¿Cita? (1/3)

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—¡Kenma! —Kuroo entró, una vez más, sin llamar. No parecía haber aprendido la lección. Kenma emitió un chillido y le lanzó los cascos, pero él los agarró al vuelvo y los lanzó sobre la cama.

—¿Qué coño quieres?

—Vaya carácter. —Esbozó una sonrisa socarrona que consiguió irritarlo aún más—. Te invito a cenar.

—¿Tailandés? —Había captado su atención. Kuroo negó—. ¿Pizza?

—Vístete.

—¿Pero no ibas a...? —Entrecerró los ojos al entender a qué se refería—. No, no, no. Pido pizza.

Kuroo se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta.

—Venga, no seas así.

—Que no, ¿para qué vamos a salir pudiendo pedir a domicilio? Qué tontería.

—Te tiene que dar un poco el aire, siempre estás aquí encerrado.

—Pues pongo el ventilador.

—El de la calle.

—Pues abro la ventana.

—Vístete, joder —exclamó finalmente.

—Que no quiero. —Kenma cruzó las piernas sobre la silla y frunció el ceño—. Dame los cascos.

—Me los quedo hasta que te prepares.

—¿Para emitir vestido más elegante? —bromeó y alargó la mano para alcanzar los auriculares, pero Kuroo se alejó de un salto—. Ya vale, dámelos.

—Que no, vístete.

—No me hagas enfadar.

—Solo quiero sacarte a cenar, no seas así.

—¿Eres consciente del doble sentido que tiene eso?

Él asintió y soltó una carcajada. Después retrocedió hasta salir de la habitación, ignorando las súplicas de su amigo.

—¡Kuroo, ven aquí! ¡Kuroo! ¡No pienso ir, no sigas con esto!

Al rato de estar sentado frente al ordenador con el volumen muy bajo para no molestar a los vecinos, desistió y pasó a la Nintendo. No tenía juegos nuevos. Ya se había pasado el último que le había llegado, así que no tenía mucho más que hacer. Se levantó y rebuscó entre sus cajones algo con lo que pasar el rato. Poco después entró Kuroo a comprobar si se estaba vistiendo.

—¿Qué haces?

—Entretenerme. —El viejo cubo de Rubik que tenía guardado en el fondo de su cajonera era frágil y resultaba difícil hacerlo girar sin que se desmoronase, pero era la mejor opción que tenía disponible.

—¿Me tomas el pelo? No te he visto nunca usar el cubo.

—Nunca lo he hecho —aclaró sin inmutarse. Su amigo inclinó la cabeza, apoyándola en la puerta.

—¿Puedes hacerme el favor de vestirte?

—No.

—¿Y si después vamos a la pastelería y te compro una de esas tartas de manzana que te gustan?

Entonces Kenma alzó la cabeza, repentinamente interesado.

—¿Del señor Yamada?

Kuroo asintió.

—Y una alfombrilla de ratón. —. El interpelado frunció el ceño.

—¿De algo en especial?

—Eula. —Kuroo enarcó una ceja y Kenma le aclaró su petición—. De Genshin Impact.

—Trato.

—Vale, pues sal, que me tengo que cambiar.

Tuvo que repetírselo porque se había quedado embobado pensando en la cantidad de dinero que pensaba gastar para sacar a alguien a cenar.

Nunca le costaba tanto contentar a nadie.

HAIKYUU - KuuroKen Timeskip RoomatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora