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Tokyo, Japón.
(meses atrás).👣

Decir que Japón después de lo ocurrido en corea del sur estaría bien era más que un futuro nada asegurado, además de llevar apenas seis meses en observación tenía el embarazo de soobin, hizo a los científicos temblar, los estudios decían que el bebé, ya estaba en su etapa final, el estómago del omega era demasiado grande y su estómago parecía un huevo, pues en cualquier momento podría romperse el "cascarón".

Las grietas en su piel eran aterradoras, pero tenían miedo de la cosa que fuera a nacer a este mundo lleno de problemas.

Soobin fue atendido de la forma más cruel, sin tener que ir a un hospital tuvo que tener a su "cosa" en el laboratorio, más específicamente en una de las habitaciones de experimentos, entre muchos científicos que jugaban a ser los doctores y enfermeros.

Hwasa era la que más esperaba por el nacimiento de esa cosa, suponía que todas las sustancias que había inyectado en soobin más los genes infectados del omega, podrían crear un monstruo, y gracias a los genes de yeonjun esta cosa podrá ser un humano superior al de todos los más inteligentes del país como una de sus investigaciones finales para poder revivir a su hija.

El bebé o la cosa no tuvo un desarrollo como un bebé normal, pues estos terminan por nacer a los nueve meses, sin embargo el de soobin duró seis, y durante esos meses soobin había tenido una gran sed de comer carne cruda, los antojos más extraños de un embarazo, por lo que pensaron que esa cosa enserio no era humana.

—¿Cómo está el?. — Preguntó Hwasa refiriéndose a la cosa o lo que sea que haya nacido.

El científico de nombre yoongi, había salido de aquella habitación de experimentos con unos guantes y bata llenos de sangre, su rostro no parecía preocupado puesto a que no era lo que pensaban.

—La cosa es un bebé, y es una niña. — Aclaró el hombre, sorprendiendo a Hwasa la cual no podía creer lo que estaba diciendo. —Sin embargo...

—No me estés asustando min. — Imploro la mujer bastante nerviosa.

—Hwasa, ella.....

—¡Noo!. — se escucho el grito del omega dentro de la habitación alertando a ambos científicos.

Ambos corren rápidamente dentro de la habitación, con un gran miedo de lo que pudo haber pasado, al entrar a la habitación todos los científicos estaban frente del omega con una expresión preocupada, una de ellas intentaba hablar con el pero el seguía gritando que se alejaran.
Hwasa quito a todas del camino para poder ver lo que estaba sucediendo y al quedar frente al omega, sus ojos se abren de la impresión.

Soobin estaba llorando a gritos de que se alejaran, mientras en sus brazos tenía un bultito pequeño entre sus brazos, en una pequeña sabana blanca que tenía algunas gotas de sangre, Hwasa entonces supo lo que estaba ocurriendo.

La hija de soobin había nacido muerta.

—¡Calma, tu hija ahora está en un mundo mucho mejor! Danos el cuerpo para poder darle sepultura. — Extendió sus brazos la mujer para que soobin se la diera.

Pero nuevamente este la amenaza a gritos de quererla matar, sus brazos temblaban sin creer la noticia de que estaba su hija estaba muerta.

—¡Váyanse, yo hablaré con el!. — Grito Hwasa en forma de orden.

Los demás no pensaron más y lo hicieron, pues habían intentando de todo para convercerlo de darles el "experimento", jamás creyeron que esto podría estar pasando, porque soobin dio a luz a un cadáver si este parecía vivir las últimas horas antes del parto.

☢︎︎N̶E̶W̶ V̶I̶R̶U̶S̶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora