capítulo II

36 2 0
                                    

¡ATENCIÓN!

ESTE CAPÍTULO NO A SIDO REVISADO NI CORREGIDO, PUEDE TENER FALLAS
TE ORTOGRAFÍA Y GRAMÁTICA.

Wang Yu Ran

Hoy es el cumpleaños número quince del cuarto príncipe, me tengo que dar prisa si quiero llegar a tiempo.

A toda prisa me dirijo al palacio.

Llevo cinco años lejos de casa, desde que el emperador me hizo ministra de defensa.
Al principio no estaba contenta pero así podría proteger al emperador y a mis hermanos, así que acepte. No miento, en más de una vez he estado al borde de la muerte pero estoy feliz, al menos así soy de ayuda en algo.

Cuando llego al palacio los guardias me saludan y me dejan entrar, desde lo lejos veo a mis hermanos desayunando cerca del estanque así que voy a donde ellos, en cuanto me ven me saludan.

— ¡Hermana Yu Ran! — dice el cuarto príncipe — Cuanto tiempo sin verte.

— También te extrañe — le dedicó una de mis sonrisas más encantadoras.

— Hermana Yu Ran ¿Cuando volviste de la frontera? ¿Estas bien? — el segundo príncipe siempre preocupándose por mi.

— Acabo de llegar a la capital — digo mientras lo saludo con una reverencia — Estoy bien no tiene por que preocuparse.

— Es bueno verte de nuevo — dice arrogante la primera princesa, no se por que pero siempre me a odiado, creo que por que soy más bonita.

— Se nota — digo sarcásticamente.

Miro en la mesa y en ella hay varios regalos.

Muestro una espada dorada — Es para ti príncipe Ki Jin — se la entrego y el gustoso la toma — Le deseo una feliz y larga vida.

El príncipe mira con emoción la espada — Gracias hermana Yu Ran — Hace una reverencia y me sonríe.

— Se que quieres ser parte del ejército — pongo mi mano en su hombro — Se lo pediré a su majestad para que empieces con tu entrenamiento lo antes posible.

— ¿En serio? — dice incrédulo — Muchas gracias hermana Yu Ran.

— ¡Vaya! no pensé que podrías caer tan bajo Yu Ran — el primer príncipe camina hacía nosotros, mirándome por enzima del hombro como siempre. — Estás ofendiendo al hermano menor Ki Jin — Se sienta cómodamente en una de las sillas.

Tanto Qu Tan como He Yue siempre me han odiado, realmente no lo entiendo, en el pasado nunca los ofendí.

Realmente no recuerdo haber hablado normalmente con ninguno de ellos.

Me pongo a la defensiva — ¿En que momento ofendí a Ki Jin?.

— Le das una estúpida espada vieja y oxidada como regalo de cumpleaños, claramente lo estas ofendiendo — Mira la espada y hace una mueca de disgusto.

— Esa espada a pasado por numerosas batallas y me a acompañado en todas mis victorias. — Tomo la espada y dibujo sobre ella — La espada "milagro celestial" es una espada única, ligera, elegante y con un corte perfecto. Nunca eh perdido ni una sola batalla con ella y me a salvado la vida en varias ocasiones, sin duda alguna es una espada que traerá victorias y buena suerte a su propietario, por eso es perfecto para el príncipe Ki Jin.

Hay un silencio incómodo, nadie dice nada.

He Yue me mira con desprecio y después se ríe en mi cara — ¿Tu, te atreves a corregirme? No olvides quien soy, tu sólo eres un un escudo para esta familia, dirigirte a mi con respeto.

Princesa imperial Donde viven las historias. Descúbrelo ahora