Capitulo XXXI

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¡ATENCIÓN!
¡ESTÉ CAPITULO NO A SIDO REVISADO NI CORREGIDO PUEDE TENER FALLAS DE ORTOGRAFÍA Y DE GRAMÁTICA!.


Wang Yu Ran.

Corro rápido entré los guardias imperiales, abriéndome paso hasta el medio.

Empuñó con fuerza mi espada y comienzo a pelear.
Una chica me patea haciéndome caer, me levanto y clavo mi espada en su hombro pero llega otro rebelde y me patea en el rostro.

Caigo pero me pongo de pie, clavo mi espada a cualquier enemigo que veo.

— ¡Ayuden a la hermana Yu Ran! — miro detrás de mi y está Ki Jin con el ejército del sello, Ki Jin corre hasta estar a mi lado — protegeré tu espalda.

Sonrió y miro al ejército — ¡No dejen que entren al palacio! — ordeno — ¡Maten!.

Corto todo a mi paso y vuelvo a ver a la mujer que hace un momento, ella me mira y corre hacia mi.
Lanza golpes que apenas duras conecta. Pateó su cintura y su cabeza haciendo que caiga, levanto mi espada con intención de matarla pero un hombre me toma como muñeca de trapo y me lanza al suelo.

Trata de golpearme pero ruedo evitando sus golpes, tomo una espada de algún caído y la clavo en si garganta.

Ki Jin me ve y me ayuda a ponerme de pie — ¿Dónde están los demás?. — pregunto.

— no te preocupes, escaparon, estarán bien — contesta mientras protege mi espalda.

Un hombre se acerca a Ki Jin pero el no se da cuenta, corro hacia el hombre y lo apuñalo hasta que cae al suelo.

Ki Jin mira al hombre y después me mira a mi — gracias, el pudo haberme matado — dice para después ser atravesado por una flecha, una flecha directo al corazón.

Me quedo helada mirando como el cuerpo de Ki Jin cae al suelo, me acerco a el y recargo su cuerpo en el mío. Los guardias a nuestro alrededor hacen un círculo protegiéndonos.

— lo siento … — dice sonriendo — creo… que no podré cuidar tu espalda.

— no... — niego conteniendo las lágrimas — estarás bien — miro la fecha y en ella hay un líquido verde, veneno,  quito la flecha y la herida comienza a sangrar, hago presión en ella. — Ki Jin estarás bien.

— muchas gracias … por ser mi hermana — dice llorando.

Me aferro a su cuerpo y lo abrazo mientras trato, en vano, de no llorar — no te vayas, no te vayas también, quédate conmigo ¡Por favor! — suplico.

Pero la mano que se aferraba a mi brazo, cae inevitablemente.

Miro a Ki Jin, cierro sus ojos y con cuidado lo acuesto en el suelo — ¿Quien fue? — susurro mientras miro a mi pequeño hermano — ¡¿Quien fué?! ¡¿Quien fue?! — grito desesperada — ¡Da la cara!.

De la nada todos los soldados se detiene y se arrodillan. Aún arrodillada a lado de Ki Jin levanto la mirada.

Miro atónita al hombre que camina hacia mi, levantando en alto el sello de los ejércitos.

¿Cómo lo tiene? ¿Cómo supo dónde estaba? ¿Por qué lo tiene el?.

— Shi Wang ¿Que estás haciendo? ¿Por qué tienes el sello?. — pregunto pero el solo me mira — ¡Maldita sea contesta! — en la otra mano sostiene un arco, miro a mi alrededor y el es el único que lleva uno, los ojos me arden y el nudo en mi garganta se vuelve doloroso — ¿Tú me quitaste a Ki Jin? ¿Mataste a mi hermano menor? — ante su respuesta faltante me desespero — ¡¿Lo hicistes!?.

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