F Ü N F Z E H N - Zusammen

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⚠️ADVERTENCIA DE CONTENIDO⚠️ Pensamientos suicidas/Intento de suicidio.

Si estás luchando con autolesiones, pensamientos suicidas u otros desafíos en tu vida, quiero que sepas que no estás solo. El siguiente capítulo podría ser difícil de leer para algunas personas, por lo que recomiendo saltar al siguiente si no te sientes preparado para leerlo.

 El siguiente capítulo podría ser difícil de leer para algunas personas, por lo que recomiendo saltar al siguiente si no te sientes preparado para leerlo

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ENERO, 2019.

Dejé el bolígrafo sobre la mesa, junto a la nota que había escrito pidiendo perdón a todas las personas que podrían verse afectadas por mi decisión.

Había pasado tan solo un mes desde que mis padres se habían marchado, pero se sentía como si hubiese sido ayer. Esa opresión en mi pecho se hacía más grande cada vez que los recordaba, a pesar de que intentara no hacerlo. Estaba perdida, triste, ansiosa, y sobre todas las cosas, estaba molesta.

Ellos se habían ido y la vida seguía su curso. Nadie había podido hacer nada para impedirlo, y mucho menos había ocurrido alguna intervención divina que los trajera de vuelta. Pero lo que me enfadaba de todo esto era que Harman y Heinrich me habían dejado de lado, como si quisieran recalcar que lo sucedido había sido mi culpa.

Sabía que pude haber hecho mil cosas diferentes esa noche, estaba segura de que podía ser la heroína de la historia y que después del susto pasaría a ser solo una anécdota más de las que contábamos en las cenas navideñas. Pero tenía que echar todo a perder.

—Idiota, idiota, idiota... —murmuré para mí misma, presionando mis sienes con los dedos.

Mi voz retumbó en la habitación, recordándome una vez más el adjetivo por el que me había llamado los últimos días. Eché un vistazo a mi alrededor solo para asegurarme de que había dejado todo en su lugar.

Los libros estaban perfectamente ordenados en la estantería por color y editorial, el escritorio no tenía un solo rastro de mí además de la nota que había escrito, la cama estaba hecha y carrito de pinturas junto al caballete en la esquina de la habitación estaba organizado y con un lienzo que mostraba lo último que había pintado. Era una cabaña de madera a la orilla de un río, con muchos árboles frondosos a su alrededor cubiertos por nieve y el reflejo del agua mostrando una chica asomada desde una de las ventanas de la casa.

Allí era donde iba a ir.

No pude evitar fijar mi vista en el espejo mientras terminaba de repasar la habitación, encontrándome con la mirada apagada de lo que alguna vez había sido mi aspecto. Llevaba una camiseta unas tallas más grande, una chaqueta oscura, pantalones cortos debajo y el cabello suelto y enmarañado. No recordaba la última vez que me había peinado, mucho menos lo que había comido. Intenté sonreír a mi reflejo, pero en su lugar logré una mueca bastante torcida.

Estaba lista para irme.

Tomé la nota sobre la mesa y salí del apartamento sin mirar atrás, subiendo las escaleras hasta llegar a la puerta que daba a la azotea, que abrí necesitando más fuerza de la que había pensado sería suficiente.

Débil [Libro 1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora