DIA CUARENTA Y OCHO

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Noventa y cinco y noventa y seis

Hola Mi Diosa

¿Qué demonios te pasa Atenea?

¿Por qué ahora estuviste alejada de todos? Incluso de Derek y Jayden.

¿Por qué ellos no se acercaron a ti? Simplemente te daban miradas de lástima que tú respondías con miradas de odio y cansancio.

¿De qué te has cansado?

A veces me siento como un completo imbécil, mírame aquí, preocupándome por una chica que ni siquiera me conoce, por una chica que me toma como un juego, por una chica que me ha botado a la basura porque ya no le sirvo. Has jugado conmigo Atenea y sin conocerme.

¿Cómo sería si me conocieras? De seguro fuera tu juego favorito.

Pero a pesar de todo me preocupo por ti, porque no creas que tus ojeras han pasado desapercibidas para mí, porque las he visto perfectamente al igual que el cansancio en tu mirada Atenea, puedes intentar esconder tus sentimientos pero tu apariencia no.

¿Qué sucede?

-Atentamente, un Honey curioso.

.

.

.

Ojalá si te aceptasen por primera vez
Y entendiesen que es que todos merecemos bien
Que no existe una persona que no deba de tener
Ya que somos circunstancias que nunca elegimos ser.
Beret – Ojalá

~Nota entregada en el casillero~

~Nota entregada en el casillero~

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