Princesa imperial

Capitulo XXIII

¡ATENCIÓN!

¡ESTÉ CAPÍTULO NO A SIDO REVISADO NI CORREGIDO, PUEDE TENER FALLAS DE ORTOGRAFÍA Y DE GRAMÁTICA!.

Wang Yu Ran.

Yu Ran tranquilízate, tal vez está borracho, tal vez no sabe lo que hace, debe de haber una explicación para esto.

— He Yue ¿Que significa esto? — pregunto con la esperanza de que todo sea un malentendido.

La doncella y He Yue se separan, me miran sin importancia. La doncella se sienta en sus piernas y le susurra algo en la oreja mientras se ríe.

— ¿Que esta pasando aquí? He Yue — preguntó de nuevo dejándome llevar por la furia poco a poco.

A He Yue le parece divertido lo que le dice la doncella por qué tan solo sonríe divertido — ¿Tu ... — me mira por encima del hombro — crees que estás a mi altura? Seré príncipe heredero y necesito a mi lado a una buena mujer pero... — su mirada me recorre de pies a cabeza y cuando finaliza suelta una risita — no quiero a mi lado a una bastarda.

¿Enserio me dijo eso? ¿Se refiere a mi? Mis manos comienzan a cerrarse en puño — ¿Todo fue una mentira? ¡Contestame! ¡¿Lo fue?! — He Yue me mira y rueda con fastidiado los ojos — ¡Yo confíe en ti! ¡Yo creí en ti! ¡Me dijistes que confiara en ti y lo hice! — no soporto más y comienzo a llorar — ¡Incluso en este momento espero que estés mintiendo! ¡Que me estés probando!.

— pensé en utilizarte para conseguir más apoyo para ser heredero al trono pero estar contigo es el mismo infierno — dice con indiferencia.

— dime qué es mentira, por favor ¡Esto debe de ser mentira!.

He Yue ríe — mira lo patética que te vez, Yu Ran — He Yue se levanta y camina hasta mi y con su mano acaricia mi rostro — me das asco, no soporto verte y la culpable de la muerte de mi madre eres tu. No eres necesaria aquí, solo eres un maldito estorbo ¿Por qué no lo entiendes?.

Es culpa mía, baje la guardia y me deje engañar pero aún sigo esperando que sea todo una mentira.

He Yue me da la espalda y camina hasta la doncella donde comienza a besarla, sin importarle que estoy llorando por el, sin importarle lo que siento.

Me quito la horquilla que me regaló, me doy la vuelta y camino hasta la puerta — el que me a traicionado eres tú, atente a las consecuencias por qué nadie se burla de mi y sale impune, ...no acabaré hasta que estés destruido — suelto la horquilla dejándola caer en el suelo y salgo de la habitación.

Camino por la calle que quedó desierta por la lluvia.
Así mejor, nadie me vera llorar.

— Maldición Yu Ran ¿Cómo te dejastes engañar — me digo a mi misma — ¿Por qué confiaste en el? ¿Por qué sigues esperando que sea mentira?.

Jamás me habían humillado de esta forma, jamás había llorado de esta forma, jamás debí haber creído en el.

Trató de caminar pero mis piernas no responden y termino callendo sentada en el suelo, golpeó el suelo con rabia, grito con impotencia y lloró tan patética.

Creí que era real, creí que podía ser amada, creí en el.

Después de gritar y golpear el suelo con todas mis fuerzas me quedo sentada en el suelo mojado, solo dejo que la lluvia me acompañe mientras lloro.

Alguien se acerca y sostiene una sombrilla para mí ¿He Yue?. — ¿Alteza? — Levanto la mirada, es Shi Wang que sostiene una sombrilla evitando que me moje más — ¿Se encuentra bien?.

Agachó decepcionada la mirada — Pensé que serías el — comienzo a reír pero al final es un sollozo — ¡¿Por qué espero que sea el?!.

— su alteza levántese, se enfermara - Shi Wang trata de levantarme pero me niego.

— el me mintió — comienzo a llorar — ¡La gran ministra de defensa llora por un hombre! ¡Que divertido! ¡Que estúpida! — golpeó de nuevo el suelo — ¡Que crédula! — golpeó de nuevo pero más fuerte.

— hay piedras en el suelo — advierte Shi Wang — Basta — pide pero lo ignoro.

¿Que importa si hay piedras? ¿Que importa si las golpeó? ¡¿Que importa si me lastimo?! No pararé hasta tener la mano destrozada. Es lo que me merezco por ser tan estúpida.

— ¡Que inútil! — golpeó está vez lo más fuerte que puedo, golpeó una y otra vez sin importar que el agua a mi alrededor está de un color rojo.

— ¡Dije basta! — Shi Wang me levanta y me obliga a mirarlo — ¿Sirve de algo llorar? ¿Cambiarás algo llorando? Dime ¿Lo harás?.

Grito y lloro sin importarme el espectáculo que le estoy dando a Shi Wang.

Shi Wang me besa y yo solo mantengo los ojos abiertos — ¿Por que tenías que enamorarte de él y no de mi? — susurra cuando separa sus labios de los míos. Pone mi cabeza en su pecho y me abraza fuerte — el tuvo la oportunidad y no supo cuidar de ti. Dame la oportunidad de protegerte — Shi Wang toma mi brazo y lo pasa por su hombro para después cargarme.

No contesto a su pregunta, simplemente me aferró a el y oculto mi rostro en su pecho, trató de calmarme pero es inútil, sigo llorando hasta que no puedo más.