Aunque Juwoon le haya dicho algo era evidente que no iban a parar. El podía ser el chico media universidad está enamorada de él, si lo ven con alguna chica cerca, se vuelven unas leonas.
Una chica me dio un vistazo, su rostro de desagrado y envidia llegaba de aquí a Australia.
–¿Por qué la abrazas, Juw? Necesita un abrazo para sentirse suficiente, que ridícula.
Les puedo decir que Juwoon tiene cierto temperamento como Suhoo de true beauty, pude sentir como se tenso.
—No te debo decir del porqué la abrazo o no, emmy no necesita ningún abrazo para sentirse suficiente. Pero en cambio tú, creo que lo quieres porque estás llenando tu supuesta autoestima con insultos cuando en verdad no te quieres y llenas tu ego lastimando personas. Te he rechazo continúa veces y sigues rogando, eso no es quererse mucho ¿Te duele?
Lo que dijo me sorprendió, siendo sincera no me esperaba esa respuesta y se que el puede llegar ciertamente frío, pero esta vez me intimido a mí con sus palabras. Me defendió, pero yo no quería que dijera nada. Nadie más dijo nada, quedaron mudo por la situación, Leo y Jas no iban intervenir porque le di una mirada que ya terminará el tema ahí.
Le apreté el brazo a Juw. Me miró a los ojos, y le moví en la cabeza en negación para que no siguiera. No quería, así lo hiciera, me iban a seguir atacando en otro momento donde no estuviera el.
La chica me miró furiosa. Pero la otra vino a seguir hablando de LadyE. Y yo pensando que ese tema había acabado.
–Lau, modelaste como toda una modelo profesional. Tu belleza abundan pero esos trapos que usaste no lo sé, creo que tú fuiste quien le diste el toque.
Pero creo que es la primera vez Lauren siendo buena delante todos, ella arrugó su cara.
–Primero: ladyE es una persona muy amable y única
Segundo: yo no le di el toque al vestido porque ese vestido su toque, el de ladyE.
Su esencia, su estilo y originalidad fuera vista de París, es encantador, así que no digas esas cosas, cuando tú vistes algo que ni si quiera te queda bien y ni es hecho por una diseñadora.
Cuando oí eso le sonreí. Ella debió ver mi cara que me miró con confusión.
–Me gusta que hayas dicho lo que en verdad pensabas– hablo bajito Martin, se que ella no lo escucho pero pude ver su cara ilusionada.
Por eso Martin la quería, pero sabía que no podía estar con ella. Mostraba otra cara frente de todos y otra con el, y la que mostraba con el era la verdadera. No sé que haya sufrido Lauren para ser así, es una víbora ( como le diría doja cat), pero, se que hay algo más y algún día espero saber su historia, la historia de Lauren y Martin…
Más chicas llegaron y la charla de discusión era más extensas, cada vez había malos comentarios. También había buenos pero esos no me importaba ahora, quería escuchar los malos para saber cómo mejorar o para dejar hundirme ante sus críticas.
Se que escucharlo solo dañaran mi forma de pensar a la hora que quiera diseñar unas de mis obras, pero, quisiera intentar una prenda que le guste a la gente y no a mí, cada quien tiene un gusto particular y las mayorías de críticas es por mi inusual diseño.
No, no. La única que le tiene que gustar es a ti y Natasha.– gritaba mi subconsciente.
Era un debate largo, solo me abrace más a Juw cuando decían algo que me desagradaba, no podía creer que creyeron que le había pagado a los jueces para poder quedar.
..
Nadie deja vivir a nadie, son envidioso. No podemos tener un logro que sin llegué gente que nos arruinen nuestra felicidad, todo se trata de talento. Si fuera pagado mínimo me fueran echado del concurso, es el primer requisito que dice a la hora de inscribirse.
Pedí disculpa a Juw y me levanté. Quería estar sola por un rato, el si sabe la razón real del porqué no quería estar ya ahí. Me dolió más la parte que me rebajaran el trabajo de inspiración de años, a que se metieran con mi físico.
Mi cosa más importante es la moda, me vale mi físico.
Me dirigí al baño, estaba solo menos mal. Abrí la llave del grifo y empezó el agua salir, empecé a echarme en la cara para refrescarme. Pero, no era para eso.
Ya me encontraba llorando, me mire al espejo que esta frente de mi, me inspeccione. Era imposible parar de pensar en las cosas que decían del vestido que diseñe. ¿En serio que hice mal? Si lo hubiera echo mal me fueran eliminado.
Solo das lastima.
Cerré mis ojos con fuerza, no puedo dejar que esos pensamientos me invada.
No llores, Emma. A Natasha le gustó el vestido es lo más importante.
Trataba de darme ánimo, no quería tener recaídas por culpa de sobre pensar pero no funcionaba. No dejaba de dudar de mi talento, primero mi madre y ahora un gran grupo de persona también.
Todo lo que hago es horrible… ¿Cómo pude participar siquiera? No soy capaz de responder mis propias preguntas.
Un mechón de mi cabello blanco, se pegó en mi cara por culpa de las lágrimas, mi ojos estaban lloros. Apenas podía ver con claridad ya que era borroso, empecé a respirar profundo para calmarme.
Y a quien engañaba, mi físico también me jode. Yo era una pequeña que amaba su piel de color, hasta que pasó lo del vilitigo, ahora puedo verme manchas como si fuera un puto animal. Así era lo que siempre me decían.
El mundo siempre te juzga, eso hace que tu propia mente lo haga igual y terminé creyéndolo.
Por el rabillo del ojo ví que alguien abrió la puerta. Y era Lauren– yo no salgo de una– mi cara hinchada por llorar, trate de taparme con mi propio cabello pero fue en vano, ella estaba enfrente de mi.
No se que me colocaba más nerviosa, que se burlara de mi por llorar o porque la sonrisa que le dí allá me haya descubierto.
–Ten– fruncí el ceño, gire lento para ver a Lau roja, quitando su orgullo tendiéndome un pañuelo.
–Gracias.
Se lo dije muy bajito. Y tome lo que me dio ,no podía mirarla a la cara. Lo poco que ví era su cara sería pero como si estuviera pensando.
–De nada– hablo. Ella se arrecosto en la pared con un hombro y me observaba– Te llevas muy bien con ellos ¿verdad?
Solo Asentí, tenía un presentimiento que ella quería decir algo.
»Luego que te beso, se han llevado bien. No es un tema que yo ya pueda hablar, porque el me dejó. Pero quiero decirte que, es un buen chico…
¿Acaso cree que Martín y yo somos algo? Estaría más normal que lo dijera con Juwoon pero con Martin.
Con eso me reí bajito, pero pare antes que le diera algo.
Por fin levanté bien mi vista, pude observar sus ojos marrones algo grandes y estaban rojos, su cabello y ella hoy andaba perfecta. Su ropa era una falda pegada de cuadro con blusa negra. Muy dark academia.
–Lau…– pause, me miró atenta al lo decir su nombre bien, si no solo su diminutivo– No tengo nada con Martín, eso quedó en el pasado. El es solo un amigo que me vive molestando, además me gusta otra persona. Se que tenemos un mal entendido y me odias por eso, pero… ¿Por qué no hablas con el?
Ufs, que bien se sentía hablar sin grito con ella.
Tenía su boca entreabierta, parecía avergonzada– Oh, perdón. Creí que… tu sabes eran algo. – suspiro, amiga sé cómo se siente– Y no te odio, no lo hago con nadie. Mi actitud no fue la mejor, y si creo que deba hablar con el.
–No lo fue, ni la mía tampoco– hable en el mismo tono bajo que ella— Se que Martin estará a gusto de hablarlo.
–Eso espero– miro hacía un lado, triste– Lo conozco desde secundaria solo que yo estaba aquí en la ciudad y siempre estuve enamorada de él.
–Vaya, muchos años– me sorprendió eso– ¿Y a él también gustaba de ti?
Eso le hizo sonreír
–Pues… No, me veía como una amiga pequeña solo porque llevo un año menos que él. Hasta que no se, pasamos por muchas cosas, todavía pasamos…
Le di una sonrisa de boca cerrada. La dejé en sus pensamientos, yo me sentía inquieta.
–Por alguna razón, me siento en calma hablar contigo– murmuro.
Alerta roja, le estoy dando la misma vibras del concurso.
–Ah bueno, tengo que irme. Gracias por el pañuelo, también, fue un gusto hablar contigo Lau– me reí apresurada y salí casi corriendo del baño.
No quiero ser atrapada tan pronto.
***
Ya en casa, sentada en el escritorio con afrente de mi unos cuadros dónde con un ping colocaba todos los diseños que iba creando. Era mi pasatiempo, todavía no habían dicho el nuevo reto, seguro será buscar un estilo propio o hacer un diseño con el tipo de clima, o algo que me guste.
Por si acaso estaba haciendo lo que se me viniera en la cabeza, y era un vestido de estrellas. Ese, creo que iba representar tanto.
Trazaba con un lápiz carbón la figura de la muñeca. Lo hacía de manera delicada, mientras pensaba como empezar el boceto. En este caso iba ser una chica al azar, ya que, siempre en este desafío colocan modelo famosa.
¿Cómo sería trabajar con ellas?, ¿Serán amables o una serpiente? Lo que se, que seguro será muy profesional, mi modelo favorita era Gigi Hadit. Es una diosa.
Con Kendall pues, digamos que quiero una que de todo de sí.
Bueno, ya ando hablando de mucha polémica en mi cabeza. Uy, ¿se acuerdan el problema de Zayn y la mamá de Gigi? Estoy en el lado de Zayn.
Zayn tiene los ojos muy bonitos, como marrones mieles. Igual que Hugo… que les puedo decir, luego de la foto quedo grabada en mi memoria.
Y de fondo de pantalla de mi móvil, habíamos estado hablando como normalmente lo hacemos. Deje de dibujar y agarre mi móvil que estaba a mi lado y prendí la pantalla. De ella proyectaba a Hugo sonrojado tirando un besito, sonreí como una idiota.
Enserio, esa foto era mi maldición. Salía tan perfecto, había detallado cada aspecto de su cara. No utiliza filtro, se le notan sus poros abierto y una piel mixta, pero eso no le quita lo hermoso que es.
Me quiero matar por estar tan cursi.
Pero, en mi interior era como un explosión de sensaciones cuando lo veía. Yo no sé que pasó, que si fue una conexión.
Mi teléfono sonó en una llamada, y era el. Era Hugo, esto de la manifestaciones lo recomiendo.
¿Tenía que responder a juro? Mi corazón se me iba salir en cualquier momento, ya hemos hablado y aún tengo esos nervios presente. Es lindo tenerlo, pero a veces me da una manera no tanto agradable que quiero dejar de sentir.
Soy de esas personas que si siente poco no pasa nada, pero cuando siente mucho la inquietud avanza. Cerré mis ojos y me lleve el teléfono a mi oreja.
–¿Emma, por qué estoy viendo tu oreja?– su voz sale del pequeño aparato que en capaz conectar distancia.
¡Enserio, que patética!. Me doy asco de pensar muchas cosas así, literal, si Jasmin leyera mente se estaría molestándome porque siempre lo hice con ella también.
Y… ¿Cómo que mi oreja? No me jodas. Aleje mi teléfono y era videollamada, ¿Cómo no fui capaz de darme cuenta?– Tus pensamientos de crearte una película será– su risa salía, yo me coloque roja, además mi apariencia no era la más bonita ahorita.
Reprimiendo una sonrisa nerviosa hable– Hey, estaba distraída…
No quería mirarlo, pero obvio que mis ojos se fueron directo emocionada por verlo. Usaba un suéter rojos, su cabello estaba mojado y su mejillas sonrojada.
–Ya vi– hablo mostrando sus dientes en una sonrisa divertida.
–Si, tu sabes tarea…
–Lo se, también he andado con muchos deberes. ¿Es lo mismo que en presencial?
–Um, supongo que te mandan más a ti que a mí, solo que me dejó acumular– eso, mantente serena.
–Cuando no Bella dejándose acumular las tareas.– volteó los ojos– tu excusa es… ninguna, enserio no te nace hacerla.
Negué inmediato. No me nacía, Hugo sabía que odiaba mi carrera. Pero aún así tenía de algún modo esforzarme. No quería ser regañada…
–Para nada, y bien. ¿Qué tal tu día?
Arrugó su cara– algo aburrido para ser sincero, y apenas estamos al medio día. ¿Y el tuyo?
Volvi a mí típico silencio ¿Tendría que decirle?
–¿No te fue bien, verdad?– musitó, su cara se veía triste. A mí se me empezó hacer un nudo en la garganta.
–No, es un tema que casi no toco– mi voz temblaba– a veces pienso, que todos me odian. No se lo que hago, para merecer ese trato y más enfada que yo solo de lastima. Cómo la que te estoy dando ahora.
—Mierda Emma, que no das lastima. A mí no me das lastima, es algo que tienen mal las personas, que ve como va bien en tu vida y solo quiere acabar con eso. ¿Tienes alguna razón del porque se meten contigo?
–Creo que es porque… soy una presa fácil.
–No eres fácil, se meten contigo porque no te quieren dejar brillar.
¿Brillar? Mi padre siempre me lo decía, que nací para brillar. Jamás para que alguien me opaque, lo veía normal viniendo de un padre diciéndole eso a su hija. Pero que alguien más lo dijera, era extraño. El cosquilleo en mi pecho aumentaba.
Me coloque un mechón de cabello tras las orejas, mi corazón latía rápido. Me quedé callada y el observando me.
–Y que fuera un bombillo– bromeé, Hugo frunció su ceño. Hablaba enserio.– bien, no creo que sea el que me tengan envidia, porque soy una persona ordinaria y normal como todos.
–Pero tan solo verte se te ve lo buena que eres Emmaly. ¿Por qué no entiendes que eres tan perfecta en todos los sentidos?
Y de repente él y yo estábamos completamente rojo, quedamos en un silenció. Miro hacía otro lado y no quería hablar, quizás se arrepintió de a ver dicho eso.
Así se arrepienta, eso hizo acelerar mis sentimientos por el. Ya no sabía si me gustaba o estaba sucediendo algo más que un simple gustar.
–No es fácil, créeme. Sí supieras todo lo que viví desde pequeña… me hace sentir insignificante.
–No dije que fuera fácil el enfrentarse. Solo tienes que darte tu lugar. Que nadie te haga caer.
–¿Así sea por algo que me gusta?
–Así lo sea, porque si te gusta es a ti, no te debe importar la opinión de los demás. Si eres feliz con lo que haces o no lo sé, no los escuches.
–Pareces mi terapéutico.
–Soy tu…– dudo en lo que iba decir.– tu amigo y se que desde hace tiempo no la has pasado bien.
–Hay muchas cosas, que me gustaría contar, desahogar. Es como si eso que anhelo decir estuviera bloqueado en mi mente y garganta. –Musite– quiero…
–Me lo contarás cuando estés preparada y cuando yo esté a tu lado. Sosteniendo tu mano, mirando tus ojos y estar ahí para que te sientas segura.
Me encanta. Y no puedo creer que un tema lleve a otro, pero, todo se conecta y eso hace recordar y sentirte miserable.
–Me gusta la idea.
**
Estuvimos un rato hablando y discutiendo sobre temas absurdos. Hablar con Hugo era tan fácil, pero también difícil. De algún modo el me intimidaba. El es inteligente, apuesto.
Me reí a carcajada– Bien, bien ahora pienso que eres daltónico. No puedo creer que algunos no sepan diferenciar el azul agua y el azul lago.
–Es básicamente lo mismo– retiro lo de inteligente.– tal vez no lo sea… pero no se dibujar ni pintar.
–Es lo que enseñan en primaria Hugo.
–No tengo buen ojo para eso.– me miraba sonriente, se había acostado y yo aún seguía sentada.
De un momento un grito de niña llamando a Hugo inundó mis oído, chillo durísimo.
El volteó los ojos y miro a su lado– Kira, no se para que gritas si estás justamente alado mío.
–¿Me interesa? No, pero si me interesa con quién hablas.
Yo observaba la escena tranquila.
–Una amiga, deja lo metiche.
–¿Una folliamiga?– estoy seguro que mi boca calló al piso, y mi corazón se hizo un hueco, me dolió.
¿Será?, no. No pienses en eso, yo le gustó.
–No puedo creerlo, salte de mi cuarto ahora.– se levantó enojado. ¿Cómo enojado se veía tan tierno?, sus orejas se colocaron rojas.
Afs, me doy asco. Que laven mis pensamientos con jabón y cloro.
–¡hhhh, es la chica que te gusta! Es Emma.– me reí un poco como seguían discutiendo hasta que empezó una pelea por el teléfono, podía ver un poco de la cabellera negra de Kira.
–Dámelo, que la quiero conocer.
–La conocerás en otro momento.
Era divertido pero también sería obstinante para los dos, así que interviene.
–em, Hugo si me gustaría hablar con Kira…
Los dos pararon, el llevo el teléfono para ver su cara, se mostraba confundido. Aún así dijo un si con la cabeza y me la paso.
Una pequeña muy diferente a Hugo, apareció en la pantalla. Era blanquita con muchas pecas en la cara, sus mejillas rojizas, y su ojos algo grande. Y su sonrisa era muy tierna.
A Kira le veo futuro de modelo, es demasiado linda.
Volviendo a la realidad, me dio vergüenza que me viera, fue muy obvio lo que hice, me tape la mancha, eso significa que me tape un ojo.
–Oye, no te tapes tu vilitigo, eres muy bonita y diferente. Somos diferentes, mira– acercó el móvil a sus ojos, y pude notar con facilidad que tiene heterocromia parcial.
Siempre he visto foto de ellos en un solo ojo, pero lo tienes en los dos, mitad marron y la otra verde. Si Bakugo la conociera la llamaría “mitad, mitad”. A lo que dijo, me hizo sentir bien. Le hice caso y me deje ver.
–Wow, tus pestañas blancas son increíbles.
–Tu ojos también, pequeña Kira.– le sonreí.
–Okay, se que me veo muy tierna, todos lo dicen. Pero, ¿Qué te gustó de este idiota? No lo veo muy funcional para ti, el cabeza de chorlito.
Vaya, admiro lo directa que es. Me quedé estática, me daba vergüenza decirle lo que me gustó o siento por el. Ya que no somos nada…
–Me gusta que está para mí, me hace reír y, me hace sentir fuera de sí; me hace ser yo misma.
–Que cursi, me agradas. Amo el amor, me gustaría algo como ustedes, no tan literal porque quiero algo propio. Pero el súper poder del amor confío.
Eso me hizo tierno.
–No era creyente del amor, hasta que lo conocí.– Hugo estaba detrás de ella, ruborizado.
–¿Y son novios? El habla todo el tiempo de ti, más no me dice eso. Además no se lo he vuelto preguntar porque aún no le hablo al pendejo ese.
Cierto, se me hacía raro.
–No, no lo somos. Supongo… Y si supe que estás muy enojada con el.
–Te dijo…– Hugo vino y le tapo la boca, se tomaba enojado. No se cómo lo hizo pero la saco de su habitación.
Era lindo ver qué tenía una hermanita, alguien que podía molestarlo y estar con el. Se que un hermano no todo el tiempo se llevan bien, pero estará para ti, en una simpatía grandiosa. Aunque digas “no te extrañaré” si algún día se va, obviamente lo harás. Eso es lo que he determinado observando a las personas.
–¿Y que me iba decir?– el se rascó la nuca.
–Nada, olvidalo. Entonces, supones eh…– ya empezó el de coqueto.
Lo mire mala gana, el sabía muy bien que estos temas me avergonzaba.
–si, supongo. Porque aunque seamos europeos. No creo en eso de ser novios sin a verlo pedido.
–Lo latina sale en ti.
–De hecho si, me gusta su cultura y bueno creo que parece mejor idea.
–Okay, y yo que creía que ya tú eras mi novia.
Su novia, esas palabras que salieron el me hizo temblar. Cómo podía que eso te haga sentir que vas a mil por hora. Contuve la respiración ¿Será que está jugando o le digo que si lo somos y dejo de lado lo que dije?
–Algún día, Romeo. Cuando tú me lo pidas.
–Se que te lo pediré.
Y yo espero que sí lo hagas…
***
Luego de una gran charla con Hugo, no podía dejar de sonreír. Era inevitable que una conversación que para muchos no tiene sentido o no hay nada de interesante, te logra sacar una sonrisa ¿Por qué? Porque te gusta y ves lo lindo que puede llegar gustarte alguien. De una vida normal, de emociones nulas. Das una vuelta y de repente todo gira alrededor de esa persona, ofreciendo todos tus sentimientos y latidos que da tu corazón.
Recuerdo el día que dije “No quiero enamorarme jamás”. Fue el día que papá nos dejó a mi mamá y a mí, pero no por la razón de que se fuera. Si no las peleas del día a día, supe que eso no era amor, solo era necesidad de tenerse pero aún así… para mí, el amor era un sentimiento bloqueado por lo que viví.
—Ya te distrajiste por cuarta vez desde que llegaste– hablo Juw con pereza.
ah, si. Estoy en casa de Juw. El se ofreció que podía ir a su casa para tener más libertad a la hora de diseñar y así me coloca carácter. Aún así me distraigo y Juw tiene mucha paciencia pero se nota cansado de que me distraiga cada segundo que me meto en mis pensamientos.
—Perdona– me disculpé, y coloque mi cabeza sobre el escritorio— Estaba pensando en un diseño.
Mentí, obviamente.
No lo estaba mirando, ya que me tenía en una mesa mirando a la pared. Pero hace rato que lo mire estaba acostado en el sofá en L que tiene. Estaba viendo Love alamr, lo tenía doblado para yo poder escuchar lo que estaba viendo. Porque según él le parecía grosero que estuviera viendo algo y yo no entendiera ni pio de lo que están diciendo.
–No te preocupes, ve dibujando la idea– levanté mi cabeza y lo mire. El estaba en la misma posición que lo ví, pero con los brazos por arriba de su cabeza. Dejando así su abdomen definido a la luz. Y sí, a él le encanta estar sin camisa.
Tampoco me quejo, disfruto la vista.
—¿Qué disfrutas que? – ¿Por qué vida, por qué me odias tanto?
–Así se podría llamar la colección, “Disfruto la vista”– exclamé exageradamente con mis brazos.
—No sabes mentir– ni si quiera me estaba mirando — Deja de verme que me da vergüenza.
–Lo sé, estás rojo está en el pecho.
No lo estaba, pero me gustaba molestarlo. El y yo creamos un vínculo de amistad muy rápido, se me hace genial porque a pesar que Leo es mi mejor amigo, tener otro amigo al que también le tienes confianza esta más que bien.
El se cubrió el pecho con sus brazos, sonreí ante su reacción.
–Afsss– me queje en voz alta, parándome de la silla para estirarme– No se que hacer. Tengo como un bloqueo de diseñar.
Juw coloco en pausa el k-drama que estaba viendo, y se volteó donde estaba hacía a mi. Me daba gracia con sonreía, siempre está con su cara de seriedad pero cuando está solo conmigo. Su ojos se achicaban, su labios se estiraban hacía arriba. Era impresionante como los coreanos se cuidan la cara, Juw por poco no tenía línea de expresión.
–¿No han anunciado de que va?
Negué.
–Estas precipitando, mucho, demasiado para ser más realista. Estée, disfruta del proceso, la emoción y adrenalina que te va dar. Valdrá la pena.
Arrugue mi cara de mala gana.
–¿Para que luego me altere?– le dije como si no fuera obvio, si así estoy ahorita. Cómo sería cuando ya lo anunciarán.
–¿Tú estás en el concurso porque amas ser diseñadora o por que te quieres auto exigir.
Era la primera; tal vez Juw si tenía razón. Me ando estado auto exigiendo desde que tengo uso de razón.
Nah, ni tanto.
A quien engaño, si lo estoy haciendo y más ahorita que me provoca dolor de cabeza y desánimo.
El vio en mi cara que se revelaba la realidad, lo que decía era verdad.
—Um, tal vez. Creo —¿Dejar de ser orgullosa, que es eso? No admitiría que si tiene razón.
—Si, si. Ven acá y despeja la mente un poco.
Camine hasta el sofá, me senté y cerré los ojos. En eso siento que el envuelve su mano en mi brazo atrayéndome hacía el, así yo cayendo en su pecho.
Su piel estaba caliente, tan suave pero medio musculosa. No me disgustaba estar así, claro que si estuviera con una franela fuera menos incómodo. Podía sentir como su corazón se aceleraba, el sonido llenaba mis oídos. Iba tan rápido ¿Por qué iba tan deprisa?
No iba hacerme preguntas, tenía que despejar la mente. Así que aunque no me guste mucho el contacto, esto se sentía cálido. Coloque a descansar mi brazo en su abdomen.
–Nunca vimos las novelas en clase– dijo de pronto.
–Nos están matando con las tareas.
–Y tú qué no las haces, te ayudaré mañana. Si quieres.
Sonreí– Enserio, no sé porque eres tan amable conmigo.
—De algún modo me haces bien, me siento bien contigo y me agradas.
—Pero, haces mucho por mi. Aunque jamás olvidaré lo malo que fuiste ese día en la cafetería de tu tía.
Oí un quejido de su parte.
—Ni me lo recuerdes, fui tan idiota en ese momento.
—Me pregunté porqué lo hiciste— murmuré.
—No tengo respuesta para eso…
Habíamos pasado la tarde viendo Netflix, sin parar de discutir sobre porque el protagonista es tan pegado. Lo cual Juw se ofendió porque el chico era coreano y según el, se identifica. Ahí me tuve que disculpar, porque me avergoncé. Ya era de noche y ni una pizca de creatividad de diseño apareció en mi, me molestaba no tener idea de lo iba hacer. Cuando no estaba en concurso, competencia se me ocurría de todo: quizás se la presión.
Juw estaba con su móvil, aún seguíamos en la misma posición pero más cómodo. Ya que se le había dormido el brazo, al igual que a mí. En eso le empiezan a llegar varias notificaciones de mensaje, sentí mi teléfono vibrar en mi pantalón también. Lo mire extrañada y el también hizo mi mismo gesto. Era el grupo que habían compartido mi vídeo de ese día de la fiesta.
El se quedó mirando una foto, pero como no le importara.
–¿Qué pasa?– pregunté curiosa.
—El grupo, compartiendo fotos de gente así como lo hicieron contigo. Está un chico besándose con una chica. Ni tengo la menor idea de quiénes son.– respondio normal. En eso me mostró la foto. Porque el chisme ante todo.
Pero… en eso mi corazón dio un paro, arrugue mi cejas y le quite el teléfono a Juw para ver de cerca. Era Hugo, besandose con una chica en una fiesta. Mil sentimiento se atravesaron, me sentí mal ¿Pero que pasó? ¿Cuándo fue eso? El dijo que no había besado a nadie más, pero la fecha de la foto salía la que el dijo que no hizo nada. Mi respiración disminuía, la estaba reteniendo, el dolor en el pecho iba creciendo, mis manos empezaron a temblar de la impotencia que sentía. Para eso, sentir lágrimas rodando de mis ojos.
Jamás creí que lloraría por un chico.
Y lamentablemente estoy enamorada.
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When we look at the stars [Actualizando Y Sin Editar]
Romansa¿Qué pasaría si te enamoras perdidamente de alguien que no haz conocido en persona? Que tan solo escuchar su voz o un mínimo mensaje hace que tú corazón se acelere involuntariamente, nunca habías experimentado algo así y mucho menos a través de un t...