Corazón encadenado | Tokyo Revengers | MikeyxOc

Extra 2.0

Midori Miyata & Midori Takahashi

Las cosas estaban yendo de maravilla para la familia Takahashi, Kyoko con sus ocho años de edad era muy inteligente e independiente. Por eso mismo le pedía a su hermana que saliera más seguido con Manjiro, solo ellos dos. Ambos estaban sorprendidos por sus palabras pero no era de extrañarse, ambas tuvieron que madurar y crecer para sobrevivir.

Durante las vacaciones de verano Midori pidió varios días de descanso en su trabajo, Kyoko asistía a unas clases de dibujo avanzadas, le ofrecieron una pequeña beca en aquella institución debido a su talento. Por eso mismo aprovecho para salir con Manjiro. Decidió tomar un atajo para llegar más rápido a la casa del chico, iría de sorpresa, apenas eran las doce del medio día.

Conocía bien el lugar, pero había algo diferente en esa ocasión, una casa que no recordaba en lo absoluto, era demasiado grande para no notarlo, eso sin mencionar la alta seguridad que tenía, a decir verdad no le prestó importancia. Tenía años de no vivir por esta zona.

— Buenos días Mimi-chan — pudo oír a lo lejos, la voz se le hacía familiar. Y eso le ponía helada la piel —

— Buenos días — aún así respondió por cortesía pero escuchó a alguien más hablar al mismo tiempo —

De aquella gran casa salió una chica, se veía pálida y delgada, en su rostro se podía observar que no había dormido por varias noches.

— Disculpa, creo que me confundí al saludar — se disculpo Midori sonriéndole a aquella vecina — Me llamo Midori Takahashi. Un gusto.

— Debió ser eso, ya que mi nombre es Midori Miyata. Mucho gusto — hablaba un poco bajo, probablemente era reservada —

— Me imagino que también te dicen Mimi, aunque en mi caso normalmente es mi hermana — le había sonreído para tratar de empatizar y ser gentil —

Miyata estaba mirando hacia un punto fijo, parecía que vio algo que la asustó, hizo que Takahashi se preocupara. Antes de que ella volteara la tomo de la mano.

— ¿Te gustaría entrar? Me trajeron unos bocadillos y es demasiado para mí sola — en su rostro se podia ver cómo intentaba sonreír —

— Encantada, pero no será por mucho rato. Debo llegar a la casa de mi novio — entro en aquella casa, era muy amplia por dentro —

Era aún más grande por dentro, había un pequeño tendedero de colchas y almohadas en la sala, a lo lejos se veía un ordenador con varias pantallas, en estas se podían ver las cámaras de seguridad.

— Disculpa, dormí en la sala y por eso el desorden. Toma asiento, iré por una bebida. ¿Quieres algo en especial? —Miyata ahora parecía más viva, alegre —

— Si tienes jugo, por favor.

En un par de minutos ambas estaban sentadas en la sala, frente a ellas habían varios dulces, galletas, chocolates y un par de vasos con jugo. Para Takahashi era extraño, nunca tenía tanta confianza con un extraño desde que era niña. Pero tenía una buena corazonada con Miyata, además sus nombres eran iguales.

— ¿Está bien si te llamo Mimi? Para no ser tan informal. Puedes decirme Midori si es menos extraño — necesitaba romper el silencio —

— Claro, perdón por meterte de la nada.  Dijiste que ibas a casa de tu novio — incluso hablaba más tranquila —

— Si, probablemente lo conozcas, Se llama Manjiro Sano. Pedí un día... Libre — dejó su vaso a un lado, Mimi se estaba ahogando —

— ¿Eres novia de Mikey? No eso no es posible. He vivido aquí desde mi infancia y no te había visto.