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Alyssa

Realmente no sé cuánto tiempo ha pasado, pero hoy por fin despierto. Nessa lo ha consultado y lo que me ha dicho no ha sido muy agradable.

Existen hechizos antiguos, magia muy poderosa que ya no se practica. Pero ha resultado que me han hechizado.

Las visiones del espejo son reales, muestran lo que más anhela tu corazón, pero solo funcionará cuando las dos mitades de la misma alma estén frente a frente a cada lado del espejo.

Mi vida está atada a la de Draco. El no puede morir... ya que cualquier daño rebotará en mi, como el de hace un par de meses.

En estos momentos me encuentro en la enfermería. Nessa y las enfermeras han cuidado bien de mí durante los meses que estuve dormida.

Meses. Aún no puedo creerlo, necesito verlo, saber de él.

Para estas fechas se que ha de estar iniciando el año escolar, nuestro último año.

Me siento confundida, aturdida... desconcertada.

Siento qué hay algo en mi queriendo salir, como si fuese a explotar.

- Ha despertado - escucho la voz del director viniendo hacia mi dirección - ¿puedes levantarte?

- Si, señor - asiento con la cabeza y me pongo de pie a un lado de la camilla.

- Bien, eso es bueno - dice el viejo de cabello cano y barba roja - porque necesito que te vayas, tú también, Nessa.

- ¿Disculpe? - No logro articular palabra alguna, es Nessa la que habla.

- Han infringido casi doscientas reglas en mi escuela, entre ellas las más graves, salir del establecimiento cuando no está permitido, internarse en la jungla, bajar al sótano, usar los artefactos oscur...

- Ya lo creo - es todo lo que digo, no pienso seguir escuchando ni una palabra más de este costal de huesos - ve por tus cosas, Ness. Nos vamos.

La Ravenclaw que conquistó Slytherin IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora