Uno; Listos.

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Se encontraba en la oficina que había en su casa sentado recargado a su silla con sus ojos azules cerrados, acomodo su flequillo para después suspirar cansado, tenía su traje formal ya que no había tenido tiempo de cambiarse cuando llegó del trabajo.

Se escucho la puerta de su oficina siendo abierta y después cerrada, abrió los ojos y sonrió.

Con su traje aún puesto, sus rizos estando desordenados, su sonrisa con hoyuelos y sus dos hermosos ojos verdes brillando.

—Mi amor. —Habló el ojiazul.

—¿Cansado? —Pregunto con una media sonrisa mientras se acercaba a su esposo.

—Demasiado, nunca tuve tantas ganas de golpear a alguien como las tuve con Gates.

—Lo sé, sabes que nos viene jodiendo desde que estamos en la universidad. —Louis tomó por la cintura cuando el rizado se sentó en el regazo del castaño.

—No hemos tenido tiempo de nada. —Se quejó mientras que el rizado dejaba un camino de besos de la mejilla hasta los labios del ojiazul.

—Lo sé. —Empezó un beso que Louis correspondió más que feliz.

El beso estaba subiendo de tono cuando se escucharon gritos que hicieron a la pareja alertarse, Harry se paró lo más rápido que pudo y corrió hasta la puerta de la gran mansión con Louis atrás suyo.

↣↣↣

La castaña de ojos verdes, estatura alta y una sonrisa de oreja a oreja iba corriendo por la gran casa.

—¡Yo abro! —Grito Gemma ya corriendo hacia la puerta principal, al llegar encontrándose con Bianca, una de las empleadas, a punto de abrir la puerta. —¡Bianca! Deja, yo abriré, tú sigue con tus ocupaciones.

—Si así lo desea. Con permiso, señorita Horan. —Sonrió dando media vuelta y dejando a Gemma en la puerta.

Gemma abrió la puerta con emoción encontrándose con Nicole, su hermana menor que hace dos años no veía gracias a que se había ido a terminar la carrera a otro país.

Nicole era de baja estatura a comparación a sus dos hermanos mayores que son de una estatura algo alta, un cabello castaño oscuro y ondulado, ojos verdes, facciones finas y una tez blanca.

Gemma y Nicole gritaron al mismo tiempo, la menor se aventó a los brazos de la mayor haciendo que ambas caigan al suelo pero sus sonrisas no se borraban para nada.

Harry llegó corriendo a donde estaba toda la escena con la preocupación a flor de piel.

—¿¡Que pasó aquí!? —Preguntó el rizado preocupado viendo la escena mientras que un ojiazul llegaba por detrás de él igual de preocupado.

—Era sorpresa, pero nuestros gritos lo arruinaron. —La mayor de los hermanos Styles sonrío y vio a su hermano. —Mira quien volvió. —Apuntó al cuerpo arriba de ella.

—¿Nicole? —Harry abrió sus ojos sorprendido por todo.

—Esa misma. —Sonrió levantándose del piso. Dirigió su mirada a Louis que se encontraba unos metros lejos de ellos volviendo a gritar. —¡Louis! —Corrió hacia el ojiazul con una sonrisa y se lanzó a sus brazos.

—Hola, pequeña. —Sonrió correspondiendo el abrazo.

—Te extrañe. —Sonrió plantando un estruendoso beso en la mejilla del hombre. —¿Como es de esposo el simio de mi hermano? ¿Sigue roncando? ¿Que tan... —Interrumpió sus propias palabras con su grito al sentir alguien cargándola en su hombro como costal de papas. —¡Harry! ¿Que te pasa, animal? ¡Louis, haz algo! ¡Gemma, ayuda! ¡Suéltame, hijo de... —No siguió al sentir nuevamente el piso en sus pies.

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