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La tía nos llevo cerca de la zona del museo, fuimos a comer a un pequeño local de sushi, era muy muy lindo, terminamos de comer y fuimos a la plaza que estaba detrás del Museo, era muy grande, demasiados locales, en donde yo vivo no es nada comparado con esto. Mi ciudad es bonita pero nada comparado a esto definitivamente.

Cheque mi reloj eran 4:30 de la tarde.

Dios mío solo media hora más.

No podía dejar de morderme el labio de los nervios que sentía, estaba tan emocionada.

- ¿Estás lista para ver al amor de tu vida? - me decía Paola mientras se quedaba viendo los aparadores.

- No, tengo nervios, mi mente está jugando conmigo, de qué vamos hablar durante todo este tiempo y ¿si no viene? - dije sin más.

- Tranquilizate, cuando empiezas con tus cosas eres insoportable. El no es así, obvio que vendrá no te atrevas a decir eso de él. Sé tú misma, eres un amor, ya verás que le encantaras, confía en mí - mientras me apuntaba con su dedo.

Solo pude suspirar, no tenía más que decir.

Decidí seguir matando el tiempo.

Volví volver a mirar el reloj. 4:55

- Es hora de irme, iré en donde nos quedamos de ver, deseenme suerte - les dije mientras tomaba la mano de cada una un poco nerviosa.

- Diviértete mi vida, disfrútalo y tranquila, solo disfruta el momento, no hay más, hazme caso - me dijo la tía.

- Siii, relájate hombre, todo saldrá bien, te echamos porras desde acá, seguiremos aquí, aún falta mucho por ver, cualquier cosa marcanos - me dijo Paola mientras me guiñaba el ojo.

- Está bien está bien - solté el aire - me veo bien? ¿Todo está en orden? - mientras daba una vuelta enfrente de ellas.

- Anda ya, te vez increíble, eres hermosa, anda, debe de estar esperandote.

- Gracias por todo, las quiero - mientras empezaba a alejarme de ellas.

Fui directo a las escaleras mecánicas, baje y seguí el camino de salida de la plaza.

Debía caminar la mitad de la cuadra para llegar al Museo. Habíamos quedado que nos veríamos en la entrada del museo.

Cuando llegue no veía mucha gente, era muy poca, empecé a divisar entre la gente lentamente para ubicarlo pero no lo veía.

Vi el reloj aún faltaban 3 minutos. Tranquilizate Gabriela, aún está a tiempo, solo relájate, relájate.

Había una banca sola a unos cuantos metros de la entrada, decidí sentarme para esperarlo ahí.

Para matar un poco el tiempo revisaba mi teléfono de vez en cuando.

Noticias de Facebook, la cuenta de Instagram, no tenía más que hacer, me aburría de una y entraba a otra, de nuevo.

4:15

Solo sé le hizo un poco tarde, una persona como él siempre se les cruzan cosas importantes y tiene que atenderlas si que sí.

Volvía mi vista al teléfono.

Después de un rato alcé mi vista y vi una figura con una capucha en la cabeza acercarse, sentí como mi corazón empezó a latir a mil por ahora, creo que es él.

El chico alzó la vista y no, no era.

Vaya, si que estoy muy paranoica. Ya relájate

4:30

Wow, ¿Tanto me distraje?
Ya es tarde.

Me pare de la banca y mire a los alrededores y no lo veía. Me quedé quieta en mi lugar, empecé a ver a más y más gente por la calle.

4:45

Por favor no me hagas esto Kim.

5:00

Y no llegaste.

No tengo como localizarte. Creo que es mejor que me vaya.

Sentía un nudo en la garganta. Sentí como resbaló una lágrima de mi ojo.
No sabía cómo explicar lo que sentía en estos momentos. Escuche como trono el cielo, perfecto.

Empezó a llover, nisiquiera me apure en entrar a la plaza, entre empapada y vi a Paola y a la tía enseguida.

Paola me vio y se acercó corriendo con cara de preocupación.

- Qué paso, ¿por qué vienes con esa cara? - me dijo preocupada

- No llegó - dije sin más y salieron sin más lágrimas de mis ojos.

- Ay no, ven - me abrazo

...

Llegamos a la casa y sin más subí al cuarto.

- Mañana  temprano nos vamos de regreso Paola así que prepara tus  cosas - dije sin más

- Pero... Gaby, no podemos irnos, que tal que pasó algo con Tae - me dijo acercándose

- No lo estoy haciendo por Taehyung, te recuerdo que tengo que regresarte a casa y tus papás quieren que regreses ya, aparte ya no tenemos nada que hacer aquí, mañana nos vamos - cerré la puerta.

Me senté en la orilla de la cama y empecé a llorar sin más.

Que ilusa fuí, como alguien como él va a salir conmigo. Que tonta, tonta tonta eres.

La casualidad no existe | KIM TAEHYUNG Donde viven las historias. Descúbrelo ahora