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Especial; Por siempre y para siempre.

Seis años.

—Louis, si sigues poniendo de esa manera los ojos, se te van a quedar así. —Entrecerró los ojos.

—No es verdad. —Y siguió haciéndolo.

Y luego se trabo.

—¡Hazza, no veo! ¡Ayuda! —Parpadeó varias veces pero su mirada seguía bizca.

Harry rodó los ojos y le dio un fuerte golpe en las sienes haciendo que el niño sacudiera la cabeza.

—¡Harry! ¡Era ayudarme no destrozarme la cabeza! —Y luego lo miro. —¡Funcionó!

—Lo sé. —Sonrió.

Para tener seis años Louis era muy ocurrente y hacía cada cosa que se le viniera a la cabeza, su mejor amigo, Harry, siempre lo sacaba de los líos en los que se metía.

—Te quiero, Hazza. —El ojiazul se acercó y besó tiernamente la nariz del rizado.

—Y yo a ti, Lou. —Sonrió.

Se miraron y empezaron a reír.

Ambos niños boca arriba mirando el techo de la habitación de Louis que tenía estrellas de goma.

—¿Hazz, seremos amigos por siempre? —Su mirada seguía pegada al techo pero su voz infantil llamó la atención de Harry.

—Sip, lo seremos. —Sonrió y tomó la manita del niño. —Hasta el fin de los fines. —Y soltó una risita.

—Por siempre. —Dijo Louis mirando a Harry.

—Y para siempre. —Dijo Harry mirando a Louis.

Diez años.

Louis llevaba más de una hora encerrado en su habitación y Harry sentía que se iba a matar.

—Lou, ábreme. —Lloriqueo.

—No.

—Por favor.

—No.

—Abre. —Suplicó.

—No.

—¿Por que?

—Cuando te crezcan los rizos te abro.

—Louis, mi mamá fue quien quiso cortarme el cabello. —Dijo con obviedad.

—¡No piensan en mis sentimientos! Yo vivía por tus rizos y ya no hay nada. —Dramatizó.

—Louis Tomlinson, para la semana siguiente ya tendré los rizos hace menos de dos horas que me cortaron el pelo, así que ahora mismo me abrirás esta puerta o... —Se quedó pensando unos segundo y habló. —Me sentare junto a Steve en clase.

La puerta fue abierta bruscamente.

—¿¡Acaso me odias!? ¡Primero los rizos y luego esto! —Una fingida mueca de dolor hizo a Harry sonreír de lado y enseñar un hoyuelo.

—Oh, mi Lou, no me sentare con nadie que no seas tu, ahora tengo el pelo lacio por alguna razón pero la semana que viene tendrás mis rizos. —Sonrió lo cual hizo sonreír al ojiazul.

—Bien, ya que soy muy joven para morir por unos rizos, igual siguen siendo mi razón de vivir. —Puso una mano en su pecho de manera dramática. 

—Louis Tomlinson, tienes diez años y vives por unos rizos. —Soltó una pequeña risa.

—Vivo por los rizos de mi mejor amigo. —Corrigió con una sonrisa orgullosa.

—Como sea. —Rodó los ojos. —Veamos algo en la tele.