Todo empezó en vacaciones cuando fue por primera vez a tu casa y estuvo durmiendo en tu cuarto por dos semanas, los primeros días aun no te acostumbrabas a su presencia por lo que dejabas tus prendas tiradas en el suelo cuando no le atinabas al cesto de ropa, así fue como James encontró un par de bragas de color pastel, él no tenia esas intenciones solo quería ayudarte a recoger el desastre pero saber que esa tela había estado en contacto con tu cuerpo hizo que se excitara demasiado, así que antes de que llegaras a la habitación las guardo en el bolsillo de su pantalón.
Inventando una tonta excusa se encerró en el baño de tu habitación mientras lo esperabas acostada en tu cama viendo una película, una vez controlo su respiración por la emoción saco tus bragas y con sus dedos temblorosos bajo su pantalón haciendo que su dura polla rebotara contra su abdomen, envolvió su mano bombeándose mientras llevaba tus bragas a su cara donde ahogo un gemido antes de aumentar la velocidad. El sentimiento de vergüenza y de angustia de saber que estaba haciendo algo desagradable solo hicieron que el nudo en su estomago se intensificara, después de dejar un beso sobre el lugar en el que estaba seguro que tu clítoris se rozaba llevo la tela a su punta bañada en pre-semen, no podía tardarse tanto así que empezó a mover sus caderas torpemente contra su mano en un fuerte agarre imaginando que era tu apretado coño y así se corrió, dejando tus bragas escurriendo con su caliente semen.
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҂SIRIUS
Ama saber que no tienes experiencia en el sexo y como pasas desapercibidas ciertas cosas como su erección cuando te sientas sobre su regazo o sueltas pequeños gemidos cuando te estiras después de un duro entrenamiento de quidditch, sabe que esta mal aprovecharse de eso pero sabia que te gustaba, después de todo terminabas con las bragas mojadas y de rodillas pidiéndole que te tocara porque ni siquiera sabias como tocarte y mucho menos alcanzar un orgasmo por ti misma.
—No te muevas tanto —susurro sobre tu oído, podías sentir su miembro endurecido entre tu trasero, él te había explicado porque pasaba eso así que no podías sentirte mas emocionada por hacerlo sentir bien, ignorándolo por completo seguiste meciéndote de adelante hacia atrás disimuladamente ante los ojos de las demás personas que estaban en la biblioteca, no pasaron mas de cinco minutos para que te levantara y te arrastra hacia la torre de astronomía porque no alcanzaría llegar hasta su cuarto. Cuando encontró un buen lugar, no fue necesario decirte algo porque ya te encontrabas de rodillas apretujándolo con tu mano encima de sus pantalones, —ya sabes que hacer, cariño, cómo te he enseñado —dijo mordiendo su labio ansiosamente mientras bajabas su ropa interior, besaste su extensión desde su pelvis hasta la sensible punta antes de tomarlo por completo sintiéndolo en tu garganta como te hizo practicar con un dildo que te había regalado.
