Prólogo.
Siglos atras.
En el Olimpo.
-Las guerras están arrasando con tantos humanos a su paso. Tenemos que impedir que siga.
-eso lo se,pero son ellos mismo que lo provocan,la avaricia está acabando con ellos. Yo no puedo hacer nada. - dijo Zeus - ¿cuantas armas tenemos por ahora?
-solo quinientas espadas,Hefesto se encargó de forjar más pero.. - hizo pausa uno de sus soldados.
-¿pero que ?
-está pidiendo una audiencia con usted mi señor.
Zeus suspiro.
-Bien dile,que venga.
Su soldado salió del gran salón y Zeus permanecía en el trono mirando a su hijos jugar en el jardín sagrado con muchas aves cantantes.
Las puertas del palacio se abrieron y Hefesto camino hacia Zeus. Dos guardias caminaban detrás de él protegiéndolo.
-mi señor - inclinó su cabeza Hefestos.
-Hefestos, bienvenido ¿que puedo hacer por ti?
-mucho mi señor, pero vengo porque me han dicho que necesita más armas para la guerra.
-si,necesito mas para mis hombres,pero tengo la sensación que esto tendrá un costo ¿no es así? - dijo Zeus inclinándose sobre su trono.
Hefestos mostró una sonrisa.
-así es.- se movió para estar mas cerca del dios - quiero algo a cambio.
-¿que ?
-Unas de tus hijas.
Zeus soltó una risa burlona ante eso. ¿Una de sus hijas ? Estaría loco si daba a una de sus hijas en Matrimonio. Sobre todo a Hefesto que era un dios demasiado desagradable., si lo tenía en el olimpo era por petición de Hera,ya que le daba muchas joyas y tronos de oro para ella formadas con sus manos.
-No lo pienses tanto Zeus. Ambos sabemos qué me dirás que sí.
-¿por qué estás tan seguro?- pregunto Zeus.
-por qué necesitas armas, e oido rumores que los humanos están en guerra ,sobre todo en unos cuantos días los dioses estarán presenciando.
Zeus apretó la mandíbula.
-Es verdad,por eso quiero las armas.
-Entonces te las daré a cambio una de tus hijas. - dijo Hefesto. Se giró y miró al jardín ,dónde una pequeña rubia corría alegre. - quiero a Afrodita.
Zeus lo miró con furia.
-No,mi hija no te la daré.
-entonces olvídate de las armas - soltó Hefesto ante la mirada furiosa del dios.
-mi hija vale más que unas armas, No la prometeré..
-Entonces ya no forjare más para ti,y le dices a Hera que se olvide de los obsequios que le he dado.
-¡No! - se escuchó la voz de Herá al entrar al salón,había escuchado la conversación sobre su hija. - no puedes dejar que deje hacer mis obsequios.
-Hera, tus malditos obsequios no me interesan. Vale más mi hija.
-Pero sabes que también las armas se están acabando y la guerra aún sigue. Las armas de Hefestos son las únicas que pueden acabar con nuestros enemigos.

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Afrodita ( libro 8 ) +18
RomantizmSinopsis Para Afrodita, ser la Diosa del amor,no era nada sencillo, mas cuando te enamoras de un hombre que no puedes tener y que tu padre te promete en matrimonio con un Dios olímpico, Ahora solo quedara luchar por su libertad y estar con el hombre...