D O C E

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Al finalizar las clases del primer día, los ahora tres humanos y los hermanos se encontraron en las grandes escaleras.

¿El propósito? Presentar a Simeon y Luke con Emi, ambos estaban emocionados. Solomon ya había conversado con ella durante clases y descansos junto con los hermanos, descubriendo pasatiempos en común.

-Ey! Ahí está Luke! - señaló Mammon con el dedo- y Simeon! - señaló con el otro índice.

-Hola a todos - Simeon sonrió - tu debes ser Emi, mucho gusto, bienvenida al programa.

-Y yo soy Luke- sonrió de forma enérgica - te gusta cocinar!?

-Hola a ambos - Emi saludó fascinada, no todos los días conocías a verdaderos ángeles - los dos son muy hermosos... Y si - se apoyó en sus rodillas para quedar a la altura de Luke- se cocinar un poco-sonrió.

-Que amable! - Simeon sonrió asombrado.

-Si...mmm...bueno si...- el pequeño ángel respondió sonrojado viendo hacia el piso-...puedes venir a cocinar con nosotros, será mejor que la comida de Solomon, eso es seguro..

-Estoy perfeccionando mi cocina - se defendió el albino serenamente - es buena pero aún le faltan detalles, todo es ciencia, medidas...

-Detalles? - preguntó escandalosamente Mammon- viejo, ni siquiera Beel quiere comer lo que haces!

Tres figuras se unieron a la conversación en las escaleras. Diavolo se colocó al lado de Emi y Lucifer se acercó a darle un golpe en la cabeza a Mammon por grosero.

Barbatos sonreía con sus manos tras la espalda, observando todo, mientras otros alumnos pasaban por su lado en la escalera, subiendo y bajandola. Una breve conversación con los ángeles, disculpándose por no avisarles del cambio de planes y luego todos se despidieron en la puerta de RAD para tomar caminos distintos.

Diavolo, Barbatos y Emi se fueron juntos. Simeon y Luke tomaron otro camino y los hermanos con Solomon se dirigieron a la casa de las lamentaciones.

-Barbatos, disculpe - Emi habló dudosa, mientras caminaban los tres al castillo.

-Dígame joven Emi.

-Supongo que ya sabe las noticias- miró los zapatos lustrados del mayordomo mientras caminaban- me gustaría...que nos lleváramos bien....

Barbatos se detuvo, sorprendiendo a los otros dos.

-Joven Emi- dijo mirándola, pero ahora con un rostro tranquilo, como siempre suele ser- me asusté, tu presencia me intimidó, pero no fue por las razones que crees...

-Vayamos a esas bancas a hablar, estamos a mitad de camino jajaja - señaló Diavolo al pequeño parque cercano.

Ya en una banca de madera, Emi se sentó al medio de ambos demonios. La conversación prosiguió.

-Yo he estado al lado del lord por muchos muchos años....

-Si, entiendo.

-Y siempre he velado por su bienestar, su mano derecha es lo que soy....

-Así es Barbatos - Diavolo se asomó para verlo y sonreirle.

-Nose si estás enterada, pero el joven maestro será coronado pronto y su padre, el gran señor, insiste en que se comprometa.

La humana pasó su mano por su cara algo perturbada pero rápidamente volvió a mirar a Barbatos, quien continuaba.

-Yo confío en mi lord, solo quería evitar problemas para él, que la imagen que ha construido por mucho tiempo debido a su buen desempeño aquí en Devildom se viera opacado.-se lamentó sinceramente - los rumores que oí de él me hirieron, aunque al joven maestro no le afecten...-Emi sintió empatia por él - Además que notaba que él me ocultaba algo respecto a ti... Lo cual me puso más ansioso.

Lord Diavolo > I obey you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora