O C H O

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-Empieza a hablar, te escucho.

Lucifer, quien seguía sentado al borde de la cama junto a su amigo, se acomodó mejor y colocó sus brazos atrás de él apoyándose en el colchón.

-Quiero dejar en claro que el propósito del programa de intercambio siempre fue el mismo, porfavor créeme.

-Jamás dudaría de eso.

-Bien...entonces aquí voy: yo...a ella la observé cuando buscábamos candidatos, recuerdas esa época?

-Por supuesto.

-Ella, en ese entonces tenía 18 años....

Lucifer miró de reojo a su amigo.

-Y a esa corta edad, ya conocía el significado de la palabra sacrificio.

Lucifer regresó la mirada al frente.

-No somos tan diferentes sabes? Ella y yo...-observó sus propias manos.

-Y que te hizo enamorarte de ella?

-Jaja...fue...algo platónico al inicio...lo esforzada que es, siempre optimista o almenos no derrotista...segura de si misma...no como yo....

Diavolo miró a su amigo, y este le devolvió la mirada al instante.

-Me enamoré como ella conmigo al leer esos libros de la biblioteca de su universidad-sonrió y su amigo le devolvió la sonrisa.

-Pero luego?

-Jajaja siempre adivinas - agachó la mirada-luego sentía la necesidad de consolarla cuando estaba triste...

Lucifer miraba el cabello rojo de su amigo, aún húmedo por el aparente baño que había tomado.

-Incluso animarla cuando se quedaba estudiando, no lo sé, siempre creí que los humanos eran seres inútiles y ociosos, porque eso era lo que decían aquí antes de la era de paz...que no se merecían nada...pero ella derriba todos esos prejuicios con su sola existencia.

-Porqué no la escogiste?

-Pues...

Diavolo retomó la mirada a su amigo.

-La observé por dos años, era divertido, pero pensar que podía sentir amor por un humano me aterró...el programa de intercambio vino al año siguiente, y yo me seguía sintiendo así, así de enfermo por ella...

-Continúa.

-Quería contártelo-giró su cuerpo hacía el-quería hablarte de esto porque no soportaba más ocultar algo así, tu sabes que nunca me comprometí, nunca acepté a nadie...

-Si, y tuviste muchas propuestas.

-Incluso soporté que pensaran de mi muchas cosas que no eran, y no me molestaba eso en sí, sino el que no supieran la verdadera razón pero...tu entraste a mi oficina ese día, y yo estaba en una crisis y no sabía como escogerla y que parezca natural... Y luego se cayó la hoja de Arly al piso y tu la recogiste... Y me acobardé.

-Diavolo...

-Pensé que era el destino, así que lo acepté. Pero no duré mucho. Mi necesidad de verla y que esté bien era muy grande.

-Entiendo...

-Tenía que viajar constantemente al mundo humano...

-Espera, pensé que te ibas por negocios.

-Algunas veces si, otras sólo fueron para verla, yo sabía que ella leía sobre Devildom pero no puedo leer su mente o su corazón, no tenía idea que me amaba también.

Lord Diavolo > I obey you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora