「 𝗧𝗵𝗲 𝗞𝗮𝘆𝗮𝗸𝗮𝘄𝗮 𝗚𝗮𝗻𝗴 𝗦𝗲𝗿𝗶𝗲𝘀, book three 」
· ─ ❨ 𝗵𝗲𝗮𝗿𝘁-𝘀𝗵𝗮𝗽𝗲𝗱 𝗯𝗼𝘅 ❩
por siempre en deuda
por tu valioso consejo
Donde Kimi, debido a un problema de su hermano mayor, debe ayudarlo trabaja...
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capitulo seis "llamadas y detalles"
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Al final, Mitsuya no pudo ir a su casa luego de haber ido a hablar con Taiju porque su mamá había salido temprano de su trabajo y dado que nunca la veían, aprovecharon para cenar juntos. Evidentemente Kimi no podía objetar a eso, porque en realidad se encontraba muy feliz de que pudieran pasar tiempo con ella.
Ese día en la noche sus hermanos y ella decidieron que verían una película de terror a petición de Kat, aunque en realidad Kimi dudaba mucho terminarla porque tenía tanto sueño que se conocía y sabía que terminaría quedándose dormida en el sofá. Cuando la rubia se encontraba saliendo de bañarse para ponerse pijama y así ir con sus hermanos, le llegó un mensaje al celular.
«Hola, Kimi, perdón de nuevo por haberte cancelado» —Mitsuya ♡
«¡Ya te dije que no debes pedirme disculpas! Espero te lo estés pasando bien con tu mamá y tus hermanas. Mándales un saludo de mi parte por cierto ;)» —Kimi.
«Yo les diré ahorita cuando empecemos a cenar, ¿tú qué harás hoy?» —Mitsuya ♡
«Veremos una peli de terror. Si no respondo ya es porque seguro me quedé dormida a la mitad» —Kimi.
«¡De acuerdo! Pasa linda noche, Kimi :)» —Mitsuya ♡
Kimi sonrió como una boba enamorada y guardó el celular en su cajón. Le ponía feliz que el chico le hubiera pedido su número porque así podían hablar casi siempre, y además habían tenido una llamada rápida hacia una hora antes donde le contó detalles de lo de Taiju; al parecer había logrado pactar que no le hiciera daño a Yuzuha.
Y como ella lo predijo antes, cuando Kimi tenía veinte minutos viendo la película había caído plácidamente en el sofá. No había tenido problemas para dormir como le pasaba siempre, y no fue hasta en la madrugada que se había levantado a hacer del baño, que descubrió a Hekima en la cocina tomando un vaso de agua.
—¿Qué haces aquí? —le preguntó a su hermana, sobresaltándola y provocando que casi tirara el vaso—. Uy, lo siento, no quise asustarte.
—No te preocupes —le sonrió Hekima, dejando el vaso en la encimera—. Es que hace rato en el parque justo así me encontré con Akkun y casi caigo del árbol.
