fármaco]
-No tienes que ser así, Laura. Toma, Kanzashi. Debes tener sed. Puedes tomar mi jugo de naranja.
Kanzashi miró nerviosamente a Charlotte; ella respondió con una sonrisa.
"Bueno... Al menos ella está de mi lado..."
Kanzashi se llevó el jugo a los labios mientras pensaba.
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Uno o dos sorbos más tarde, Charlotte, sin dejar de sonreír, le preguntó
-Así que, sé honesta con nosotras, ¿cómo te va con el~?
Kanzashi no estaba segura de lo que quería decir con eso. Mientras intentaba hacer las cosas educadamente con una sonrisa incómoda, tanto Houki como Cecilia pusieron sus puños sobre la mesa mientras estaban de pie.
-¡No te hagas la tonta! ¡Quiere decir, con Santiago!
-¿Están, están, están saliendo ustedes dos?
-Ah—" Kanzashi exclamó, parpadeando de sorpresa por la repentina pregunta, y se enrojeció como una remolacha al instante siguiente mientras se encogía.
-Santiago y yo... no somos como—
-Santiago, ¡¿huh?! – Rin le interrumpió.
-¿Qué, ya ni siquiera lo llama Mayorga? Entonces, tiene que haber algo... Espera. Ese idiota no está acostumbrado a los pronombres japoneses. Bien, sí, supongo que no es gran cosa. Rin se calmó tan pronto como empezó a ponerse furiosa.
