Capitulo 21

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La mansión en Lakewood  había amanecido  con muchos movimientos, el personal  tenía una semana corriendo de aquí para allá, la tía abuela daba órdenes tratando de organizar hasta el último detalle.
En la habitación de Candy,  Dorothy  ponía todo de su parte para  tener listo hasta el último  detalle, el vestido de novia de Candy se erguía en su maniquí, Albert había puesto a los modistos y decoradores  de la familia a trabajar en tiempo récord,  la mansión de Lakewood se encontraba preciosa,

—Vamos Candy! Hoy tienes que usar más ropa que de costumbre , decía de manera divertida Dorothy

—Que nervios! .... Nunca imaginé que este día llegaría, hoy me casó. Con mi PRÍNCIPE DE LA COLINA! ... todavía no lo puedo creer?!... Candy dio una vuelta  acercándose a su vestido, estaba de sueños. Ella misma lo había escogido con la tía Elroy!!!!

Flash Back....

Albert y Candy, se encontraban en la mansión de Lakewood desayunando, cuando la Tia Elroy aparecía ,  sin previo aviso a La mansión

-Buenos días, se han levantado tarde a desayunar? Eso no está bien, hay que dar buenos ejemplo como cabeza de los Andrews.- ( ya llegó la tía a dar clases)

— Tía Elroy!?... dijeron  los dos al unísono.

—No se levanten, terminen  sus alimentos, subiré a mi habitación, en una hora me gustaría verlos en la biblioteca.—

Albert y Candy asistieron con sus cabezas.
—Albert! ... que pasará ahora? Por que la tía está aquí?
—Tranquila pequeña, conociendo a la tía, se ve serena. No tienes por que preocuparte.

George llegaba a la mansión  con  una pequeña caja en sus manos. — buenos días Señor Willian, señorita Candy—

—Buenos días George- dijeron Candy y Albert al mismo tiempo.

—Que tienes ahí George,  Albert al estar más cerca reconoció el cofre, era un tesoro familiar, se  guardaba en el banco bajo máxima seguridad, los únicos que tenían permiso de Acercarse a ese cofre y dar autorización de sacarlo de su lugar, eran Albert y la Tia Elroy. Nadie podía tener acceso a ese cofre.

—No señor William, esto Madame Elroy,  me a pedido, que lo trajera a Lakewood.

-Hmmm, creo imaginar

-Albert estoy nerviosa.

-Tranquila Candy,  todo va a estar bien. 

Después de desayunar Albert, prefirió ir hablar con su tía, quería probar el terreno para cuando la tía  hablara con Candy.
Albert llamó a a puerta de la tía. Salió una de las mucama a abrir la puerta.
-Quisiera hablar con mi tía.
-Señora, el Señor  quiere hablar con usted. — hazlo pasar el retírate— Si, señora, con permiso.-

—Tia, que gusto  tenerla cerca de nuevo, dijo Albert dándole un beso en la Mejía.

—Hijo, yo también te e extrañado, no quiero que sigamos mas distanciados. Por eso e querido venir a apoyarte. Perdona a esta vieja siempre e querido lo mejor para ti. 

—Gracias Tia Elroy, yo soy feliz  por que la mujer que amo, me a aceptado, pronto será mi esposa, Amo a Candy tía.

-Esta bien, ya entendí, sigo pensando que no es la adecuada, pero si es la mujer que elegiste, te voy a apoyar

Albert no queriendo discutir  y por respeto a la tía solo dio un abrazo.

 El hogar en tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora