𝗨𝗡 𝗩𝗜𝗔𝗝𝗘 𝗦𝗜𝗡 𝗥𝗘𝗧𝗢𝗥𝗡𝗢

Capítulo 07. La estrella moribunda.

Él nunca pensó que su única escapatoria sería el suicidio, y ya una vez que desapareció, todos se preguntaban por qué lo hizo en lugar de por qué nunca gritó auxilio. Muchos dijeron que su última nota fue una mentira, un fruto blasfemo que no se aceptaría por el intelecto humano. Lo llamaron mentiroso hasta que sus restos fueron consumidos por los insectos que penetraron la tumba de un suicida, el pueblo se enfureció y encendieron antorchas para profanar el cuerpo sepultado. Entraron al cementerio y corrieron hasta su tumba para que fuese exhumada, destaparon el ataúd y sacaron los huesos que quedaban del cadáver de un vil farsante. Los perros de los protestantes se llevaron los huesos y los masticaron para deshacerse de sus restos, los hombres encendieron su cuerpo y lo rebosaron de fuego hasta que el cementerio empezó a incendiarse como el infierno.

Así yacían los despojos de un chico que murió en las filosas garras de la depresión y el sufrimiento, después de muerto la mentira continuaba, porque mientras vivo, todo se escondía en una falsa sonrisa. Todos lo despreciaron por muchísimos años, lo pisotearon y lo mutilaron con humillaciones vanas y paganas que lo debilitaron.

Un día sólo cerró los ojos para siempre y nunca más volvió a ser lo que era, dejó muchas notas incluyendo nombres que quedaron marcados sobre su piel como cicatrices que nunca pudieron desaparecer. Le arrebataron la paz, la juventud y el amor propio. Él solía escribir cada noche, su única escapatoria era al mirar las estrellas. Era como viajar a otro mundo, un mundo en el que no hubiese dolor, problemas, miedos y contras, él tenía su propio mundo ficticio en donde era su propio Rey. Él era frío como el espacio y radiante como las estrella. Nunca pensé que hablar de mí, parecería como si estuviese hablando de alguien más. Parece satisfactorio hablar en una tercera persona, que no involucre lo que soy con lo que me está dañando.

"Cada respiración destroza aspiración, me azota la realidad y me ahorca la sociedad".