Último día de una vida pasada, un último día para despedirme de un mundo que nunca favoreció mi existencia. Estoy listo para conquistar nuevos mundos, predominar nuevos tiempos, vivir el momento y sentir mi brillo en la oscuridad para sentirme como una titánica estrella de pulsar. Mi ciclo estelar culmina aquí, y sin dejar mis rastros en forma de estrellas y nebulosas planetarias, dejaré en este espacio numerosas estrellas de neutrones y agujeros negros que marquen el icono de mi existencia. Nunca quise perder mi órbita con mundos errantes, mi única intención era encender la chispa que había en mí y hacerla estallar junto a ese núcleo atómico que estaba por desaparecer, los minúsculos átomos de polvo estelar se fusionaron con mis emociones estrellándose unos a los otros como electrones magnetizados, y en mi interior, comenzó a crearse una poderosa supernova a partir de los restos cósmicos y erráticos que flotaban vanamente en un espacio perdido en soledad y nostalgia. Todo este tiempo estuve corriendo en la jungla entre lobos asesinos bajo la Luna para llegar a donde estoy; un lugar donde merezco estar, donde la música me transforma y me lleva a otras dimensiones en las que puedo ser tan grande y potente como la luz y el tiempo. Estuve caminando entre el fuego para llegar a mi trono, grandes batallas acompañadas de pérdidas, decepciones, melancolías, y la cruda realidad que me golpeaba con la nostalgia en cada segundo; pude seguir comprendiendo mi verdadero significado en este planeta, me sirvió de explotar esa luz que se escondía como un niño asustado dentro de mí.
En cada derrota me luzco como un triunfador donde puedo comprender el valor de intentarlo, perder o darme por vencido. Estuve en un año muy grande lleno de violencia, agresivo, y veloz que finalmente me demostró que pasar por la oscuridad me hace más fuerte y potente como una hipergigante roja, estuve en un lugar donde a nadie le gustaría vivir, donde el malestar no te deja ni pensar. Es ese lugar en donde el sufrimiento roba tu luz y te retuerce como una anaconda hambrienta, estar en un océano oscuro lleno de soledad, perdición, tristeza y sentimientos que se vaciaban tan desgraciadamente. Pero, fue allí donde supe nadar a la superficie, porque sé que lo único que me mantenía a flote era la fe y mí fortaleza, esto dos componentes importantes favorecieron la aparición del oxígeno en mi extraña vida en la que estuve muerto, por primera vez podía respirar en aquel momento que salí de ese abismo tan sofocante y despiadado lleno de oscuridad. Más tarde de tocar islas nuevas, me hice en el fuego y resurgí entre las cenizas, me levanté de entre los muertos y sentí la reencarnación más divina de todos los tiempos. Si hay algo de lo que he aprendido es a no mendigar el amor ni la amistad a nadie, no buscar a quien no tiene tiempo, nadie merece ser maltratado por su indiferencia o sentirse invisible.
Cada uno de nosotros merecemos sentirnos únicos y especiales como los seres humanos que somos; y lo más grandioso que pude aprender, fue de esas personas que te hacen sentir presente y te sienten en la más grande distancia pero que nunca te buscan cuándo su interés lo amerita. Te mereces alguien que sin esperar nada a cambio te lleva adentro, un sabio dijo algún día: ''No existe la falta de tiempo sólo existe la falta de interés'', y como experiencia propia comprobé que no debo esperar nada de nadie y esperar todo de mí. El tiempo sanó mis heridas sin necesitar a alguien que las desinfectase, aprendí las enseñanzas de la vida y de mis temores. A raíz de ello sé que la persona más importante en dedicarle mi mayor tiempo es a mí mismo, y a no esperar a quién no me espera, porque mi cariño debe ser para quien me quiere y me comprende sin juzgarme. No hay nada más que hermoso que ver mi sonrisa frente al espejo. Este nuevo año será mío, vendrá acompañado de grandes decisiones porque valgo más de lo que puedo imaginar. Este año será mi victoria porqué así lo he decidido, cada mal recuerdo será expulsado al cielo bajo la deslumbrante y radiante luna que brilla como una mina de diamantes. Mi alma se extiende al más allá en este viaje sin retorno al que le llamo vida, el inicio de un sueño donde volaré en la Vía Láctea por millones de lugares en los que nunca he estado. He vivido en un sueño toda mi vida, atrapado en una burbuja que flota en la oscuridad sin temer a caer, siento que he despertado y soy más joven y fuerte que ayer, me levanté entre los muertos y deslumbre la civilización de los vivos, hoy tengo muchísimo más equilibrio para seguir caminando esta cuerda floja que es la vida. Si caigo estoy dispuesto a levantarme de nuevo y seguir este gran camino a la cima dónde pertenezco
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𝗨𝗡 𝗩𝗜𝗔𝗝𝗘 𝗦𝗜𝗡 𝗥𝗘𝗧𝗢𝗥𝗡𝗢
Teen FictionUn adolescente de 15 años deberá luchar contra sus miedos e inseguridades para llegar a su destino, en medio del bullying y las malas calificaciones en la secundaria decide escribir el diario de sus sueños en donde se reflejan cada una de sus pasion...