Un paso a la vez

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Midori cuidaba de las pequeñas mientras esperaba a que los chicos regresarán. Estaban coloreando en la sala, Kyoko les enseñaba algunas cosas que aprendía en sus clases de dibujo.

Se estremeció un poco al oír el ruido de las motocicletas. Sonrió un poco levantándose para dirigirse a la puerta. Ya estaban de regreso. Trato de ayudarles pero no le dejaron.

– Creo que conseguimos todo. Perdón si se rompió algo de la caja – hablo el pelinegro dejando el objeto en el suelo – iba muy rápido, quería revisar pero Mitsuya no me dejó.

– Descuida, no hay cosas frágiles ahí – dice sonriendo con tristeza –

– Tenemos un cuarto libre pero normalmente la usamos de bodega. Baji y yo la arreglaremos para que sea tu habitación – entro cargando con un par de maletas –

– Ayudaré, no puedo sentarme sin hacer nada – toma la caja en su brazos –

No muy convencidos accedieron a qué ayudará, preferirían que guardara reposo, aún se veía cansada.

Dejaron las maletas en la sala. Mitsuya fue por unas cosas para limpiar el cuarto y así los tres empezaron a ordenar el lugar.

No estaba tan mal, solo un poco de polvo. Era una habitación espaciosa tenía clóset, cama , ventana y un buró. Quitaron las sábanas para colocar unas limpias, guardaron algunas objetos sueltos en cajas y las movieron a la esquina para tener más espacio. Una vez limpio subieron las maletas.

Midori acomodó su ropa y demás en el clóset en lo que los chicos preparaban un refrigerio. Fue más cansado de lo que esperaban. Soltó un suspiro al terminar.

Se dirigió al comedor pues ahí estaban todos comiendo trozos de manzana. Parece que a Mana y Luna les encantan.

– Mimi, ¡Taka cortó las manzanas en forma de conejo! - y a su hermana comenzó a gustare también –

– Es verdad, se ven muy bonitas. – se sienta a su lado tomando un trozo –

– Si, ¿Quién es el otro hermanito? – pregunta mirando a su hermana–

– Eras muy pequeña, seguro no recuerdas. Me llamo Keisuke, Baji Keisuke – sonríe ampliamente viendo a la pequeña–

– ¡Tiene colmillos! Se ven geniales – estaba emocionada mirándolo – ¿Puedo llamarte Kei?

– Si que son idénticas, claro que puedes llamarme Kei. Así me dice tu hermana.

Después de terminar las manzanas entre ella y Mitsuya prepararon la comida. Baji cuidaba de las niñas, estás le empezaron a trenzar su cabello, no le molestaba aunque si era un poco vergonzoso.

Cuando estuvo lista la comida regresaron al comedor. El ambiente era agradable y estaba feliz de ver contenta a Kyoko. Al terminar las niñas salieron al jardín a jugar mientras que los mayores limpiaban.

Poco después salieron igualmente al jardín y vieron como Kyoko les contaba una historia a sus amigas.

– El caballero se sentía triste porque no podía vencer a su compañero, pero la princesa fue con él para ponerle un hechizo de alegría. Desde ese día ambos se hicieron amigos – termino de contar dando un salto de alegría. Era muy expresiva –

– Que extraño, suena parecido a cuando nos conocimos – Midori se sonrojo por el comentario de Kei. Y no estaba equivocado, la historia era sobre eso –

– Midori, nos usaste para tus cuentos – está vez hablo Takashi soltando una leve risa –

– Lo siento, no tengo mucha imaginación como ella – no podía verlos a la cara, estaba completamente roja –

Corazón encadenado | Tokyo Revengers | MikeyxOcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora