Atenea Miller
—Esto es ridículo —admitió Eros.
— ¿Eres o te haces, imbécil? —pregunte seriamente.
—Es estúpido, su ego desbordante cubre todo su cráneo —aclaro Teseo.
— ¡No es mi culpa ser demasiado guapo! —exclamo con una sonrisa de suficiencia.
—Físicamente los seis somos iguales, imbécil —recordó Teseo.
—Ojos azules —numere con mis dedos.
—Caballo lacio color negro —añadió Heracles.
—Pestañas y cejas espesas y envidiables —siguió Artemis.
—Cuerpos que cualquiera mataría por tener —dijo con simpleza Deimos.
—Somos casi perfectos —sonreí con egocentrismo.
—Lastima su actitud de mierda —recordó Derek.
—Espérate y te preguntamos estúpido —sonrió falsamente Eros.
—No es necesario que preguntes, todos sabemos que eres el más estúpido de todos —siguió Derek.
— ¡Imbécil! —Eros estaba a punto de lanzarse sobre Derek pero fue interrumpido por Deimos.
—Eros tranquilízate —odeón serenamente.
Siempre admire a Deimos por ese aire de superioridad que lo rodeaba a él, incluso era superior entre nosotros, instantáneamente Eros se detuvo e incluso Derek dejo de discutir, Deimos era prácticamente al único que le acatábamos ordenes aunque estuviéramos enojados.
—Y a todo esto, ¿para dónde mierdas vamos? —pregunte.
—Que fina —admitió Eros.
—Cállate, imbécil.
—Dejen de discutir —volvió a ordenar Deimos.
Rodé los ojos en dirección de Eros y el devolvió el gesto.
—Aquí la única pregunta es, ¿Por qué carajos nuestra madre tuvo que invitar tantas amigas nuevas que hizo? —pregunto Deimos.
—Mamá es muy socializadora —recordó Artemis.
—Algo que claramente nosotros no sacamos —recordé.
—Somos como clones de papá, intimidamos a medio mundo —sonrió orgulloso Heracles.
—Más bien parecen cinco gorilas y una mona —se burló Derek.
—Ja. Ja. Ja —ironizo Teseo.
— ¿Entraremos o solo veremos esta mierda? —volví a preguntar.
— ¿Enserio tenemos que entrar? —pregunto Artemis.
—Nuestra madre nos espera —informo Heracles.
—Los hijos de las amigas nuevas de mamá están ahí —resoplo Teseo.
— ¿Estas diciendo que tendremos que socializar con esos? —pregunte indignada.
—Solo tienes que socializar, Atenea, no te morirás —dijo Derek.
—Cállate si no quieres que te pegue un puñetazo.
— ¿Cuántas nuevas amigas hizo mamá? —pregunto Teseo.
—Cinco —respondió Deimos.
— ¿Cinco? —pregunto extrañado Heracles.
—Sí, son las madres de los cinco populares del instituto —aclaro Derek.
— ¿Qué? —pregunte confundida.
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Hola Mi Diosa
Short StoryElla, una chica con un metro con setenta centímetros de altura, cabello negro como la noche, tez blanca y unos ojos tan azules como el mismo mar, carácter fuerte e intimidante. El, un chico más que esta perdidamente enamorado de ella, para sus amig...