U N O

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-¿Porqué yo no puedo? - preguntó para si mismo el líder de los demonios mientras sonreía tenuemente, dirigiendo su mirada directo al fuego de su chimenea, en su estudio privado.

-Lord Diavolo - respondió su mayordomo, quien también se encontraba en el lugar.

-¡Está decidido! - exclamó contento al mismo tiempo que giraba para quedar frente a Barbatos - ¡Yo también tendré mi propio humano! - se cruzó de brazos victorioso.

-Joven maestro - comentó el ojiverde al tiempo que se acercaba elegantemente - es cierto que su propuesta para mejorar el proyecto de intercambio tiene puntos positivos, pero también debe considerar lo que conllevaría el traer a otro humano aquí a Devildom, sobretodo para nosotros, ya que se hospedaría aquí.

-Jajajaja! Por supuesto! - Diavolo sonrió afable - Recuerda que el plan de intercambio no es producto de la casualidad, llevo años estructurando personalmente este proyecto, tu sabes muy bien que para mi es importante que tanto el mundo de los humanos como el mundo celestial y Devildom vivan en armonía. Pronto seré coronado Rey y este es mi deseo.

-Por supuesto Lord Diavolo - Barbatos hizo una reverencia- Entonces debe reunirse con Lucifer y con Simeon el arcángel cuanto antes. Todo debe quedar claro señor, ya que serían tres humanos aquí en Devildom.

-Así es, porfavor comunicate con ellos y también incluye a Solomon y Arly, los humanos.

-Entendido señor.

Barbatos se retiró del estudio dejando solo a un muy animado demonio, quien estaba más que encantando con la idea.

Todo parecía marchar de acuerdo al plan, en la cabeza de Diavolo la idea era excelente. El no sólo quería añadir a un humano más a la lista de intercambio, sino a un aprendiz al cual proyectar sus conocimientos, alguien que pudiera llevar todo lo aprendido al reino de los humanos, ya que sería más amigable para la gente de ese mundo si un humano les comparte las experiencias en lugar de un demonio.

-Debo empezar a seleccionar a los posibles candidatos- el demonio rojo se recostó en su cama - debo categorizar y escoger al modelo más idóneo.

Sin más, se quedó profundamente dormido.

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Un día más en Devildom, y ya estaban los invitados listos y reunidos en la sala principal en donde Diavolo los recibía.

-Buen día a todos- saludo dirigiendo su mirada a los presentes, quienes estaban sentados (probablemte por instinto) de acuerdo a su reino.

Lucifer y su humana, Arly, eran los más cercanos a Diavolo, y seguidos de ellos se encontraba Solomon. Todos ellos en el lado izquierdo de la mesa.

En el lado derecho estaban Simeon, el arcángel y uno de los dos enviados por Dios para el intercambio, Luke, el ángel, quien luego de mucho insistir en que debía ser considerado al igual que Simeon, fue invitado a la reunión.

-Parece ser que estamos todos - comentó Diavolo mientras tomaba asiento en la cabecera de la mesa, bajo la mirada expectante de los presentes.

-¿Qué está pasando? - cuestionó Luke de manera privada hacia Simeon, pero todos lo escucharon de igual forma.

-Deben estar confundidos, pero ¡No se preocupen! Tengo excelentes noticias - el joven maestro empezó a explicar.

-¿Tiene que ver con el programa de intercambio, no es verdad? - preguntó Lucifer, tratando de adivinar.

-Así es, hoy vengo a anunciarles que un miembro más del Reino de los humanos se unirá a nosotros!

El asombro no tardó en hacerse presente en los asistentes, ciertos humanos se miraron entre sí agudizando la mirada, tratando de entender la noticia, como si se pudieran comunicar con sólo gestos.

Lord Diavolo > I obey you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora