Capitulo 10. Así que ese eres tu.

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Y si duele, duele demasiado. El dolor que nos da cuando alguien nos atrae, nos gusta o nos enamoramos duele en cierto punto. Y más cuando no habías experimentado ese sentimiento tan profundo.Te da una puntaza en el corazón, tu estómago se revuelve pero ya ni de amor si no de tristeza, así se la más mínima palabra que para mucho es insignificante, duele. ¿Por qué tiene que doler? Enserio, me lo preguntó, yo estoy más que clara de mi baja autoestima, aunque no lo demuestre todo el tiempo, trato de solo tenerlo en alguna parte de mi mente guardada, pero que alguien más lo diga, es lo peor.

Sabemos que es la verdad, nos escuchamos nosotros mismo que cuando vemos que estamos mejorando en ese aspecto, te derrumban. O capaz nunca había mejorado, seguir siendo insegura y solo porque personas te ayuden no significa que avances, todo es mental, tu mismo lo conovence, esa vocecita en mi voz me distrae diciéndome constantemente " No, eres fea" " ni hagas esto porque vas a pasar vergüenza", "no sirves", "por eso se tratan así" , y infinidad de palabras a lazar llega, si me preguntan cuál es mi peor enemigo, diría que es mi mente.

Estoy cegada y no hago nada al respecto. Y se que lo estoy. Que jodido es saber eso y no buscar manera.

Soy una cobarde.

Estaba un con Leo, viendo el anime que estaba puesto, cuando el me dijo eso. Me quedé unos segundos impactada–ya ni se porque me sorprendo, todos terminan haciéndote daño– en mi corazón se sintió un remolino, de emociones y no fue de amor, fue de tristeza, mis ojos se aguaron y pequeñas gotas salían de ella. El tenía razón, era una persona sin amor propio, tratando mejorarlo, aunque evitarlo no sea mejorar.

Leo escucho mi pequeño sollozo, solo apagó la televisión y me abrazo, hasta que me permiti llorar en el. Mi mejor amigo sabía todo lo de mi pasado y lo que me atraído a mi presente, también trata de animarme y ayudarme, pero que  ganan con eso sí no coloco de mi parte.

El amor propio es el primordial en uno, uno que cuesta colocarlo en primer lugar en nosotros.

No quería saber de Hugo por los momentos, estaba mal. El chico que me hacía sentir bien, agarro ese punto y lo coloco en su mano apretándolo, no se rompió del todo, pero si causo daño.

Lo peor es que me comía la cabeza debatiendo la sospecha que tenía.

Mi intuición dice que no es Juw, pero otra parte de mi dice que si lo es.  Ahora como hablaré con el, sería raro estar enojada sin ninguna razón, eso no lo dudo.

Pienso mucho, como detesto hacerlo.

Me encontraba en aquella banca alado del gran árbol, no quise entrar a clase, así que me quedé ahí garabteando, había pasado ya dos días de lo ocurrido y no se me venía nada a la mente, de que hacer con mis diseños, estaba bloqueada, trataba de coser y no podía. Ya veo que cuando dice "Cuando te gusta alguien, y esa persona te lastima, no quieres ni levantarte, de la cama" es cierto, solo me senté aquí a contemplar el cielo azul, algo nublado. Ya había entrado la época de la lluvia y aquí ariesgandome a un resfriado, solo vine a distraerme.

El viento frío llegaba a mi cara llena de lágrimas, si el rato me había quedado leyendo un libro que me prestó Leo alguna vez, creo que fue el peor momento de terminarlo porque ahora yo me quiero morir, lo atropeyaron. Mi vida es tan jodida que me toca está ese libro, algunas hojas del árbol caían gracia al gran viento que venía a cada rato, tenía frío. Y con mí ya dije, mi mala suerte me hizo venir con una blusa corta– no me pregunten porque vine así, si suelo utilizar ropa ancha–mi piel se colocaba de gallina, mala idea de elección de vestuario.

Estaba tratando de darme calor con mis manos, abrazándome a mi misma cuando sentí que me colocaron un abrigo en mi espalda así al instante lo agarre de una vez, el frío me tenía mal. No me había percatado quién era, solo me importaba el calor.

When we look at the stars [Actualizando Y Sin Editar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora