❛ enemies

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resumen: típico cliché de enemigos que terminan gustándose (; creo que ha quedado bastanteeee largo. En mi imaginación Sirius sigue viviendo con sus padres.

JAMES

El castaño se dirigía al campo de quidditch con su escoba ya pulida y con Sirius a su lado contándole sobre la linda chica Huffelpuff que había aceptado ir con el a Hogsmeade, —Canuto, sinceramente eso no me interesa en este momento recuerda que tenemos un partido en tres días —dijo Potter al llegar al lugar saludando a sus demás compañeros de Gryffindor —cierto, lo siento, hay que practicar bastante no deberíamos subestimar a tu chica —James volteo a ver a Sirius con el ceño fruncido, enojado por las burlas y comentarios que todos los merodeadores le decían desde su tercer año.

Ese año en el que James entro al equipo de quidditch y perdió en su primer partido contra ti mientras le mostrabas la snitch dorada en tu mano, "deberías de alardear menos y esforzarte más" fue lo que salió de tus labios dejándolo furioso y derrotado en el campo, por lo que se había prometido a si mismo tratar de ganar en todos los partidos que tuviera contra Ravenclaw. Los merodeadores al ver a su amigo tan afectado por una chica no dudaron en empezar sus burlas, hasta ahorita en su sexto año.

Y es que tal vez esos libros que Remus le comentaba durante las largas noches de invierno no estaban tan lejos de su realidad, esos en donde los protagonistas se odiaban y terminaban enamorados tratando de ocultarlo. Por que si bien lo único que recordaba James durante la practica era la sonrisa ladina que le regalabas cuando chocabas tu hombro contra el suyo entre los pasillos y tu vibrante mirada que terminaba cruzándose con la de el cada vez que volteaba a verte en el gran comedor.

Los gritos de toda la escuela que subían su ego ahora solo parecían lejanos susurros mientras te veía frente a frente, —no sé cómo es que vamos a jugar, el clima es pésimo —dijo Meadowes sacándolo de sus pensamientos el chico asintió y agarró firmemente su escoba debido a los fuertes vientos —si es necesario dejar de jugar lo haremos —recordó la entrenadora antes de hacer sonar el silbato para comenzar el partido.

Las capas rojas y azules volaban rápidamente de un lado a otro pero James solo te veía a ti sin poner atención a lo demás. —¿Por qué estás tan distraído Potter? —preguntaste evitando sonar sorprendida —por ti —dijo con la emoción corriendo por sus venas desviando su vista de ti antes de volar por los aires rápidamente siguiendo la snitch que vio al otro lado del campo. Ibas justo detrás de él con el ceño fruncido —has dicho eso para distraerme —gritaste enojada tratando de alcanzarlo.

Pasaron debajo de varias gradas hasta subir a lo más alto de los cielos, no pudiste seguir más porque el aire estaba haciendo que tambalearas sobre tu escoba y la humedad de las nubes hacían resbalar tu cuerpo, —hey, con cuidado —James dejo de lado la snitch y te ayudo a bajar con cuidado a la superficie viendo de reojo a dos compañeros caer de sus escobas siendo detenidos por Slughorn.

Gracias —suspiraste bajando de tu escoba para abrazarlo sintiendo sus firmes brazos enrollando tu cintura, no tardaron mucho en escuchar los cuchicheos de todos por lo que se separaron con sus mejillas sonrojadas, diste la vuelta dispuesta a ignorar la forma en la que tú corazón palpitaba —en el próximo partido prepárate para perder —grito James antes de regalarte un guiño ignorando a los chicos que le exigían a gritos una explicación.

𝐌𝐄𝐑𝐎𝐃𝐄𝐀𝐃𝐎𝐑𝐄𝐒 | STUFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora