Narrador omnisciente;La tensión era algo que sobraba en esa gran habitación con ventanales amplios en la que se encontraban ambos chicos. Jungkook la miraba con su típica mirada intensa y algo intimídate para ella, cuando en realidad sentía una mezcla de preocupación con rabia y sobre todo impotencia; la impotencia de saber que no pudo hacer nada por Alexandra y que ella se encontraba en un situación poco agradable debido a las personas que los estaban persiguiendo. Mientras tanto, Alexandra no hacía más que sostener con dedos temblorosos las sábanas de seda negras que la cubrían, tratando de evitar la mirada dura y profunda que le daba el pelinegro frente a ella.
—¿Quién fue? Dímelo —siseó el de cabellos negros, quien mantenía su mandíbula tensa.
La castaña seguía sin poder mirarlo, ella sabía las sensaciones que causaban esa mirada, pero sobretodo, no se atrevía a decirle la verdad. Le daba mucha vergüenza y a la vez miedo. Ella no entendía el porqué Jungkook se tomaba tantas molestias con ella, ni porqué podrían interesarle sus problemas familiares cuando solo se conocían desde hacía una semana y no había nada entre ellos excepto esa tensión sexual que siempre los envolvía, pero definitivamente tampoco le gustaba la manera en que el pelinegro apretaba sus nudillos hasta el punto de dejarlos blancos.
Eso le asustaba realmente.
—N-no fue nada... —respondió y se reprochó muy en el fondo cuando hasta su propia voz le falló. Carraspeó antes de volver a hablar— No tiene importancia.
Obviamente al pelinegro no le había gustado para nada esa respuesta, y la manera en la que sus párpados se cerraron y su mandíbula se tensó, lo confirmó. Era evidente que trataba de mantener el control de si mismo, no quería mandarse una cagada frente a la mujer que lo había tenido como idiota hormonal durante la última semana, pero no estaba siendo nada fácil.
¿Cómo podía simplemente decir que no tenía importancia lo que había sucedido?
¿Acaso no se daba cuenta de que había llegado con dos perforaciones en su cuerpo?
¿A eso le llamaba nada?
Esas preguntas rondaban por su cabeza mientras procuraba retener la poca paciencia que aún quedaba en él.
—G-gracias... por haberme salvado... —la voz de la fémina salió casi en un pequeño hilo de voz, mientras sus ojos estaban fijos en algo tan simple como lo era jugar con sus dedos.
Estaba agradecida con Jungkook, eso era un hecho. De no ser porque él no había dudado ni por un segundo en traerla directamente a su casa y haber conseguido un médico para atenderla, no sabría lo que hubiese sido de ella, en ese estado de desorientación en el que se encontraba luego de haber sido golpeada tan fuertemente por su madre. Pero acá la realidad era otra y era que por más agradecida que estuviera, estaba más que claro que ella pretendía cambiar de tema para desviar la atención del pelinegro de ese asunto tan desagradable como lo era su madre.
Jungkook no pudo evitar que una sonrisa incrédula con cierto tono de ironía se plasmara en sus labios.
¿De verdad ella pensaba que él se dejaría persuadir de ese modo tan fácil?
Claramente no lo haría. Él conseguiría una respuesta, su decisión era determinante.
—Alexandra —habla entre dientes— No trates de cambiar el tema. Estás en mi cama, golpeada y con dos heridas, y eso, no es algo sin importancia, como acabas de decir. Así que te lo volveré preguntar, ¿quién te hizo esto?
ESTÁS LEYENDO
[🦋] When it comes to you [JJK]
FanfictionEs increíble como el destino hace de las suyas. Cinco años encerrado dentro de las murallas que yo mismo creé a mi alrededor para no ceder ante mis sentimientos nuevamente, y llega justamente ella a mandar todos mis esfuerzos por el caño y a revoluc...