Home (we'll make this feel like home)

Tres; Bienvenidos a casa.

Usualmente Harry y Louis no iban de compras, en su lugar iba algún empleado, pero esto lo tenían que hacer ellos mismos.

Era viernes y se habían tomado el día, tenían que tener todo listo para el sábado.

—Azul pastel. —Volvió a repetir Harry.

—Morada pastel. —Louis lo miro.

Llevan veinte minutos peleando por el color del edredón para la cama de Alyssa.

—Pongámoslo azul. —Harry tenía el ceño fruncido.

—¿Por que morado no? —Frunció igualmente el ceño.

—La conocimos con un vestido azul. —Atacó Harry.

—¿Y?

—Podría ese ser su color favorito.

—Harry, no lo sabemos, pongamos el edredón de Aleister azul oscuro, el de Azael gris y el de Alyssa morado pastel. —Concluyó mirando a su esposo.

—Está bien, amor. —Harry finalmente sonrió.

Eligieron los edredones y le pidieron ayuda a su chofer para subirlo al carro, ellos siguieron su camino por la plaza buscando una que otra cosa para la habitación de los niños.

—¿Crees que les guste todo lo que les llevamos? —Preguntó Harry.

—Les gustará todo, te lo aseguro. —Y dejó un beso en la mejilla del más bajo.

Al final del día Harry y Louis habían estado por todo Londres comprando muchas cosas para que los niños se sintieran cómodos, ellos sabían muy bien que lo material no era amor, pero esta era sólo un regalo, ellos les darían todo el amor que no tuvieron en estos años.

↣↣↣

El sábado llegó y Harry tiene a todos los empleados trabajando sin descanso. Son las nueve de la mañana y a las doce de la tarde deberían pasar por los niños, Harry esta despierto desde las jodidas seis de la mañana.

Louis se va levantando, llevaba solo un pantalón de pijama, no traía camisa, nunca la usaba para dormir.

Salió de la habitación y se encontró a todos los empleados de un lado al otro.

—¡Bianca! —La mujer se detuvo en seco y volteó. —¿Que está pasando?

—El señor Tomlinson nos está haciendo limpiar la casa para la bienvenida de los jóvenes. —La mujer suspiró y volteó a ambos lados. —Ya limpiamos más de cinco veces.

—Joder... Bianca dile a todos que dejen de hacer lo que sea que estén haciendo, yo hablo con Harry. —Louis sonrío y se alejó después de que la mujer asintiera.

Camino por la casa y encontró a Harry la habitación que sería para Azael.

—Hazz. —Llamó y el rizado no le hizo caso. —¿Harry, qué haces?

—Limpio.

—Eso lo veo. —Dijo con obviedad. —Ya está todo limpio, ven acá.

—Louis, tiene que estar limpio y perfecto para ellos.

—A veces eres algo perfeccionista.

—No me importa.

—Amor, basta. —Tomó del brazo a Harry. —Tienes a todos de arriba a abajo, cálmate, ellos estarán bien y cómodos.

—Lo siento, de verdad, es solo que... —Suspiró. —Estoy nervioso, quiero que se sientan cómodos.

—Lo estarán. —Beso la frente del ojiverde.