El hogar en tus brazos

Capitulo 4

—Dios, no puede ser me quede dormida de nuevo!...
-Candy, Candy...
-cuando vas a aprender!

Se decía para ella misma pues se le había hecho tarde, quedar soñando despierta hasta tarde.
Memorizando las cartas de  Albert, se le había hecho  una rutina.

-Vamos Candy, apúrate!  (se decía para si misma apresurada ).

Entraba al Hospital, al área de pediatría, listísima a empezar su día.

A los lejos un hombre alto, rubio de ojos azules la observa con una sonrisa. El doctor James Smith.  Soltero, Facciones finas , nariz respringada, Sin duda alguna era guapísimo.

(bendito, si hay hombres guapos con esta descripción, este es un comercial de mi parte).

Candy llega agarra su carpeta y lista  a empezar su ronda.

—Candy! ( la llama la enfermera jefe su nombre era Mónica, era una mujer muy sabía y estricta )

—Si !.

—Hoy comienza en esta sala,(apuntan el ala izquierda) Con el Doctor James.
tú serás la enfermera que lo asista.

—Si Jefa como usted ordene!

Las otras enfermeras que estaban cerca solo se miraron entre sí.

—No puede ser Flamy, a Candy le a tocado trabajar con el doctor James.

— Está bien  Natali, todas debemos seguir las reglas de nuestros superiores.(contesto)

Flamy se acomodaba los lentes y observaba disimuladamente.
-Como te odio Candy, nunca me a gustado como atraes a los demás, con esa sonrisa idiota.

Mientras que el Doctor Smith  se alegraba por la suerte, al estar cerca de esa enfermera rubia de ojos verdes  con la que estaba dispuesto a compartir parte de sus mañanas.(Como me gustas, pensaba)

—Señorita White?

—Oh! si Doctor Smith pero por favor llámeme Candy!

—Muy bien Candy, si me llamas James, prometo llamarte Candy, que por cierto es un nombre bien  dulce. Te va muy bien.

—Gracias Doctor,  perdón James.(dijo Candy ruborizada)

Así comenzaron su día  labora.

James era un doctor muy cariñoso con sus pacientes, y Candy indiscutible era una enfermera de las mejores en esa área.
Hacían un buen equipó de trabajo.

Así pasaron mucho días.
Aquel joven Doctor aspiraba a ganar el corazón de nuestra dulce Candy, pues le gustaba, y deseaba una relación  formal con ella.

Un día a la hora de su Almuerzo, James trataba de avanzar. Pues sabía la hora exacta para encontrar  a aquella enfermera rubia hermosa de ojos color esmeralda que len estaba robando suspiros, y pensamientos .(si, esos pensamientos de querer ustedes  ya saben, también los tenía).
Terminó vio la hora, y se dispuso a salir de ahí para ir por sus sacrosantos alimentos.
donde estás diosa de mis sueños. (Pensó).
La divisó y bueno aquí voy, necesito estar más cerca de ti.

—Me permites hacerte compañía, Candy?

—Doctor! Claro que si.

—James Candy, simplemente James.

— Como digas James, y qué tal va tu día?

—De maravillas Candy, de un tiempo acá trabajar en este hospital.
y en esta área me llena de ilusión.

Candy lo observo y sonrió.
Luego que James la  vio a los ojos por unos segundos (coqueto)
se dispusieron a terminar sus alimentos. ( Claro, Candy con lo despistada.  Encontré un amigo).

Gracias por leer y acompañarme en esta aventura.  Abrazos.
                               Paty Andrew🍂